miércoles, 13 de marzo de 2013

Dulces artesanales y tradicionales - exclusivo Agrositio

Una empresa recuperada por sus antiguos empleados salió al mercado desde San Pedro para ofrecer sus dulces tradicionales más la novedad del dulce de arándano sólido. Su éxito los está impulsando a desarrollar nuevos sabores...

La crisis que comenzó en el país a fines de los años noventa afectó a muchas industrias, que debieron cerrar sus puertas debido a la escasa demanda. En San Pedro, quienes en 1997 habían comprado la fábrica de los dulces Blasón, que funcionaba desde los años sesenta elaborando dulces de batata, membrillo y batata con chocolate, creando Alimentaria S.A., debieron cerrar sus puertas en 2000 debido a la mala situación de la empresa. Raúl Canabal era entonces uno de los empleados de la firma y se quedó sin trabajo.

En 2003 se encontró con un antiguo compañero de trabajo, que acababa de visitar la fábrica abandonada y comenzaron a soñar con recuperarla y volver a ponerla en funcionamiento, “le dije que la forma era empezar a golpear puertas. Nos contactamos con un diputado provincial para tener una reunión con el ex dueño de la fábrica y saber en qué situación estaba y nos enteramos que le habían decretado la quiebra” recuerda Canabal, quien ahora preside la cooperativa. Desde entonces, junto a otros ex empleados, comenzaron con el proceso de recuperarla a través de una ley provincial de expropiación que podía ampararla. Consiguieron un inversor, ya que no disponían de dinero para invertir y se asesoraron con la Cooperativa 1º de Noviembre de San Antonio de Areco, que había hecho una expropiación y se comunicaron con el Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas. “Diez días después de constituirnos como cooperativa, el 27 de octubre de 2003 ocupamos la fábrica pacíficamente, con una escribana para hacer una constatación de bienes y empezó el proceso de recuperación, la fábrica estaba totalmente devastada, no había techo, faltaban muchas máquinas”.

Subsidios y reconstrucción de la fábrica
Luego consiguieron dos leyes de expropiación y consiguieron subsidios de la provincia de Buenos Aires, del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y del Ministerio de Trabajo y fueron reconstruyendo la fábrica hasta que en mayo de 2008 empezaron a producir para una empresa de Entre Ríos. “No contábamos con capital de trabajo, todos los subsidios fueron para poner los techos, cables, transformar la caldera de fuel oil a gas para que nos habiliten y comprar máquinas. Hoy ya estamos en pleno funcionamiento y somos 15 familias que vivimos de esto. Empezamos 11 ex empleados, en el tiempo quedamos 8 de los originales y luego incorporamos más cuando empezamos a producir”.

Cambio Rural
Apenas comenzaron con la producción conformaron un grupo de Cambio Rural del INTA, para que los asistan en la comercialización y el marketing, ya que por ese entonces solo producían para terceros pero el objetivo era recuperar también la marca propia. El INTA les proveyó de un licenciado en marketing, Ezequiel Fuchs, para que los asesore, mientras que los ingenieros agrónomos Norberto Angel y Laura Hansen les dieron una mano con los análisis del mercado, hicieron una encuesta para con degustación de los productos y ver la calidad y también para ir a distintas ferias. Si bien el acuerdo con el INTA duró tres años, les dieron un año de prórroga pero igualmente han decidido seguir luego como grupo de Cambio Rural, aunque ya sin el subsidio del INTA.

