miércoles, 22 de mayo de 2013


Aumenta el consumo de carne, pero se faenan más hembras

Llegó a 60,7 kilogramos por año; se frenó la retención de vientres.
El consumo de carne vacuna en el mercado interno sigue en ascenso, pero en el mediano plazo el stock está en un proceso de estancamiento. Al mismo tiempo, decae la participación de las exportaciones en el total de la producción.
Ésas son las principales conclusiones de un informe de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra) difundido ayer.
Según el estudio, en abril pasado el consumo por habitante fue de 60,7 kilos promedio por habitante. La cifra representa un crecimiento de 8,3 por ciento respecto del mismo período de 2012.
De esa forma, se achicó la brecha respecto del récord alcanzado en 2009, cuando en promedio se consumieron 69,3 kilos por habitante al año.
El mayor consumo de carne no necesariamente significó un beneficio para la cadena de producción de hacienda. La faena de hembras pasó de 39,5% de participación en el primer cuatrimestre de 2012 a 42,3% en el mismo período de este año. “De esta forma, hace siete meses que las estadísticas dan cuenta de que la fase de recomposición de vientres iniciada en la primavera de 2009 está en su etapa final”, afirma Ciccra. Eso significa que las “fábricas de terneros” se están reduciendo.
Esa baja se da en un contexto de aumento de la producción de carne vacuna, que en abril llegó a 237.000 toneladas res con hueso, un 21,1 por ciento más que en abril de 2012. No obstante, Ciccra recordó que la comparación se efectúa con un mes que el año pasado sólo tuvo 17 días laborables.
El aumento de la producción también ocurre a expensas de una caída en las exportaciones, que se redujeron 27,7 por ciento en abril y 10,3 por ciento en el primer cuatrimestre de este año. Eso significa que el consumo interno absorbió el 93,6 por ciento de la producción, lo que ubica a esa participación en la segunda entre las más altas de los últimos 53 años.
Hay que remontarse a 2001 para encontrar una cifra superior -de apenas 0,3 puntos porcentuales- en cuanto a la participación de las exportaciones en el volumen total de la producción. En aquel año, a la Argentina se le cerraron más de 70 mercados de exportación de carne por la reaparición de la fiebre aftosa.

Las causas

La entidad afirmó que “el atraso cambiario y las retenciones han hecho caer las exportaciones a niveles históricamente decepcionantes” y provocaron “el cierre de 130 establecimientos industriales y el despido de 15.600 trabajadores”.
Ciccra advirtió que “la falta de controles en el mercado interno por parte de las autoridades nacionales ha incrementado la marginalidad de las operaciones”.
Un aspecto que preocupa a la industria frigorífica es lo que considera competencia desleal. “Ha habido un importante estímulo a seudocooperativas de trabajo que generan precarización laboral y agregan marginalidad y competencia desleal a las empresas formales del sector. Esta combinación de factores está generando el crecimiento atípico del volumen de faena de algún operador, lo que nos coloca ante la posibilidad de que se genere un monopolio u oligopolio de faena con destino al mercado interno, poniendo en peligro a las dos puntas”, advirtió Ciccra en su informe.

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