jueves, 7 de marzo de 2013


El Complejo de Laboratorios de la BCR presente en Expoagro
¿Cómo la gestión de calidad e inocuidad permite optimizar la empresa agropecuaria?

Cuando la gestión de la inocuidad y calidad redundan en una mejora de los precios finales así como en el cumplimiento de la exigencia cada vez mayor de inocuidad en los productos originados en la empresa agropecuaria, sin dudas despierta gran interés en el productor. Y este fue el tema que eligió el Complejo de Laboratorios de la BCR para compartir una charla junto a productores y actores de la agroindustria en el segundo día de Expoagro.

La charla estuvo a cargo del encargado del Laboratorio Químico, Alejandro Rimini, quien brindó un panorama sobre la tendencia mundial que se viene en materia de aplicación de sistemas de gestión de la inocuidad de los alimentos producidos por los establecimientos agropecuarios.

En este sentido, destacó la creciente importancia que se le está a otorgando a nivel mundial a estos sistemas de gestión y que permiten el ingreso a nuevos mercados, tanto nacionales como internacionales. “El mercado está exigiendo cada vez más que tanto productores, industrias y cada uno de los eslabones de la cadena agrocomercial cuenten con estos sistemas de gestión implementados”, señaló.

Ante la mayor demanda del mercado de contar con proveedores de alimentos que cuenten con algún tipo de certificación en materia de gestión de inocuidad, y las mayores exigencias de ciertos mercados internacionales para el ingreso de mercadería, son cada vez más los productores y empresarios agropecuarios que comienzan a implementar este tipo de sistemas de gestión. Las industrias, de hecho, ya hace unos años que asumieron el compromiso de adoptar este tipo de sistemas de gestión y es algo más habitual, y actualmente se está viendo un creciente interés por parte de los establecimientos agropecuarios para su implementación.

“Los productores ven que los sistemas de gestión aplicados a los distintos procesos de su empresa desembocan no sólo en el cumplimiento del objetivo de la inocuidad, sino también en una mejora en los precios finales. Si bien es cierto que se requiere una inversión inicial, a lo largo del tiempo se recupera y se evitan los costos que implica la no-calidad, por ejemplo, cuando un producto es rechazado por no cumplir con las condiciones de inocuidad, queda detrás un cliente insatisfecho”, explicó Rimini.

Por último, resaltó la importancia del trabajo analítico en la gestión de todo el proceso productivo. “El laboratorio resulta fundamental para ayudar al productor a obtener la información necesaria a lo largo de todo el proceso productivo y no solo al final. Esto le permitirá tomar las decisiones acertadas para gestionar en forma adecuada este proceso, que desembocará en un alimento de calidad e inocuo”, concluyó.


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