jueves, 9 de mayo de 2013

Columna: El encanto de Colombia


Introducción al panorama productivo agrícola, por Enrique Villegas, CEO EVT
Enrique Villegas.Matri.Leticia.Mas Cerca
Colombia es un país de regiones, un país diverso, de acentos, un país de culturas. La Cordillera de los Andes surca América del Sur partiendo desde Chile hacia el norte llegando al Ecuador y tan pronto entra a Colombia, en el lugar llamado el Macizo Colombiano, esta cadena montañosa se divide en tres, formando lo que llamamos las Cordilleras Occidental, Central y Oriental.
Como bien dice al adagio popular que todo lo que sube baja, o después de una montaña hay un valle, en medio de estas grandes cordilleras se generan extensiones de valles denominados Valles Interandinos y llamados así en honor a la gran Cordillera de los Andes.
Estas 3 grandes cadenas montañosas alcanzan en algunos picos alturas superiores a los 3.000 metros sobre el nivel del mar, inclusive hay nieves perpetuas o nieve durante todo el año y en estas partes altas se desprende una geografía con lagunas heladas, ojos de agua, grandes nacimientos por la descongelación o porque con el pasar de las nubes, éstas generan la acumulación en los doseles de los árboles, musgos, líquenes, orquídeas y bromelias que retienen y acumulan el roció para luego liberarlo lentamente. Aquí entonces, se generan los nacimientos de agua que dan vida a riachuelos, cascadas y ríos que surcan la geografía sirviendo a la irrigación y drenaje de la agricultura y el sector pecuario.
El país cuenta con una extensión de 1.141.748 km 2 y una tercera parte del área se encuentra en la región interandina, en donde se asienta la mayoría de la población del país. Las otras dos terceras partes están en lo que se llaman los Llanos Orientales, que son unas grandes sabanas similares al cerrado del Brasil.
Pero también, esta geografía genera un sin número de situaciones muy particulares en nuestro país. Déjenme enunciar sólo algunas de ellas para no caer en clase de geografía y/o humanidades de lo cual sé poco, sería un fracaso, y sólo conseguiría aburrirlos.
La maravilla o la magia que hay detrás de estas montañas y valles saltan a la imaginación cuando uno logra oír las historias narradas por las personas mayores que nos transportan a las épocas en donde a lomo de mula o caballo lograban cruzarlas para crear nuevos asentamientos urbanos, mejor agricultura en estas tierras o para mercadear y vender sus productos. Estarán imaginando estos parajes que en algunos casos como el de los japoneses inspiró una migración a estas maravillosas tierras. (hablare de esta migración en otra oportunidad puesto que agrícolamente cambió la cultura de la región denominada el Valle del Cauca)
Pero esto que trato de narrarles, que es algo divino, genera por aquello de las separaciones entre los valles y montañas una serie diversa de culturas entre las poblaciones. En Colombia, todos hablamos el castellano, pero en cada uno de estos valles se habla con acentos diferentes, también son diversas las costumbres de sus gentes, la manera como se practican los credos, la preferencia por la música, la manera como se educa a los niños y hasta los paisajes que aunque tratemos de verlos iguales en realidad son distintos. La flora, fauna y el urbanismo están en armonía con sus habitantes.
Pero tanta maravilla no podría ser gratuita, como bien digo a mis amigos “No hay almuerzo gratis” y el tener que recorrer las distancias entre las montañas por sus alturas y la falta de un desarrollo vial acorde con la realidad del país trae grandes problemas de  movilidad. Acarrean costos elevados y nuestros fletes internos son mas costosos que los marítimos.
Colombia es la vedette de Latino América. Los tratadistas de las instituciones multilaterales indican que será la tercer economía después de Brasil y México. Al país llegan a diario grandes inversionistas principalmente en minería, gas y petróleo, incluso llega a verse restaurantes en donde se hablan diversos idiomas menos el español, y esto ante tanta afluencia de personas de negocios. Amanecerá y veremos ese florecimiento ….
El Colombiano es reconocido como luchador, educado, de empuje, aguerrido, simpático, muy trabajador y es quizá esto es el resultado de las grandes dificultades políticas y económicas que ha vivido el país. Desde que tengo uso de razón, y no digo cuantos, he visto y vivido los problemas políticos y de violencia. Seguramente para ninguno de los lectores es un secreto lo que ha vivido Colombia en los últimos 50 años. Una guerrilla que nació por una diferencia entre los conceptos de vida de los partidos políticos de entonces, motivada luego por el deseo de cambios sociales y económicos, acrecentada por los principios comunistas y luego mutada y degradada hacia el narcotráfico. Han sido años de conflicto permanente principalmente en los campos y luego en las ciudades.
Luego llega un narcotráfico que encontró el espacio propicio para crecer, ante un territorio extenso, agreste por las montañas y los valles ya narrados, con poca institucionalidad del estado y sólo con presencia en algunas regiones por el conflicto armado. Entonces fue el espacio propicio para que floreciera ese negocio que tanto mal ha hecho a la patria, no sólo internamente sino a la imagen en el exterior.
Pero como el Colombiano ha vivido entre estas dificultades y ha logrado sobrepasarlas, hoy tenemos el país que tenemos. Un país creciendo, buscando abrirse al mundo del que estuvo oculto por décadas y con 14 acuerdos de libre comercio firmados para 1.500 millones de habitantes, discutiendo y por suscribir otros 5 lo que subiría a 1.700 mm de habitantes como potenciales compradores de sus bienes y servicios. Descontando los demás sectores de la economía nacional y centrándonos en el tema agrícola son potenciales consumidores de nuestros productos tropicales y sub tropicales.
Tenemos para ofrecer los diversos productos que se cultivan en diferentes alturas. En Colombia compensamos la latitud con la altitud y es por eso que nuestras cordilleras y valles toman la importancia que tienen. Por esta geografía podemos cultivar en todos los climas y variedad de productos.
Los clusters de las flores, banano, lácteos, café, azúcar y sus derivados de biocombustibles y energía, aceites derivados de la palma de aceite y su biodiesel son sólo unos ejemplos de los renglones de importancia en el país.
En el próximo artículo hablaremos de la composición demográfica de los agricultores, nos centraremos en analizar las potencialidades y las realidades del sector de frutas y hortalizas en el contexto del mercado doméstico Colombiano y de las posibilidades explotables.  Dudas, aclaraciones son bienvenidas en evt@evtco.co

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