El ministro de Agricultura, Norberto Yauhar, viajó hasta el reciente congreso mundial de soja que se hizo en Durbán, Sudáfrica, no sólo para asistir a ese evento, sino con el objetivo de intentar que la Argentina fuera nominada como la próxima sede de ese congreso, dentro de cuatro años, en Rosario. Para él, eso era una forma de traerle un regalo a la presidenta Cristina Kirchner. Pero no lo logró. En votación ganó Georgia (Estados Unidos). Para mostrar su disconformidad, Yauhar no apareció por una mesa que debía estar en la cena de gala. Dejó la silla vacía y eso quedó a la vista de todos los asistentes. Todos supieron que no fue para manifestar su enojo porque Rosario no consiguió ser sede. Inclusive, desde la embajada argentina buscaron convencer al ministro para que asistiera, pero fue en vano. En tanto, Oscar Solís, subsecretario de Valor Agregado y Nuevas Tecnologías, y Miguel Calvo, presidente de Acsoja, se refugiaron en una mesa en el fondo del salón soportando la frustración.
A PEDIDO DE MORENO
Harina en el Central
El secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, se contactó con algunos molinos harineros para una misión a la que varios de ellos están acostumbrados: entregar harina en el Mercado Central para que se venda a precios más bajos de lo que se puede conseguir en otros lugares. "Está llamando a algunos molinos. No es algo nuevo, pero lo sigue haciendo. Quiere que le entreguen harina en el Mercado Central", contaron en una empresa. En el sector en ciertas firmas temen que el "congelamiento" de precios que dispuso el funcionario por 60 días termine aplicándose también a esta actividad.
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