Preocupación por el aumento de costos y la presión impositiva

El chacarero se para frente a una enorme pulverizadora. La observa detenidamente y se quita la gorra que se había puesto minutos antes para cubrirse del intenso sol del mediodía. Parece meditar si le conviene comprarla. "¿Puedo ayudarlo?", le pregunta el vendedor. "Estaba mirando no más", le contesta. El vendedor, insistente, le empieza a explicar los detalles del modelo con la obvia intención de cerrar una operación. El chacarero se tienta y empieza a preguntarle cuestiones técnicas. "Averiguo y después decido", confiesa. La rueda del negocio agrícola empieza a rodar.

Esta escena, que puede apreciarse en Expoagro sólo con detenerse unos minutos en cualquier stand de maquinaria agrícola, refleja la dinámica del campo en un año que parece que será mejor que 2012, pero la incertidumbre política y económica puede afectar las decisiones de inversión.

"Con un horizonte previsible las inversiones podrían ser mayores", opina Rafael Llorente, productor agrícola y tambero del partido de Lincoln. "Esta campaña fue una montaña rusa; primero tuvimos inundación y luego sequía. Ahora hay buenos precios de los granos", explica. Sin embargo, advierte que la presión impositiva afecta los resultados de las empresas agropecuarias. "La devolución del IVA a las ventas por parte de la AFIP tiene un año de demora; eso puede representar el margen de ganancia en un productor que alquila campos de terceros", explica Llorente.

En ese contexto, hay quienes aconsejan la cautela. "Por el aumento del costo de los insumos, la incertidumbre cambiaria y la presión impositiva, hay más riesgos en el negocio que en otros años", señala Ricardo Negri (h.), economista de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea). "Es un año en el que se deben meditar muy bien las decisiones individuales, porque hay oportunidades para que una empresa agropecuaria crezca, pero si se toman los caminos equivocados las pérdidas pueden ser grandes", advierte. "Hay financiamiento para aprovechar y también existen oportunidades para expandirse en regiones no explotadas", señala.

Ese entusiasmo por apostar al agro con financiamiento se notaba en los bancos. "Tenemos una línea de créditos a tasa subsidiada por 300 millones de pesos para maquinaria agrícola", informó Gustavo Marangoni, presidente del Banco Provincia. "Vemos que el sector rural es el que tiene la menor tasa de morosidad de todos los sectores de la economía", indicó.

Por su parte, Marcelo McGrech, del Banco Galicia, afirmó que hay un crecimiento en el agro del uso de tarjetas de crédito.

Pequeños productores

No obstante, hay quienes advierten que el aumento de los costos de los insumos y la pésima cosecha de la campaña 2011/12 complican a los pequeños productores. "Si el año pasado de tres productores había uno que estaba endeudado, hoy hay al menos dos", señala Jorge Solmi, diputado provincial bonaerense que integra el bloque del Frente Renovador (Sergio Massa). "En el partido de Colón hay casos de cooperativas que están enfrentando este problema", explicó el legislador, también dirigente de la Federación Agraria Argentina (FAA), y opinó que debería haber instrumentos de ayuda para pequeños productores, como en los Estados Unidos.

Otros especialistas advierten sobre la creciente presión impositiva. "De cada 100 pesos que factura el productor, entre 75 y 80 se los lleva el Estado, tanto sea nacional como provincial", dijo Jorge Srodek, diputado bonaerense (Pro). "Hoy la soja, la cebada o el trigo tienen buenos precios, pero por la intervención del Estado en el mercado casi tenemos el mismo volumen de cosecha de trigo que hace 100 años", sostuvo.