domingo, 3 de marzo de 2013


Los veterinarios europeos solicitan un sistema centralizado de registro de pasaportes de caballos

Es necesario que los controles sobre cada eslabón de la cadena alimentaria sean más eficaces.
La Federación Veterinaria Europea (FVE) indica en una nota de prensa la necesidad de reforzar los mecanismos para proteger al consumidor y garantizar su confianza en la seguridad de los alimentos. 
En la web de colvema se hace referencia a la nota de prensa que han publicado los veterinarios europeos a raíz del problema de la aparición de carne de caballo en hamburguesas y otros preparados cárnicos. Este colectivo defiende el derecho de los consumidores a que los alimentos sean seguros y a que la información que aparece en el etiquetado sea fiable. La detección de ADN equino en productos de carne de vacuno y de restos de medicamentos veterinarios no permitidos en algunos casos, hace que el consumidor pierda la confianza en la industria alimentaria y en las autoridades encargadas del control de los alimentos.
La FVE reconoce que en las últimas décadas la UE ha realizado grandes avances en el control de la seguridad alimentaria pero insiste en que se lleven a cabo controles más eficaces a lo largo de todos los eslabones de la cadena alimentaria para que la información de cada producto sea completa y correcta.
Los veterinarios señalan que existe una sección en el pasaporte equino en la que el veterinario debe hacer constar si un caballo puede ir destinado al matadero o no. Si el caballo no está destinado al consumo humano se podrá tratar con un amplio abanico de medicamentos. El problema viene cuando se demuestra, por el hecho de encontrar restos de fenilbutazona en carne destinada al consumo humano, que este sistema no funciona correctamente ya que el pasaporte en el que la exclusión de un animal de la cadena alimentaria debe estar reflejado, no acompaña a ese animal durante toda su vida y por eso un caballo que, inicialmente estaba excluido de la cadena alimentaria, puede acabar reingresando en ella.
En el caso de la fenilbutazona, el medicamento del que se han encontrado trazas en los productos cárnicos, se trata de un antiinflamatorio de uso no permitido en humanos y que en algunos países de la UE puede utilizarse en équidos siempre y cuando no vayan a ser destinados al consumo humano. Por ello, la FVE considera inaceptable que una sustancia prohibida en caballos que vayan a ser destinados a matadero se haya encontrado en carne para consumo humano.
Esto justifica la necesidad de crear un registro europeo de pasaportes equinos para reducir el riesgo de que caballos que hayan sido excluidos de la cadena alimentaria puedan ser reintroducidos en ella.
Por otra parte, la FVE hace un llamamiento a los estados de la UE para que, a pesar de la crisis, mantengan íntegramente los servicios veterinarios porque es en estos tiempos cuando los operadores alimentarios sin escrúpulos realizan estas actividades fraudulentas.

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