domingo, 3 de marzo de 2013


PANAMÁ : Trazabilidad, un oportuno giro del sector agropecuario

Conocer el origen de lo que se consume y saber puntualmente de dónde viene la carne que usted degusta en casa o en un restaurante, o si los vegetales que utiliza para sus ensaladas son inocuos y totalmente seguros, es parte de lo que se conoce como trazabilidad.
La trazabilidad es una herramienta que da seguimiento a la carne, desde que nace el animal, quiénes fueron sus padres, la alimentación que tuvo, en qué finca estuvo, el matadero, su destace, el empaque y su camino de exportación, y debe ser consultada entre las autoridades gubernamentales y los sectores interesados, especialmente los productores de un país.Aunque de forma voluntaria algunos sectores productivos en Panamá, como el pecuario, están trazando a sus animales, el país no cuenta con una ley que le permita al Gobierno tomar las riendas y darle un giro de 180° al sector agropecuario.En octubre de 2012 fue aprobado en primer debate por la Comisión de Asuntos Agropecuarios de la Asamblea Nacional el proyecto de ley N.° 342, que establece el Programa de Trazabilidad o Rastreabilidad Agropecuaria; pero hasta la fecha espera pasar a segundo y tercer debate.El documento fue presentado por el Ministerio de Desarrollo Agropecuario (Mida) y con esta iniciativa la entidad apuesta por contar con un marco jurídico que le permita garantizar a nivel nacional e internacional productos certificados de alta calidad.Y aunque Panamá no cuente con esta normativa y sea un país exportador de alimentos y frutas a varias naciones de la Unión Europea y Estados Unidos, el país está relativamente más avanzado en este tema que otros de la región centroamericana que tampoco han implementado un sistema de trazabilidad.Gabriel Rodríguez, representante de la oficina en Panamá del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (Iica), detalló que entre los países modelos en el tema de trazabilidad se encuentra Uruguay, que ha dado un cambio rotundo; pues el Gobierno adoptó este sistema, el cual le ha permitido que las 11 millones de cabezas de ganado con las que cuenta el país suramericano estén trazadas.Rodríguez explicó los beneficios que permitiría la trazabilidad en Panamá, al brindarle al consumidor, por medio de un código de barra, todo el historial de lo que consume; también abriría más mercados de exportación, ya que los actuales socios a los que se exporta mantendrían mayor confianza en los productos panameños.Sin embargo, el Mida, como entidad rectora de las actividades agropecuarias, debe tener claro que la inversión en este sistema es lo fundamental.1817″La entidad, en este caso el Mida, deberá realizar grandes inversiones, ya que la trazabilidad implica tener más personal capacitado, disponer de un sistema informático adecuado para contar con la base de datos de todo lo que se produce a nivel nacional”, manifestó Rodríguez.El representante del Iica en Panamá aseguró que de implementarse esta norma se requerirá personal disponible las 24 horas del día.Este año, el Mida contará con un presupuesto de 142 millones de dólares, monto que a criterio de Rodríguez es bajo, tomando en cuenta que abarca funcionamiento e inversión.PerspectivaAlexis Villarreal, de la Dirección de Salud Animal del Mida, indicó que la aplicación de la trazabilidad en el sector agropecuario le daría ventajas competitivas a Panamá en el mundo del comercio global, ya que le permitiría tener información confiable y al instante, lo que genera confianza a los países compradores de alimentos.Además −agregó Villarreal− se garantiza la certificación oficial de las exportaciones en el ámbito de la salud animal, sanidad vegetal, así como la inocuidad de los productos agropecuarios, y permite al país responder a las nuevas exigencias de los mercados, cumpliendo con sus nuevas regulaciones.De acuerdo a Villarreal, los productores agropecuarios en estos momentos están aplicando controles en la producción primaria, que les permite ofertar alimentos de origen animal y vegetal de calidad e inocuos para el consumo humano y animal, que es una responsabilidad del sector productivo.Villarreal indicó que adicional a esto el sector industrial y comercial está aplicando controles como las buenas prácticas para ofertar productos que no pongan en riesgo la salud humana.En 2012, el Ministerio de Comercio e Industrias (Mici) realizó en conjunto con el Iica un proyecto de plataformas de exportación, cuyo objetivo se centraba en impulsar a los productores para que dieran pasos hacia la exportación y fortalecer las capacidades de los sectores exportadores de alimentos procesados. En este sentido, uno de los puntos que se abordó con los participantes fue el etiquetado; pues esta es una de las exigencias que mercados como el norteamericano imponen a quienes envíen productos de consumo al EE.UU.

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