miércoles, 15 de mayo de 2013

Columna: El desafío de los arándanos, última temporada y futuro


Por Alejandro Sanhueza, Ingeniero Agrónomo y Gerente de Producción de Driscoll’s Chile
Visita Hijuelas & Otros (111)Sin duda acabamos de terminar una de las temporadas más complejas que recuerde. Partimos el 22 de noviembre con una fuerte helada (helada negra) en el sur, la cual nos redujo por lo  menos un 50% de la producción y lo que quedó fue muy difícil de exportar por problemas de condición. Luego continuamos con  intensas lluvias desde la zona central a la zona sur. Durante el mes de diciembre, al menos 10 días de intensas lluvias en pleno peak de producción de nuestros arándanos en Chile. Finalmente, las ya habituales altas temperaturas en la zona sur durante el mes de enero.
Bueno hasta aquí me he referido a situaciones climáticas, pero si sumamos la creciente falta de mano de obra en nuestros campos, el bajo tipo de cambio y el bajo valor para la fruta de descarte, ¿podríamos estar hablando de una “Tormenta Perfecta” para nuestra situación interna?
Los problemas climáticos, la insuficiente mano de obra para cosechar en algunas zonas y el bajo valor para la fruta de descarte, confabularon en mi opinión, para que hoy se hable de una temporada con muchos problemas de calidad en destino. Sin duda, los altos porcentajes de rechazos de fruta que tuvimos en Chile no fueron suficientes para detener los problemas de calidad al arribo y esta situación afectó a toda la industria. Mucha fruta fue enviada con la convicción de que estaba con parámetros óptimos de condición pero no tuvo “las piernas”  para llegar a destino.
Lo que rescato de la temporada, es que en líneas generales el mercado absorbió bien los volúmenes y el precio fue bueno para la fruta que cumplió los estándares de calidad a la llegada. Y me refiero al mercado de USA,  que es el mercado que sigue consumiendo más del 80% de nuestros arándanos. Esto último me deja con una sensación positiva después de experimentar tantos problemas, más bien internos.
Pero hablemos del futuro, ¿qué hacemos para mejorar la calidad de nuestros arándanos y así obtener precios razonables, en un mercado cada vez más exigente? Si bien el clima no lo manejamos, tampoco el tipo de cambio y poco podemos hacer respecto la falta de mano de obra, sabiendo además que debemos dejar de hablar de una temporada “normal” en cuanto a clima, debemos aceptar que seguirá lloviendo, habiendo heladas y exceso de calor en cosecha, años más años menos, pero no podemos soñar con la temporada perfecta en este sentido. Creo que las líneas de acción podrían ir por varios frentes:
1. Recambio varietal;  debemos apuntar a variedades firmes de buen calibre,  buen sabor y que viajen bien.  USA, Europa y China están entre 15 y 35 días de nuestro país y debemos llegar con arándanos perfectos ya que el cliente no sabe  de distancia ni de tiempos de tránsito.
2. Los exportadores debemos aunar fuerzas para intentar llegar en el menor tiempo posible a los mercados, bajar los tiempos de viaje y quizás los tiempos desde cosecha a embarque. Esto último pasa por los procesos internos que debemos sortear para inspeccionar la fruta antes de exportar.
3. Los productores deben sincerar la cantidad de fruta que realmente pueden cosechar para exportación. Me refiero a que si por ejemplo un  huerto necesita 200 personas para cosechar el 100% de la fruta y sólo lo está haciendo con 100 personas no van a cosechar una buena calidad y el resultado final será peor que haber cosechado el 50% de su huerto para exportación.
Creo que debemos definir al comienzo de la temporada cuántas hectáreas y/o variedades, cosecharemos en forma eficiente y con el foco puesto en la calidad para exportar, el resto debería destinarse  directamente al mercado de IQF.
4. La cosecha directa a pocillo, creo que representa un enorme desafío y pienso que puede ser una clara solución a los problemas de condición.
Debemos romper paradigmas en cuanto a este tipo de cosecha, ya que si bien puede ser más lenta y por lo tanto se puede acrecentar el problema de mano de obra, no es más cara que la cosecha a granel con posterior packing y finalmente termina siendo más rentable para el productor debido a que los rechazos en Chile y en destino tienden a cero. Y eso sí que es importante para la obtención de un buen precio y el negocio global.
5. La  transparencia por parte de las exportadoras es muy importante y me refiero en específico a informar a los productores los problemas de calidad en destino. Históricamente  han existido rechazos en destino. En los últimos años estos han aumentado porque los mercados están más exigentes y por problemas climáticos. Este es un negocio fundado en la confianza, si se mezclan los rechazos en un mismo pool de ventas, el productor nunca podrá saber cómo llega su fruta y por lo tanto no podrá mejorar o cambiar (variedad, manejo, etc.)  si es que necesita hacerlo.
6. Asesoría técnica, un negocio ya maduro con altos volúmenes y precios de venta que se van ajustando, nos demanda mayor prolijidad en lo técnico; fertilización, poda y riego son claves para aumentar nuestra calidad y nuestros rendimientos. Por otro lado contar con  análisis de suelo y foliares todos los años nos permitirán hacer los ajuste necesarios para lograr el éxito en nuestro negocio, un llamado a nuestros agrónomos y asesores técnicos a estar a la vanguardia en lo que es la Agronomía propiamente tal.
Finalmente creo que esta temporada debe marcar el inicio de una nueva era en nuestro negocio,  que debemos seguir construyendo y mejorando en conjunto, productores y exportadores. Debemos cuidar nuestro prestigio internacional como país exportador de fruta,  son los arándanos de Chile los que salen al mundo y no los de una empresa en particular.
Por otra parte la “competencia internacional”  está activa. Países como México, con una variedad de climas que les permite cosechar en épocas muy similares a las nuestras (febrero a abril por ejemplo), además de los beneficios que le da la cercanía al principal mercado (USA), y Perú con inmejorables condiciones climáticas, buenos suelos y mano de obra que les permitirá posicionarse como un excelente abastecedor de arándanos en los meses de septiembre a noviembre.
Es la  CALIDAD y no el volumen los que nos permitirá seguir siendo líderes en este negocio, que afortunadamente crece y cada vez son más los consumidores de todo el mundo los que lo están prefiriendo.

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