Los 7 desafíos que enfrenta el nuevo Papa

Francisco, el primer latinoamericano en alcanzar la jefatura de la Iglesia Católica, deberá afrontar una tarea colosal para guiar a esa institución fuera de la tempestad en la que hoy se encuentra inmersa. El reclamo por una mayor apertura y renovación, el flagelo urgente de la pobreza y la sangría costante de fieles: algunas de sus misiones.

Habemus Papam. ¿Y ahora? Pasada la conmoción por el histórico nombramiento del argentino Jorge Mario Bergoglio al frente de la Iglesia Católica, el flamante Papa Francisco deberá afrontar la colosal tarea de guiar a la institución fuera de la tempestad en la que parece estar inmersa en los últimos tiempos.
Cerca de 1200 millones de fieles confían en que el nuevo Sumo Pontífice ponga fin a una seguidilla de episodios que sumieron a la Iglesia en una crisis marcada por denuncias y escándalos, que se evidenciaron más que nunca con la dramática renuncia de Benedicto XVI.
A continuación, los siete desafíos más importantes que esperan al nuevo Papa a partir del 19 de marzo, cuando con la misa de entronización comience su pontificado.

1Cambio de estilo La elección de un Papa latinoamericano y jesuita habla a las claras de la necesidad de la Iglesia de un pontífice que tenga la fortaleza para dar un golpe de timón y transmitir un mensaje de renovación y esperanza. Consultados por El Cronista WE, líderes religiosos, analistas y allegados a Bergolgio coinciden en que el sucesor de Benedicto XVI cuenta con todos los requisitos para retomar el estilo pastoral, simple y abierto que supo imponer Juan Pablo II. “Es cierto que Francisco tiene un carisma distinto y se va a manifestar desde una apelación más emotiva. Yo confío en que su estilo estará más relacionado con el de Juan Pablo II”, resume Raúl Estrada Oyuela, embajador y docente, condecorado por la Iglesia con la Gran Cruz de la Orden de Alejandro Magno. En la misma línea se expresa el rabino y dirigente del PRO, Sergio Bergman, al destacar “el coraje de la Iglesia por haber elegido un latino y jesuita”, a la vez que prevé “una continuidad con el Papado” de Karol Wojtyla.
Por estos días, el mundo tiene los ojos posados en las señales que pueda dar Bergoglio en sus primeros actos públicos como Papa. Al respecto, el padre Alejandro Bunge, decano de la Facultad de Derecho Canónico de la UCA, lo define como un hombre silencioso, que habla a través de sus acciones. “Tengo una enorme confianza en su capacidad. Su modo de trabajar siempre fue silencioso, no necesita hacer ruido. Bergoglio no habla sólo con palabras, sino con gestos. A partir de ahora vamos a tener que estar muy atentos a esas señales”, dice.

2Pobreza franciscana Inmersa en su propias urgencias, últimamente la Iglesia ha mostrado dificultades en cumplir con sus tareas humanitarias. Pero en tiempos en los que más de 1000 millones de personas, o una séptima parte de la población mundial, viven en condición de pobreza según datos de la ONU, los esfuerzos de Francisco estarán puestos en encontrar una solución urgente a uno de los mayores desafíos de su Pontificado. “Es un hombre que siempre ha tenido como preocupación principal la injusticia de la pobreza”, remarca Estrada Oyuela sobre el primer Papa jesuita. Y agrega: “Difícilmente se encuentre en el Vaticano alguien más austero que Bergoglio”.
Para Bergman, la elección de Francisco “habla de un cambio hacia un líder muy comprometido con sus prioridades. Bergoglio ya demostró capacidad para racionalizar y administrar. Sin perder la profunidad intelectual, su moderación y su conciliación, va a ir a fondo con cambios estructurales”.

3El fin de la sangría Otro de los grandes retos que enfrentará Bergoglio al sentarse en el trono de San Pedro será detener la hemorragia de fieles que viene sufriendo la Iglesia en las últimas décadas. Si bien la propia institución calcula que su masa de seguidores supera las 1200 personas, el éxodo de feligreses es una preocupación de peso en el Vaticano. A la falta de religiosidad de la juventud se suma el crecimiento exponencial de iglesias evangélicas protestantes, que han evidenciado más reflejos y capacidad de respuesta a las necesidades de las sectores más humildes, especialmente en América latina. A esto se le suma una cada vez más extendida secularización en Europa. Desde el Arzobispado de Buenos Aires, el padre Alejandro Russo reconoce que “hay una nueva generación que no tuvo la vivencia religiosa, no solo católica, que había en épocas anteriores. Por eso el trabajo principal de la Nueva Evangelización será acercar el mensaje de la Iglesia a la gente”. Para Bergman, el fervor y optimismo con el que la Argentina -y el mundo todo- recibió a Francisco en las pocas horas que lleva como Sumo Pontífice es una señal de que la sangría podría terminar. “Creo que el fervor religioso y la participación católica va a tener un refuerzo de energía que va a contagiar a otras latitudes del mundo”, sostiene el rabino.

