Cristina no quiso mencionar a Bergoglio por su nombre y lo emplazó a luchar contra las potencias

En un acto en Tecnópolis la Presidenta evitó mencionar al flamante Papa por su nombre y tampoco hizo referencia a su condición de argentino. Luego, lo emplazó a luchar contra las potencias del mundo. Militantes kirchneristas lo silbaron.

La Presidenta no pudo con su genio y en su primer aparición pública luego que se conociera la designación de Jorge Bergoglio como Papa, dejó en claro lo incómodo que le resulta el nombramiento del Arzobispo de Buenos Aires con el que mantiene hace años un duro enfrentamiento.

Durante un acto en Tecnópolis y luego de quejarse largamente que los medios no publican las obras que hace su gobierno, Cristina sobre el final de su discurso advirtió que tenía que referirse al tema y afirmó: “Hoy es un día histórico, por primera vez en la historia de los 2000 años de la Iglesia va a haber un Papa que pertenece a Latinoamérica”, afirmó, evitando mencionar a Begoglio por su nombre y eludiendo su condición de argentino. En ese preciso momento, militantes kirchneristas empezaron a salvar ante la mención de Bergoglio.

Sin prestar atención a los chiflidos, Cristina continuó con su mensaje: “Y le deseamos de corazón a Francisco I que pueda lograr mayor grado de confraternidad entre los pueblos, entre las religiones”, agregó, evitando nuevamente mencionarlo por su nombre, en un mensaje insólitamente protocolar y distante.

Para luego emplazarlo: “En esta misión pastoral, que esperemos que sea una labor significante para la región y que lleve el mensaje a las grandes potencias del mundo para que dialoguen”.

Cristina semanas atrás había bromeado con la elección del nuevo pontífice y durante un fin de semana que pasó en El Calafate, afirmó ante la prensa: “Decí que no hay papisa… (sino) te estoy disputando algún lugar “.