martes, 12 de marzo de 2013


Recuperación en un mercado sobre-abastecido

El precio de la hacienda ya recuperó en términos nominales todo lo perdido en 2012. Algunas categorías se ubican levemente por encima de marzo del año pasado.
Hasta acá el precio de la hacienda ha recuperado en términos nominales todo lo perdido en el último año, con algunas categorías que inclusive ya se ubican levemente por encima de marzo de 2012.
La gran incógnita es si la demanda, que hasta acá convalidó subas del ganado de entre el 15 y el 20 por ciento, se gún las categorías, tendrá suficiente fuerza como para recuperar aunque sea parte de lo perdido en términos reales en los últimos 12 meses.
Esta recuperación nominal, sin embargo, es sorprendente porque se da en un contexto de oferta de carnes total (vacuna, aviar, porcina) del orden de los 115 kilogramos per cápita.
 
O sea, se produce en un mercado claramente sobreabastecido. Y, además, se da en el marco de una oferta ganadera creciente: en los primeros dos meses del año, que es cuando se ha dado el grueso de la suba, la faena resulta 10 por ciento más alta que un año atrás.
Hace ya tres años que la suba de precios de febrero-marzo se da con una oferta creciente, cuando la primera interpretación que se ha hecho siempre de esta suba estacional, ha sido adjudicada a una baja en la oferta, cosa que vemos que no es así.
Explicaciones. Si el mercado de carnes está plenamente abastecido, y en estos primeros meses del año hay 10 por ciento más de carne vacuna en las góndolas que el año pasado, ¿por qué sube el precio del ganado?
Una primera explicación podría ser que en este primer bimestre del año comienza a declinar fuertemente la oferta del ganado liviano proveniente del feedlot , que es la categoría que más le duele al mercado.
Puede faltar vaca gorda o conserva, o novillo pesado, o hacienda de campo, porque esa escasez no repercute en el precio del resto de las categorías.
No obstante, si el feedlot reduce estacionalmente su oferta, aunque la oferta global de hacienda sea muy alta y creciente, los precios del ganado liviano de consumo suben y ese efecto se contagia a todo el resto del mercado.
Desde hace varias semanas se presentan dos corrientes de sentido inverso en la oferta de ganado para faena: por un lado hay cada vez menos salida de novillitos (350-370 kilogramos), vaquillonas y terneros (casi inexistentes) del feedlot , y por el otro hay una oferta creciente de todo tipo de vacas, novillos (pesados y livianos), y hacienda de campo, tanto pastoril pura como suplementada.
Hay poca hacienda buena de feedlot , de alto rendimiento (59-60 por ciento) y hay mucha hacienda “gorda” de campo, de rendimiento tres o cuatro puntos inferior, y de colocación más difícil en el sofisticado consumo actual.
Consumo. Con la exportación prácticamente congelada en las 15 mil toneladas mensuales, todo aumento en el volumen de carne faenada se dirige íntegramente al consumo, el cual ha venido creciendo en los últimos meses, al punto que en enero se habría ubicado en el orden de los 62-63 kilos per cápita.
Con un consumo y precios crecientes, lo menos que puede decirse es que hasta ahora la demanda popular por carne vacuna está lejos de caer.
Hasta acá todo bien: el precio de la hacienda ha recuperado lo perdido en términos nominales a partir de mediados de 2012, pero ahora queda la incógnita de c uánto podrá recuperar de lo perdido en términos reales desde marzo de 2012.

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