viernes, 22 de marzo de 2013


Detección de fasciolosis en el sudeste bonaerense

En la actualidad, las enfermedades no se desarrollan sólo en un lugar, sino que las que pertenecían a una región se trasladan y ocupan otros espacios geográficos.
Una de las parasitosis que ha corrido sus fronteras es la Fasciola hepática, conocida vulgarmente por el nombre de Saguaypé. Su incidencia es muy alta en la zona de pre-cordillera, Entre Ríos, San Luis, Córdoba y Corrientes.

En la provincia de Buenos Aires, se manifiesta en Sierra de la Ventana y partidos aledaños, Cuenca del Salado, San Pedro, Zárate y Capitán Sarmiento. Pero, durante el 2001-2003, se han detectado casos en Azul, Tapalqué, Olavarría, Las Flores, Chivilcoy y Tandil. Hoy, 2013, se le suma el partido de Benito Juárez.

La Fasciola hepática es una parasitosis que ataca a bovinos y ovinos de cualquier categoría. “La importancia de esta parasitosis radica en las pérdidas en producción, que pasan generalmente inadvertidas. El curso de la enfermedad es lento y los síntomas que pueden estar presentes son: reducción en la ganancia diaria de peso en animales en desarrollo (8-28%), menor conversión alimenticia, menor producción láctea, pérdidas reproductivas por abortos ó menor eficiencia en la inseminación artificial, aparición de enfermedades relacionadas y muerte.
En bovinos adultos, la lesión hepática ocasionada por esta parasitosis predispone a la presentación de una enfermedad bacteriana conocida como hemoglobinuria bacilar bovina
” sostiene el Méd. Vet. José Manuel Dimattia, del Programa de Residencia Interna en Salud Animal y el Servicio de Diagnóstico Veterinario Especializado de INTA Balcarce.
 El profesional apunta que la Fasciola adulta pone de 500 a 20.000 huevos por día que son eliminados en las heces del huésped. En el exterior, evolucionan en pocos días y busca al huésped intermediario, un caracol de aguas dulces (Limnaea viatrix). Una vez en su interior, evoluciona para retornar al medio. Cabe resaltar, que por cada forma inmadura de Fasciola que llega al caracol salen hasta 400 estadios evolucionados, lo que evidencia la importancia de este huésped como potenciador de la enfermedad. El estado inmaduro del parásito se enquista sobre plantas acuáticas desarrollándose a un estado infectivo.  El animal ingiere el parásito con el pasto, y desde el intestino llega al hígado. Allí las fasciolas inmaduras deambulan durante 6-8 semanas, dañando el tejido hepático hasta alojarse finalmente en los canalículos biliares.
 Aquí las formas maduras de la Fasciola se alojaran, transformándose al estado reproductivo y reiniciando el ciclo.

La distribución de la enfermedad depende de la presencia de caracoles pulmonados acuáticos pertenecientes al género Lymnaea. Hay que hacer énfasis en el concepto que sin caracol, no hay parasitosis. Estos caracoles prefieren los terrenos bajos, zonas inundadas y arroyos con poca corriente. Agua clara y rica en oxígeno. La temperatura que favorece su actividad es más de 10°C, que en el sudeste se produce entre los meses de octubre y abril.

La enfermedad pasa de un campo a otro por los caracoles infestados del curso de agua o por grupo de animales infestados que la trasladan a campos que tienen caracoles, pero que no estaban infectados, abriendo el ciclo.

 Control de la parasitosis

Dimattia explicó que “el control de esta enfermedad difiere según la categoría del animal. Con animales adultos hay que combinar varios aspectos, como época del año, manejo del rodeo, desparasitación estratégica y vacunación contra Hemoglobinuria bacilar Los animales en crecimiento, no deberían nunca entrar en zona sucias. En época favorable al caracol y con casos clínicos en potreros infestados desparasitar a los animales con triclabendazol y repetir a las 8 semanas y luego de 8 semanas usar ivermectina combinada con clorsuron o albendazole o nitroxmin. Si no hay casos clínicos de fasciolosis pero hay diagnóstico positivo, se repiten tratamientos en octubre, enero y mayo no siendo, generalmente, necesario el triclabendazole. Pero siempre bajo supervisión veterinaria”.


Diagnóstico

En cuanto al diagnóstico agrego, que ante la sospecha de esta enfermedad se deberá realizar una correcta reunión de datos relativos a la situacion, destacando el ambiente en el que se encuentran los animales afectados.

La sintomatología propia de la anemia y hemoglobinúria son dos aspectos relevantes a tener en cuenta. Esto se complementará con los hallazgos de necropsia característicos, como lo son el engrosamiento de los canalículos biliares hepaticos. Por ultimo, los analisis del laboratório que ayudan al diagnostico de esta parsitosis son la deteccion de los huevos de fasciola en materia fecal y el incremento de los niveles de las enzimas hepáticas en sangre. Esta ultima alteración es característico de daño hepático.

El profesional alerta que esta parasitosis es una zoonosis. El hombre también es un huésped definitivo de laFasciola. Los seres humanos la adquieren al comer berro salvaje recolectado de los cursos de agua donde habita este caracol ó regando la huerta con agua no segura.

Para estar alerta es importante tomar en consideración el período de la enfermedad, ya que en su inicio no se podrían observar los parásitos ni sus huevos. El recuento de glóbulos blancos elevado, del tipo eosinófilos, y los antecedentes, puede ser una pista de peso para sospechar del parásito. Los métodos directos son los que con mayor frecuencia establecen el diagnóstico de fasciolosis, ya sea por los parásitos adultos en vías biliares durante el acto quirúrgico o por la demostración de los huevos en la bilis o en las materias fecales.

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