viernes, 8 de marzo de 2013

EXPOAGRO: Sin Niño ni Niña, se espera un año neutro para la campaña 2013-2014 La neutralidad permite esperar condiciones normales de precipitaciones y temperaturas para cada lugar, por lo tanto, una cosecha también normal. “La meteorología se ha convertido en un tema mediático y eso es muy malo”, afirmó el meteorólogo José Luis Aiello de GEA.




Con el auditorio lleno, durante la segunda jornada de Expoagro 2013, José Luis Aiello, director científico de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario, junto a sus colaboradores, Cristian Russo y Tomás Parenti, ofreció una charla en el Auditorio de la muestra, para presentar los distintos escenarios y cuál es el riesgo climático para la campaña 2013-2014.

Según el experto, “el clima es la variable peor tratada en la problemática agropecuaria, porque no se dice con claridad lo que se puede o no hacer y, en general, lo que se hace, se hace mal”. 

Al respecto explicó que los modelos validados para los pronósticos de corto plazo tienen una validez de 4-5 días, contemplando que a un día cuentan con 90% de acierto, mientras que a 5 días las probabilidades de acierto se reducen al 50%.

En el comienzo de su exposición, Aiello consideró importante definir como riesgo climático “el impacto del clima en la variabilidad del rendimiento de los cultivos”, que debe considerarse como una “variable de ajuste de los sistemas”, aconsejó.

Por otro lado, explicó que este riesgo tiene un impacto en tres niveles. El primero está dado por procesos de gran escala que interactúan en función de lo que suceda en el Pacífico Ecuatorial Central. Lo cierto es que dependiendo de la temperatura del océano, el aire superficial se calienta o enfría, ascendiendo o descendiendo y desencadenando los procesos conocidos como Niño o Niña, o bien períodos neutrales.

El segundo nivel de impacto se da con efectos regionales a 15 días que interaccionan con los de gran escala. Por ejemplo, una tenencia Niño del Pacífico, está siendo amortiguada por el efecto del Atlántico. Mientras que el tercer nivel genera efectos a escala corta, casi en tiempo real.

Un elemento muy importante es evaluar las reservas del suelo para encarar el período hídrico crítico y esto es posible generando diagnósticos de probabilidad, poniendo en juego las variables en cada cultivo.

En cuanto a los escenarios, según Aiello, “estamos atravesando un proceso neutral con un leve enfriamiento, condición que nos tiene que poner muy contentos”. En este sentido recomendó “hacer diseños de siembra pensando en patrones normales de precipitaciones y temperaturas para cada lugar y estimar una cosecha del orden de lo normal, aunque sin descartar la inestabilidad atmosférica que puede generarse a partir de fenómenos locales”.

Del mismo modo, el meteorólogo aclaró “esta es una herramienta disponible que se puede utilizar en forma confiable y es muy valiosa para tomar decisiones”.

Por su parte, los ingenieros agrónomos Cristian Russo y Tomás Parenti del GEA aportaron datos de mediciones y análisis que vienen realizando para generar información confiable para los productores.

En el caso del maíz, Russo señaló que existe una enorme variabilidad climática, explicando que “en diciembre de 2011 llovió 10 veces menos que en diciembre de 2012”.

A propósito Aiello argumentó que “la variabilidad que se viene observando desde hace 20 años se debe a toda una inestabilidad del sistema atmosférico ocasionada por el calentamiento global, un sistema que llegó para quedarse”.

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