lunes, 4 de marzo de 2013


El 60 por ciento del langostino argentino se exporta a Europa

La dependencia comercial que el sector langostinero argentino tiene con el mercado europeo y las inclemencias de su economía actual obedece en gran medida a la fuerte incidencia que tienen las exportaciones de esta especie hacia el bloque de la Euro Zona. Solamente a España se destina el 45 por ciento del total de toneladas de Pleoticus muelleri pescadas en el caladero nacional, tomando como referencia el reciente año 2012. A Italia se destinó el 10 por ciento de las ventas al exterior de esta especie, en tanto a Francia fue otro 3 por ciento, entre otros países de ese bloque.
Estos porcentajes y esta concentración se deben también a que gran parte de las empresas langostineras radicadas en la Patagonia, son filiales en la Argentina de grupos empresarios mayormente con casas matrices en Vigo.
Además, el resto de las compañías focalizadas en la explotación de este recurso también dependen del mismo mercado porque en verdad durante décadas fue el que mejor precio y dividendos generaba. Hoy con precios deprimidos y el consumo retraído en el Viejo Mundo, más del 60 por ciento del langostino de Argentina se consume en esos países, y antes de la crisis económica europea, la incidencia era algunos puntos más elevada.
Traducido esto en datos concretos, resulta necesario recordar que durante el año 2012 la industria pesquera argentina generó exportaciones totales por 1.184 millones de dólares. De ese monto global del comercio exterior de la pesca: 589,1 millones de esa divisa correspondían a los mariscos sobre 131.354 toneladas despachadas desde los puertos nacionales.
Dentro del concepto “mariscos” las dos principales especies agrupadas son langostino y calamar. Y, de esos 589,1 millones de dólares, por ventas de Pleoticus muelleri fueron 383,8 millones y por Illex argentinus 135,3 millones, el resto se completa con las especies vieira, centollas, entre otras, tal como refiere la información oficial de la Oficina de Estadísticas de Comercio Exterior del Senasa.
Pues bien, el negocio langostinero reportó divisas a la Argentina durante 2012 por un total de 383,8 millones de dólares, y de ese volumen, desde empresas compradoras de España correspondió 204,2 millones, lo que representa, solo de ese país, el 53,2 por ciento de dólares liquidados por la venta del crustáceo.
En el segundo lugar se ubica Japón, pero lejos del volumen de divisas por comercializaciones a España. El país nipón le compró langostinos a Argentina por 75,8 millones el año pasado; en el ranking de generadores de divisas por esta especie, tercero aparece otro europeo, Italia, a donde se vendieron productos del marisco patagónico por 60,7 millones en moneda estadounidense.
Los datos confirman la preeminencia que tiene Europa en la destinación de las exportaciones argentinas de la especie langostino salvaje, pescados en el caladero Zona FAO 41. Lo que también es cierto, es que en los últimos cuatro años está habiendo un retroceso en la facturación de las empresas langostineras radicadas en Argentina, ya sea por una bajada de los precios medios como por una tendencia del consumo a productos más económicos y de menor valor añadido. Claro está que también inciden los costos locales y el tipo de cambio.
Así, sostienen que la crisis europea provocó un ajuste a la baja, lo cual se produjo en todos los eslabones de la cadena, desde proveedor, distribuidor, hasta consumidor final. El habitual consumidor europeo de langostino de los mares argentinos, obligado a recortar presupuesto de su bolsillo, se decanta en productos similares de menor costo, por ejemplo, consume especies de cultivo.
Con todo, los analistas y observadores especializados de mercados sostienen que se corre el riesgo que pasada la época de las ‘vacas flacas’, se mantenga la tendencia, porque para recuperar al consumidor será necesario innovar e invertir, debiendo recurrir a los departamentos de I+D (investigación y desarrollo) para lograr productos diferenciales que lo atraigan nuevamente.
Por otra parte, el sector depende de múltiples variables, los costes internos de explotación y producción crecen bastante por encima de la inflación oficial, aunque aguardan que algún movimiento del tipo de cambio lo pueda compensar en parte, pero en virtud de la política económica nacional, no es esta una variable, sobre la que se tengan mayores esperanzas. El sector langostino, como el pesquero en general, ven como ha concluido el primer bimestre de 2013 y a los planteos llevados y reiterados en las esferas de la administración pesquera nacional, no han obtenido aún acogida. El ‘Consenso Pesquero’ amaga con ponerse firme y dar un golpe en la mesa, pero horas después de hacer catarsis entre los referentes del sector, la espuma inicial finalmente se desvanece.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.