viernes, 10 de mayo de 2013

Columna: Monilia Fructicola, la nueva enfermedad que amenaza a los carozos


Por Centro de Evaluación Rosario 
cerosarioMonilia fructicola o sus sinónimos de Sclerotinia fructicola, pudrición parda, moniliasis, brown rot o pudrición marrón es la enfermedad que ataca a los carozos más agresiva del  mundo, siendo el cerezo el frutal más afectado, bajando la producción e infectando frutos en pos cosecha.
Esta enfermedad se encuentra globalmente distribuida sin incluir la Unión Europea, Turquía y Marruecos en donde la enfermedad tiene el estatus de plaga cuarentenaria. En Chile se encontraba en esa condición hasta que Octubre del año 2012, tras una serie de denuncias y muestras positivas que se remontan hace tres años, el SAG declara el control obligatorio  para la plaga en los huertos de carozos (Prunus spp).
Esta patología no debe confundirse con Monilia laxa niMonilia Fructigena (no está presente en el país). Alguna diferencias son el origen, M.Laxa es de origen Europeo mientras que M.Fructicola es Americana, sin embargo, la principal diferencia está en el daño que producen siendo el de M.Laxa principalmente a flores y el de M.Fructicola ataca atizonando flores, generando cancros en ramillas que producen su muerte (con exudación de goma en algunos casos) y pudriendo frutos en huerto y en pos cosecha, viéndose afectada la cadena de producción, transporte, almacenaje y comercialización.
Los factores climáticos más favorables son humedad relativa alta y temperaturas entre 20 a 25ºC; con ambos factores presentes, M.Fructicola necesita sólo de 5 horas para inocular el tejido que se está atacando. Posee estados invernantes en el suelo o árbol que generan una gran presión de inóculos que se diseminan por viento o lluvia.
En la temporada recién pasada (2012-2013) se generaron grandes pérdidas económicas en los duraznos conserveros por pudriciones una vez cosechada la fruta. Por otra parte, se estima que en huertos con identificación positiva, las pérdidas fueron de alrededor de un 50% en producción y comercialización.
Esta patología llegó para quedarse; encontró en nuestro país condiciones que le permiten desarrollarse sin limitaciones y a este escenario de ramificación tenemos que aprender a producir con ella, incluyéndola en nuestros programas fitosanitarios y controles culturales.
Pero no todo es tan negro, tenemos la experiencia de los países que presentan esta enfermedad desde hace varias temporadas. El control está enfocado a prácticas culturales como la eliminación de frutos momificados en pos cosecha y ramillas infectadas, aplicaciones en salida de invierno al suelo y a árboles para bajar la presión y, las más determinante de todas, aplicaciones en floración (pueden ser dos o más dependiendo de las condiciones del clima) y en pre cosecha. El SAG presentó un listado de 12 productos  que, sin ser probados en nuestro país, creen que tienen un efecto en el control de esta enfermedad. También está la necesidad de desinfectar recipientes utilizados en cosecha, transporte y comercialización.
Nuestra misión como Centro de Evaluación es realizar todas las pruebas necesarias para entregarles a los productores las herramientas más eficaces en el control de esta enfermedad. Es por esto, que los invito a seguir nuestros estudios y esta columna en donde los mantendremos informados de resultados.

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