viernes, 1 de marzo de 2013

 

 
La SRA ante el discurso de la Presidente
 
La SRA destaca la mención de la presidente de la Nación sobre el aporte de la agroindustria al desarrollo del país en su discurso en la inauguración del 131º período de sesiones ordinarias del Congreso. Sin embargo, la SRA resalta que si efectivamente se sembró un 78% más que en 2003, fue por los mayores precios internacionales y por la eficiencia, inversión, riesgo y aporte tecnológico de los productores agropecuarios.

La mayor siembra no es mérito de las políticas del gobierno que no hacen más que trabar el desarrollo de los pueblos del interior a través de un impuesto distorsivo como las retenciones, que perjudican más a aquellas zonas que están alejadas de los puertos y que no cuentan con la infraestructura ni con los medios de transporte eficientes para trasladar su producción.

Las retenciones son el impuesto que el interior le paga al gobierno central que destruye el federalismo y que pone de rodillas a las provincias ante un Poder Ejecutivo hegemónico y centralista. Si es verdad que crecimos a tasas chinas entonces preguntamos: ¿No sería el momento de eliminar las retenciones, instaladas en un contexto de emergencia económica más aun cuando sufrimos una gran pérdida de competitividad debido a la alta inflación, al atraso cambiario y a la intervención a los mercados?

No se puede ignorar la verdadera situación del campo aunque no se nombre:

No dijo la presidente que tuvimos la peor siembra de trigo en 110 años. Nuestro país supo ser uno de los principales productores y exportadores mundiales de ese cereal, hoy tiene una magra cosecha.

No habló de los 125 frigoríficos cerrados y que hay más de 12 mil trabajadores de la carne en la calle.

No dijo que en 2005 éramos el tercer exportador de carne del mundo y que hoy estamos en el puesto 11.

No habló de los 60 mil productores agropecuarios menos desde 2003. No habló de los precios de remate que reciben los productores por el trigo, maíz, la leche y los productos regionales.

No dijo que el cierre de las exportaciones y la intervención de los mercados benefician a los demás eslabones de la cadena en detrimento de productores y consumidores. En los países vecinos, los productores reciben el precio internacional por su producción y las empresas los procesan y exportan. ¿Cómo puede ser que nuestros industriales sigan necesitando comprar a menor precio la materia prima para ser eficientes?

Mencionó un record en la producción de leche de 11.500 millones de litros en 2012 pero no dijo que en 1999 la Argentina ya producía 10.300 millones de litros y que sólo crecimos un 11% desde entonces, mientras que nuestros vecinos crecieron en un rango que va del 28 al 70%.

Todo esto como resultado de las nefastas políticas agropecuarias que traban el desarrollo del campo, del interior del país y que impiden la creación de empleos y de oportunidades de crecimiento para los argentinos.

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