martes, 5 de marzo de 2013


La agenda económica marcará la cumbre entre Dilma y Cristina

Dilma visitará la Argentina. Cristina ya estuvo en Brasil.
En esta oportunidad, las mandatarias podría acordar cómo saltar las dificultades que enfrentó el sector automotriz en el último tiempo y destrabar los obstáculos que atraviesan proyectos locales de empresas brasileñas. También se definiría la posición de ambos países en temas clave de los próximos foros internacionales.


La presidenta Cristina Kirchner recibirá el jueves en la ciudad santacruceña de El Calafate a su par brasileña, Dilma Rousseff, para tratar durante tres días una cargada agenda económica.
En esta oportunidad, las mandatarias podría acordar cómo saltar las dificultades que enfrentó el sector automotriz en el último tiempo y destrabar los obstáculos que atraviesan proyectos locales de empresas brasileñas. También se definiría la posición de ambos países en temas clave de los próximos foros internacionales.
La visita de la brasileña se dará días después de que en la celebración de los diez años de gobierno del Partido de los Trabajadores (PT) y los 33 de su fundación, se la coronara ya como la candidata de para los comicios de 2014.
Cristina Kirchner recibirá a su par brasileña en El Calafate con la intención de devolverle gentilezas tras el recibimiento que en diciembre le hizo Rousseff en el Palacio de la Alvorada, la residencia oficial de los jefes de estado brasileños.
En la lista de prioridades a tratar aparece la firma de un préstamo millonario del Banco Nacional de Desarrollo de Brasil (Bndes) a tasas blandas para financiar el soterramiento del tren Sarmiento.
Autos
Cristina Kirchner y Rousseff esperan sellar también un acuerdo automotriz que fije mecanismos para los cupos de exportación y así superar por completo el conflicto que tuvo lugar en los últimos años por la aplicación de las barreras comerciales argentinas que generaron malestar en Brasil. En ese sentido, se intentará incluso que ese nuevo mecanismo en materia de comercio de automóviles se pueda llegar a extender en todo el Mercosur.
En lo que refiere a la minera Vale, el pasado 27 de febrero se venció el plazo para que la firma brasilera presente un plan de reactivación del proyecto que lleva adelante en Malargüe, Mendoza, congelado hace dos meses, cuya situación fue tratada al máximo nivel entre ambos gobiernos.
Por eso, el tema formará parte del nuevo encuentro entre las dos jefas de Estado, luego de que Vale adujera problemas financieros para hacer frente a la inversión pautada, a raíz de la inflación y el tipo de cambio retrasado en Argentina.
El boceto del nuevo proyecto incluiría quitarle a Vale la obligación de realizar obras de responsabilidad social, como un tramo ferroviario extra para pasajeros en Neuquén, y exigirle a las provincias Río Negro y Buenos Aires que bajen los cobros de derecho de paso en la traza del tren que debe llevar el mineral al puerto de Bahía Blanca.
Con esas medidas, la firma brasileña podría alcanzar un ahorro de 1.500 millones de dólares que la dejaría nuevamente en condiciones de retomar el proyecto.
A la mandataria brasilera le preocupa las dificultades que están atravesando las inversiones brasileñas en el país. Además de los contratiempos con Vale hay que sumar el holding ferroviario ALL que le puso cartel de venta a todas sus operaciones locales; la firma Brasil Foods, dueños de la marca Paty, que viene perdiendo dinero por el cambio de políticas agropecuarias; la empresa JBS, dueño de la firma Swift, cuya participación quedó reducida a una sola planta en Villa Gobernador Gálvez; el grupo Camargo Correa, con su cementera, Loma Negra, que se ve afectada por el derrumbe inmobiliario; la textil Alpargatas, que el año pasado debió cerrar algunas plantas por la caída en las ventas y la falta de stock.

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