Asombro en el sector triguero por el alto nivel de desconocimiento de Cristina

La presidenta aseguró, tanto el lunes como el martes, que podrían cosecharse hasta 22 millones de toneladas de trigo (el año pasado se produjeron menos de 10 millones). Así, según dijo, el fideicomiso conformado para devolver las retenciones recaudaría u$s 600 millones. Operadores privados afirman que Cristina “está muy mal informada”.

“Cristina está muy mal informada; da cifras que no son ciertas y que resultan imposibles de alcanzar”. Tal frase le pertenece a un importante referente del sector triguero y refleja a las claras la preocupación por el alto nivel de desconocimiento de la presidenta.

Ocurre que tanto el lunes como este martes la primera mandataria hizo anuncios referidos al trigo intentando incentivar la siembra del cultivo en un momento en el cual la Argentina corre riesgos de perder la capacidad de autoabastecimiento.

En este contexto, en el marco del anuncio del plan de reintegro de retenciones a los productores de trigo, Cristina aseguró que en caso de registrar una cosecha de 21 o 22 millones de toneladas, ingresarían al fideicomiso unos u$s 600 millones.

Para sorpresa de los principales operadores del sector triguero, semejante enunciación fue repetida este martes en la inauguración de la planta automotriz de la empresa FIAT en Córdoba (la fábrica produce tractores y cosechadoras agrícolas).

“Vamos a dejar de percibir como Estado entre 500 y 600 millones de dólares si se alcanzara una producción de 21 millones de toneladas. Pero no importa, queremos que vuelva ese dinero a los productores; que signifique un incentivo”, dijo la presidenta.

La afirmación causó sorpresa en el sector porque en la Argentina es imposible llegar a la cifra que dio Cristina. Para tener una idea, en la última década el récord de producción de trigo se registró en la campaña 2007/08 con 16 millones de toneladas.

En tanto, las últimas dos cosechas del cereal no llegaron a las 10 millones de toneladas (por este motivo hay una gran preocupación en el kirchnerismo de que no se alcancen las 7 millones de toneladas que necesita el mercado interno).

“Demuestra un nivel de desconocimiento asombroso”, repiten a LPO varias fuentes del sector, que prefieren no revelar su identidad para no dinamitar el plan oficial dado que, algunos de ellos, inclusive, estuvieron presentes en el anuncio en la Casa Rosada.

Pero la presidenta pareciera estar empecinada en seducir a los productores para que se vuelquen a sembrar trigo. “No hay que matar a la gallina de los huevos de oro que es la bendita tierra que Dios nos dio para seguir aumentando su productividad”, aseguró.

“Si siembran y producen más van a necesitar más tractores, más cosechadoras, más sembradoras, lo que nos lleva a redoblar el esfuerzo y profundizar lo que haya que profundizar”, agregó la primera mandataria.

Lo concreto es que, más allá de los dichos erróneos de la presidenta sobre el trigo, tal como lo reflejó este medio, en el sector descreen del plan denominado “Certificado de Estímulo a la Producción Agropecuaria Argentina” (Cepaga).

La pregunta que se hacen la mayor parte de los productores trigueros es qué lógica hay detrás de la necesidad de cobrar un impuesto que después se va a devolver si el Gobierno apenas devuelve, y en forma tardía, los saldos de IVA de libre disponibilidad.

Así las cosas, si bien resulta un tanto aventurado, operadores privados estiman que durante la presente campaña 2013/14 se sembrarían unas 4 millones de hectáreas (entre un 8 y un 10% más que el año pasado).

El tema es que, según estiman varios especialistas, en condiciones normales de mercado (es decir, sin intervención oficial) en el país se sembrarían no menos de 6 millones de hectáreas.