4Juventud, divino tesoro La fuerza y la claridad que el nuevo Sumo Pontífice pueda imprimirle a su mensaje a la juventud será determinante para el futuro de la Iglesia. Sus antecedentes lo avalan: “Siempre se acercó a los niños y a los jóvenes, con una convicción jesuita de que la educación y formación de los jóvenes representa no sólo el futuro sino el presente de la Iglesia y de la sociedad”, coindicen en la curia argentina.Y agregan: “Con los jóvenes, Bergoglio seguirá la impronta de Juan Pablo II”. Al respecto, ya se habla de las próximas Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ), que tendrán lugar entre el 23 y el 28 de julio en Río de Janeiro, como la posible plataforma de lanzamiento mundial para la era de Francisco.

5Una casa en orden Los expertos consultados por El Cronista WE coinciden en que para poder llevar adelante muchos de los puntos anteriores, se impone la necesidad de reformar una curia de rasgos elefantinos. Envejecida, lenta e ineficiente -como pudo verse con las filtraciones del caso bautizado Vatileaks- la poda del organismo que gobierna la Iglesia es una tarea que comenzó Benedicto XVI y que deberá continuar su sucesor. “Por más que no trabajó específicamente en el Vaticano y estaba más dedicado a su tarea como Cardenal en Buenos Aires, Bergoglio es un gran conocedor de la curia y tenía mucho contacto igual. Al fin de cuentas, era miembro de cinco congregaciones en Roma”, opina el padre Russo.
Además de modernizar la estructura dirigencial, hay más frentes abiertos. Las denuncias por abusos sexuales y por los desmanejos de las finanzas del Vaticano mellaron la credibilidad de la Iglesia y por más que el Pontífice emérito pidió perdón públicamente, la imagen de los sacerdotes está muy deteriorada. “A la hora de enfrentar estos problemas, veo que son tres pontificados complementarios en búsqueda de transparencia: el de Juan Pablo II, el de Benedicto XVI y el de Francisco”, agrega Russo. Por su parte, Estrada Oyuela destaca que por su personalidad, “a Bergoglio no le va a temblar la mano para tomar las decisiones que tenga que tomar”.

6Diálogo interreligioso Etimológicamente, la palabra pontífice no sólo refiere al jefe supremo de la Iglesia, ya que durante el Imperio Romano llevaba ese nombre el constructor de puentes.
Reconocido por su búsqueda incansable para establecer diálogos con otras religones durante su labor como arzobispo de Buenos Aires, el reto será ahora planetario. “Justamente en su tarea continuadora y profundizadora de lo hecho por Juan Pablo II, Bergoglio tiene una vasta experiencia y nos ha convocado siempre a todas las religiones y culturas”, sostiene Bergman. Y agrega: “Tiene una trayectoria que lo habilita para ampliar y universalizar esa tarea. Pero no a un nivel interreligioso protocolar, sino que nos va a convocar a todos y va a ir más allá. Creo que no va a ser solamente el Papa de los católicos y los cristianos, sino que va a ser referente de otras religiones y de otros líderes sociales mundiales”.
En su agenda geopolítica se destacan dos desafíos mayúscilos: pulir la relación con el mundo islámico y tender lazos con China, en donde existe una férrea injerencia del Partido Comunista en las actividades de la Iglesia católica.

7Poder latino La sopresa por la designación del Cardenal Jorge Bergoglio como Papa número 266 de la historia conmovió al mundo entero. Pero por tratarse de un latinoamericano, por estas latitudes se vivió de forma especial. Los analistas consultados la interpretan como un guiño a una región que cuenta con la mayor cantidad de fieles: 480 millones, o un 41% de la masa total de feligreses. Europa cuenta con 277 millones, Africa 177 millones y Norteamérica, apenas 85.
Mientras que el gobierno de Cristina Kirchner mantuvo hasta ahora una áspera relación con quien fuera el máximo referente de la Iglesia local desde 1998 hasta el pasado miércoles, la mayoría de los mandatarios de los países vecinos expresaron su beneplácito y se ilusionan con las oportunidades que supone un Papa propio. “A partir de ahora habrá cambios, pero la relación con Roma dependerá de cada país. La presencia de la Iglesia en Chile es totalmente distinta a la de la Argentina, por ejemplo. Mismo en Brasil, donde el Gobierno tiene un peso tremendo y a nadie se le ocurre ignorar a la Iglesia”, analiza Estrada Oyuela.
A mediano plazo, una lista de temas espinosos para las tradiciones de la Iglesia católica resaltan en la agenda papal. El avance de leyes a favor del matrimonio igualitario y el aborto a nivel regional, o las opiniones en contra de celibato sacerdotal, incluso dentro de la propia curia serán temas que Francisco deberá afrontar más temprano que tarde.
Para el rabino Bergman, que ocupa una banca como diputado porteño por el PRO, el gesto de la Iglesia Católica “pone las cosas en su debida proporción, ya que mientras el Gobierno nacional nos aisla del mundo y nos hace pactar con los peores, la Iglesia nos pone en el centro del mundo y en liderazgos trascendentes”, sostiene. Y concluye: “Pienso que Bergoglio era demasiado grande para la política partidaria sin valores y sin respeto. Es un acto claro de reivindicación a su figura y a su mensaje”, concluye.