martes, 26 de marzo de 2013


Un doble impacto sobre el campo

El nuevo repunte del dólar paralelo podría tener un doble efecto sobre el campo. Por un lado, llevaría a los productores a retener sus ventas de granos a la espera de una suba mayor del billete oficial. No es una buena noticia para un gobierno ávido de dólares. Por otra parte, los insumos del sector entrarían en zona de aumentos, ya que, si bien se importan al dólar oficial, a las empresas proveedoras se les podría hacer más cara y complicada la reposición de productos.
“Los productores evitarán vender granos a menos que sea necesario. Todos prefieren tener granos que pesos. Es más, no sería raro que cuando se liquide la cosecha nueva se vuelquen al dólar, incluso pagándolo a precio blue, lo cual hará que siga subiendo aun más”, expresó Guillermo Villagra, consultor de Openagro.
“Le saca incentivos a vender más [al productor]“, subrayó Gustavo López, consultor de Agritrend, sobre la disparada del “paralelo”.
De la cosecha pasada no habría más de 1,6 millones de toneladas de soja sin vender. Ese volumen no está todo en manos de los productores, sino también en los exportadores.
Por lo pronto, es baja la venta de la nueva cosecha de soja, cuya recolección recién empieza. “Las ventas de la nueva cosecha sólo son 9,5 millones de toneladas”, apuntó López. Eso representa el 20 por ciento de la futura cosecha. Ahora bien, de los 9,5 millones de toneladas sólo 4,5 millones ya tienen precio.
Jorge Torruella, presidente del Centro de Corredores y Agentes de la Bolsa de Cereales, también ve una comercialización frenada. “No se comercializa nada. Es por el tema del dólar blue, por la incertidumbre y porque la gente no está aún cosechando a pleno”, indicó.
Previsiones
Ernesto Ambrosetti, economista jefe de la Sociedad Rural Argentina (SRA), cree que el productor prevé una devaluación más importante del peso. “Piensa que se va a devaluar un poco más rápido de lo que lo venía haciendo”, señaló.
También aparece el temor a un encarecimiento de los insumos. “La preocupación del productor es que aumenten los insumos estratégicos para la incorporación de tecnología”, indicó. “En realidad, los insumos ya están haciendo el seguimiento del blue”, advirtió el productor Néstor Roulet.
La brecha en el dólar produce distorsiones. Y sobran los ejemplos. Según Roulet, si con la venta de soja a unos 1650 pesos la tonelada el productor fuera a comprar dólares en el mercado blue, recibiría 193 dólares. Esto es, un 41 por ciento menos que los 324 dólares que obtendría si consiguiera los dólares en el mercado formal.
Otro ejemplo. Si un productor compró una sembradora usada valuada en US$ 100.000 necesitaría 308 toneladas de soja para pagarla con el dólar oficial. No obstante, si debe cancelar la deuda al dólar blue en este caso requeriría 517 toneladas, es decir, un 68 por ciento más respecto del valor oficial.

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