jueves, 7 de marzo de 2013


Maquinaria agrícola : La clave está en saber adaptarse y mirar a largo plazo

Así lo define el vicepresidente de Claas Argentina, que defiende la presencia de la marca en la Argentina.
La fabrica de maquinaria agricola Claas es uno de los actores que ha venido acompañando y abriendo camino en la expansión geográfica de la agricultura en la Argentina. Desde hace más de una década, la compañía alemana de base familiar que este año está cumpliendo su siglo de existencia, trabaja junto a técnicos y productores en el avance de las tecnologías en las regiones subtropicales y tropicales del país, en la adaptación de las máquinas a las necesidades del mercado y de los cambios productivos, ofreciendo soluciones también en la cosecha de cultivos regionales. “Nuestra gran capacidad de adaptación es lo que nos permite competir de igual a igual con cualquier otra marca nacional o extranjera. Estas máquinas de origen europeo están muy bien adaptadas al mercado local y esto es por el desarrollo continuo de tecnologías de última generación surgidas en muchos casos de los campos experimentales que nosotros tenemos en el país”, sostuvo Postacchini.
“Lideramos en el mercado de los orugas de goma”, enumeró el ejecutivo de la empresa. Las máquinas de grandes dimensiones están montadas sobre este sistema que les permite tener mayor sustentación y mayor capacidad de producción por hora con menos perjuicio para la superficie de cosecha. “También disponemos de máquinas con toda la tecnología de precisión y seguimiento satelital, contamos con una estructura de servicios, repuestos y postventa de gran envergadura y somos una de las empresas con más fabricación de componentes locales”, agregó.
Al respecto, Claas ya tiene 11 centros de atención distribuidos en todo el país y está cubriendo la totalidad de las áreas productivas. “Para un contratista que está en continuo movimiento esto es primordial”, explicó José Costamagna, responsable comercial de la línea forrajera de la firma. “Un cliente nuestro que se mueve desde la provincia de Buenos Aires a Tucumán o Salta, encuentra en esos lugares servicios y repuestos en depósitos que son de Claas y que tienen en stock el 100% de las piezas que las máquinas necesitan. Además, todos los centros están intercomunicados para asegurar el dinamismo en la provisión de piezas en los casos que alguna no estuviera donde el cliente la necesita”.
Pese a todo el esfuerzo, “el pasado no fue un año normal”, comentó Postacchini a la hora de los balances. “Pero estamos trabajando para lograr encuadrarnos en el tema aduanero. También estamos tratando de exportar, aunque cada día se nos complica más debido a que los precios internos se están disparando respecto del precio internacional de los bienes de capital. Este es un punto crítico, ya que también afecta al costo de estructura de nuestras empresas que cada día se hace más pesado y reduce los márgenes, por lo que creo que 2013 será un año bastante ajustado”, apuntó.
Costamagna ofreció algunos detalles extra sobre el curso de la campaña. “Se complicaron los cultivos de invierno, hubo zonas de la provincia de Buenos Aires muy afectadas por excesos de agua, en algunas no se sembró y en otras se perdieron los cultivos. Por lo tanto, el tercio de reservas que surge de todos los cultivos de invierno en esta campaña no existió. Como compensación está la campaña de maíz y sorgo que globalmente anduvo bien, aunque con zonas afectadas por falta de agua”, detalló.
“En lo que hace a la producción forrajera, hay rendimientos medios en materia verde de 40 toneladas por hectárea, superiores al promedio, por lo tanto esto ayudará a compensar el déficit de las pasturas y los productores lograrán llegar a las toneladas totales de reservas que habían planificado”, agregó.
En la venta de maquinarias, Costamagna sostuvo que fue posible cumplir con las metas proyectadas. Por otro lado, “notamos que el recambio de los equipos se viene acelerando en cuanto a la edad de las máquinas. Es importante porque da más confiabilidad a todo el parque, implica más aporte tecnológico y más capacidad por unidad”.
Frente a la variabilidad climática que caracteriza a esta campaña y reduce los días efectivos de trabajo, Costamagna sostuvo: “que las máquinas tengan cada vez más potencia y ancho de cabezal hace a la rapidez de las labores. La capacidad de todos los equipos está creciendo mucho y permite terminar los silos lo antes posible. Tenemos que recordar que es muy importante cuándo llega la picadora pero más importante es cuándo se va”.
“Además, los contratistas están logrando un nivel muy alto de profesionalismo, como en el caso de los silos aéreos de grandes volúmenes que los van terminando por etapas sin esperar a la última hectárea para pisarlos y cerrarlos”, explicó Costamagna.
Así, bajo este panorama, la compañía alemana fundada en 1913, con fuerte presencia en la Argentina, ya prepara la presentación de una nueva generación de cosechadoras que supera la versión Lexion 770, ganadora del récord Guinness 2012 por su capacidad de trilla.

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