jueves, 21 de marzo de 2013


Revelan graves falencias del Senasa en el control de los agroquímicos

La Auditoría General de la Nación elaboró un informe “lapidario” según el cual el ente no puede cumplir con sus atribuciones. Las tareas para prevenir daños en la salud de la población afectada, 12 millones de personas, no se realizan desde 2010 y no se evalúan los riesgos de los productos para su reclasificación
Una investigación realizada por la Auditoría General de la Nación (AGN) detectó graves falencias en el control de la aplicación de agroquímicos por parte de Senasa. En un informe que sus propios autores caracterizaron como “lapidario” se afirma que el ente no puede cumplir con sus atribuciones.
Según el informe elaborado por la Auditoría, los cultivos transgénicos sujetos a fumigación sistemática cubren 22 millones de hectáreas en Argentina, donde habitan alrededor de 12 millones de personas. Sin embargo, la Comisión creada para prevenir daños en la salud de la población afectada por agroquímicos no trabaja desde el año 2010. Tampoco se realizan las evaluaciones pertinentes para determinar la peligrosidad de los productos autorizados.
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) es el organismo encargado de registrar y autorizar los agroquímicos utilizados en la actividad agropecuaria. Así, el ente se ocupa de clasificar los plaguicidas según su toxicidad y lleva registros de las empresas productoras y aplicadoras de los mismos. Además, debe tomar muestras de los agroquímicos sujetos a importación y exportación.
“Nada de esto está cumplimentado de acuerdo a lo que debería ser; el organismo no cumple eficiente ni eficazmente con su obligación de autorizar y con su obligación de registrar y tampoco cumple debidamente con los análisis de las muestras de los agroquímicos”, afirmó el auditor general Vicente Brusca en base a una investagación que analizó el trabajo del organismo nacional entre 2008 y 2011.
Inclusive, según indicaron desde la AGN, el propio Senasa reconoció en su respuesta al informe que “se le han otorgado atribuciones que no puede cumplir adecuadamente”.
Sin evaluaciones ni sanciones
La clasificación de los productos agroquímicos es una de las atribuciones del Senasa, un factor que determina las condiciones de aplicación en base a su toxicidad.
Al respecto, el informe establece:  “No se realiza un examen periódico de los plaguicidas registrados (…) En la práctica, la Dirabio (Dirección de Agroquímicos y Biológicos) no realiza análisis de riesgo para determinar si se deben cancelar o reclasificar productos fitosanitarios ya registrados”.    
Por otro lado, Senasa es el organismo responsable del Registro de Empresas Aplicadoras de Agroquímicos terrestres y aéreos. Según lo auditado, dicho registro es incompleto y parcial ya que la inscripción se realiza de manera voluntaria, a pesar de que una disposición establece su obligatoriedad.
“Es muy deficiente el sistema de control sobre la actividad comercial dedicada a este campo”, afirman en este sentido desde la AGN.
Además, denuncian: “No hay evidencia de expedientes de empresas de fumigación aéreas o terrestres que den cumplimiento a la totalidad de los requisitos legales exigibles”. En gran parte de los casos, añaden, tampoco existe una notificación de la administración requiriendo su cumplimiento ni se sanciona a aquellas empresas que no cumplen con las normativas vigentes.
A su vez, los integrantes de la Auditoría afirman que existe una “anarquía legislativa” debido a las diferentes normas que regulan la aplicación de agroquímicos en cada territorio y la ausencia de coordinación del Senasa con las autoridades provinciales y municipales para controlar las fumigaciones en cada jurisdicción.
“¿Cómo se hace con la aplicabilidad de normas cuando cada municipio tiene su propio sistema respecto de la prohibición o no de fumigar?”, se preguntan.
La salud en riesgo
La Comisión Nacional de Investigación sobre Agroquímicos (CNIA) fue creada por decreto presidencial en 2009 para dar respuesta a los reclamos de pueblos afectados por fumigaciones -especialmente las Madres de barrio Ituzaingó Anexo de la ciudad de Córdoba- así como ante la información que en los últimos años se ha producido sobre esta problemática desde diversas instituciones y organizaciones.
Sin embargo, según lo auditado, “no se tuvo evidencia de avances de la CNIA posteriores a 2010”. Al respecto, la investigación realizada explica que se conformaron tres grupos de trabajo  entre la comisión mencionada y direcciones de Senasa.
El último trabajo que realizó uno de estos equipos fue la publicación de un informe sobre Glifosato en junio de 2009, a pesar de que el propio documento elaborado establecía la necesidad de continuar analizando esta sustancia para llegar a una conclusión definitiva sobre su toxicidad para la salud humana.
En base a esta situación, los miembros de la Auditoría General de la Nación concluyen: “No se han extremado las medidas de control en la aplicación de los agroquímicos para garantizar el buen uso de los mismos y que no afecten a los habitantes de las zonas colindantes a los cultivos.

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