Marca propia
Hasta 2011 solo elaboraron para terceros los mismos productos que se hacían con anterioridad, que eran las barras de cinco kilos de dulce de batata, membrillo y batata con chocolate. En ese año decidieron volver a salir al mercado con marca propia, recuperando el nombre Blasón y elaborando barras de kilo y latas de cinco kilos. Mientras tanto, comenzaron a pensar en la idea de desarrollar nuevos dulces sólidos, algo que prácticamente no existía en el mercado, ya que además de los sabores que ellos producían, solamente existía el de zapallo. Con la idea de aprovechar las frutas que se producen en San Pedro, primero desarrollaron un dulce de arándano en barra, el primero en su tipo en el país y que ha resultado sumamente exitoso.
“Al principio teníamos momentos de volumen y otros de poca producción, una inconsistencia que no nos permitía crecer y no quedábamos bien con el cliente, porque a veces no podíamos entregar, ahora estamos mejorando y no nos ocurre, tenemos más capital de trabajo para ir acomodando los distintos pedidos para cumplir con todos” explica Canabal.
“La idea es siempre producir dulces sólidos, hacemos a veces mermelada de arándano pero no tenemos volumen para salir a vender. Habíamos comprado una máquina para hacer una mermelada pero los costos no nos daban porque apuntamos a un producto de calidad y en el envase de medio kilo de plástico era imposible competir con los precios del mercado, así que el mecánico que tenemos la modificó y hacemos los panes de medio kilo y kilo, sólido” cuenta Canabal.

Exposiciones
Desde 2010, la empresa empezó a participar en distintas ferias, como Caminos y Sabores y Tecnópolis, “estuvimos en vacaciones de invierno, nos tocó que gente que nos compró vino el fin de semana siguiente a comprar de nuevo. Es una gran satisfacción después de tanto sacrificio que costó, que la gente reconozca la calidad del producto”. En ese mes de julio alcanzaron el pico de ventas, con más de 20.000 barras de dulce entregadas, de las cuales unas 14.000 fueron de 5 kilos y el resto de un kilo y medio kilo. Poco a poco la tendencia es más hacia las barras chicas, debido a que los consumidores cada vez buscan más comprar el producto envasado retirándolo directamente de la góndola y no tanto el producto fraccionado en el comercio. Así, la producción de las barras chicas va en aumento.
“Ahora vamos a salir más fuerte a participar en ferias porque no solo sirve por lo que podés vender en la feria misma sino como difusión del producto y que la gente lo pida a los comerciantes de la zona. Además siempre algún contacto comercial se hace en cada feria, con vendedores” explica Canabal.
Ezequiel Fuchs destaca que “acá se tenía un muy buen producto, de muy buena calidad, pero le faltaba el packaging y publicidad, yo intenté reflejar en el packaging lo que estaba adentro. Me focalicé en empezar a cambiar los proveedores de packaging y hacer un nuevo diseño de marca, reflejando lo tradicional. Blasón es el emblema del buen dulce”. Además agregaron avisos radiales en San Pedro y carteles en las rutas para darle difusión, mientras que se consiguieron vendedores externos en capital y Gran Buenos Aires, otro en el interior de la provincia y en San Pedro tienen un vendedor propio “que recorre todos los almacenes y supermercados presentando los productos y ya estamos en más de 120 bocas en San Pedro, cuando hace dos o tres meses estábamos en 10 a 15 bocas”.

Dulce de arándano
La idea de desarrollar el dulce de arándano nació a fines de 2010 como una prueba para una empresa a la cual le vendían de vez en cuando para su marca, “empezamos a trabajar cuando terminó la cosecha, les gustó y luego empezamos a hacer para nosotros en 2011. En las ferias tuvo muy buena aceptación de la gente, la gente en su mayoría ya sabe las propiedades que tiene el arándano. Les gusta que es muy artesanal, lo seguimos haciendo como antes, con papel celofán, igual que los otros productos. El producto se evapora y queda más concentrado. Es 100% arándano o membrillo o batata, sin agregados” describe Canabal y destaca que hoy muchas empresas reemplazan parte de la pulpa por azúcar y esencias, para reducir costos.
Hacia el futuro la idea es consolidarnos como una empresa cooperativa de dulces, con una venta promedio de 20.000 a 25.000 barras de dulces por mes. La capacidad de producción nos permite llegar a mucho más, 20.000 barras las hacemos en 10 días y tenemos espacio para almacenar. Por eso tratamos de desarrollar otros tipos de productos que nos da la zona. “Nosotros apuntamos a decir, somos de San Pedro y queremos darle un valor agregado a la naranja y el durazno de San Pedro que son muy reconocidos por la calidad y que, aparte de comerlo como fruta, puedan comer un muy buen dulce de esa fruta. 

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