domingo, 26 de mayo de 2013

¿Cómo hacerse de dólares “legales” y a un precio más barato que el blue?

No todo está perdido para quienes buscan atesorar divisas. Existen alternativas sencillas para dolarizarse lícitamente. Para los que quieren el dinero “ya”, hay una manera que, además, permite hacerse de billetes a un valor menor al del paralelo. Y está la “clásica”, para los que prefieren esperar.
Quienes operan habitualmente en el mercado argentino se destacan por su enorme capacidad de adaptación a los cambios que impone la realidad, ya sean propios de la actividad como los establecidos por las autoridades de turno.
De eso pueden dar cabal testimonio quienes, “atrapados” por el cepo cambiario y, por lo tanto, imposibilitados de acceder al dólar en el circuito oficial, encontraron la manera de hacerse de divisas estadounidenses en forma legal.
Claro está que, para ello, deben pagar un precio bastante alejado de los $5,25 que fija el Banco Central para el “mercado único y libre”, características que hace un buen tiempo ya no posee.
En efecto, a través de los bonos existen, al menos, dos maneras para poder acceder al dólar:
• Recurrir al “conta con liqui casero” para hacerse “ya” de billetes.
• Comprar bonos y esperar al cobro de estos títulos.
Cabe señalar que, a diferencia de otras alternativas mucho más complejas -que requieren de cierto grado de sofisticación y contar con cuentas en bancos en el exterior- la primera opción es muy sencilla, ya que no requiere de “apoyo externo”.
De hecho, apenas se necesita ser titular de una cuenta bancaria en moneda local y otra en divisas estadounidenses.
Desde un conocido banco nacional líder en el segmento minorista, su jefe de “Banca de Individuos” detalla aiProfesional cómo funciona el sistema:
1. Se debe contar con una cuenta en pesos y otra en dólares en un banco local, que muchas veces son ofrecidas en los denominados paquetes de productos.
2. Se ordena la compra de una determinada cantidad de bonos, que podría ser el Bonar VII (en la misma entidad bancaria o vía un agente o casa de bolsa), que cotiza a $915.
3. Mediante una simple transferencia, se acreditan los fondos correspondientes en pesos en una cuenta a su nombre en el banco o en esa casa de bolsa.
4. Se dejan transcurrir tres días hábiles -que es el plazo mínimo fijado por la Comisión Nacional de Valores- y, una vez cumplido el mismo, se da el mandato de venta pero, esta vez, en dólares (bajo la denominación AS13D), que cotiza a $105.
5. Una vez que se concreta dicha venta, se acreditan los dólares en la cuenta del banco local y así se completa la transacción.
Luego de concluida la operación se determina el tipo de cambio implícito -que surge simplemente de dividirambos precios ($915/ $105)- que da como resultado 8,71 pesos.
A este valor debe sumarse la comisión del agente, por lo que el costo final para hacerse de divisas se eleva a unos $8,80 por dólar.
Así, el particular puede hacerse de billetes verdes legales y a una cotización más barata que la del blue ilegal.
Los bonos más usados
El listado de bonos que más se está utilizando en la actualidad y que concentra el interés de los inversores incluye el ya mencionado Bonar VII (AS13), el Boden 2015 (RO15) y el Bonar 2017 (AA17).
Dado que todos ellos tienen su propia dinámica, la pregunta de rigor es, ¿qué valor del dólar resulta de esta sencilla operatoria que, en la jerga de la city porteña, se conoce como “dólar bono”?
En el caso de recurrir al Boden 2015 y al Bonar X surge un tipo de cambio de $8,69 y $8,74, respectivamente.
En estos dos últimos casos el “dólar implícito” también se ubica por debajo del paralelo.
Más allá del “ahorro” logrado, cobra relevancia el hecho de que la legalidad de la operación permite manejar unacontabilidad prolija y, además, resulta más segura que movilizarse con dinero a una cueva.
Muchos particulares se han ido sumando a ambas modalidades, la del “conta con liqui” casero y la de compra de bonos, aseguran los analistas a iProfesional.
“Esta operatoria viene creciendo de manera sostenida y en días de gran actividad puede llegar a mover mucho volumen”, destaca a este medio un operador cambiario. 
Desde una de las más conocidas casas de bolsa porteñas, el responsable del área de títulos soberanos señala que “prácticamente el 100% de los bonos denominados con la ´D´ está calzado con operaciones en pesos”.
Poca difusión
Esta operatoria es utilizada por empresas y en este último tiempo por más particulares que se han ido sumando. 
“El monto mínimo de inversión es muy bajo y esto facilita el acceso a una gran cantidad de personas”, asegura un operador.
La pregunta es, entonces, ¿por qué este mecanismo no ha cobrado mayor notoriedad? Los analistas señalan que se debe a un alto grado de desconocimiento por parte de los pequeños ahorristas.
Para Horacio Corneille, director de la Sociedad de Bolsa que lleva su nombre, la cantidad de transacciones podría ser aun mayor, pero siempre está el temor infundado a no poder retirar luego los billetes verdes.
“Hasta ahora no hemos tenido ningún problema para que los particulares cobren. Les interesa, sobre todo, a los que tienen pesos en blanco”, aclara.
Una reconocida analista de la city porteña destaca que “es una transacción absolutamente legal que responde a las exigencias del Banco Central para las operaciones de contado con liquidación, en cuanto a la obligación de mantener los títulos en custodia durante tres días”.
Otra de las cuestiones que hicieron que esta práctica antes no tenga mayor notoriedad está vinculada, justamente, con la evolución del precio de blue.
En efecto, es en este último mes cuando el billete se disparó hasta llegar a tomar una distancia de casi el 100% respecto al oficial. Al hacerlo, es decir, al ampliar la brecha, la compra en el circuito informal se hizo más caraque la plaza formal.
“Hoy por hoy se trata de la única vía legal que quedó disponible para comprar dólares casi al contado para atesoramiento. Por eso, en las últimas semanas, estamos abocándonos a difundirla entre nuestros clientes”, explica un operador que pidió no ser mencionado.
Fuertes demandantes
Más allá de una gran cantidad de particulares que van “descubriendo” las ventajas de este sistema, los principales demandantes son las empresas que no pueden girar dividendos al exterior pero que prefieren conservar sus ganancias en dólares.
Pero, tal como se mencionara, el “conta con liqui” no es la única forma de acceder a los billetes verdes sin transgredir las normas cambiarias.
Existe otra, más económica, pero que requiere de una elevada dosis de paciencia. Se trata simplemente decomprar alguno de estos bonos y “olvidarse” que se los tiene.
En otras palabras, adquirir por ejemplo el Bonar VII y esperar a su vencimiento. En este caso, la “vigilia” será breve, pues el papel caducará el próximo 12 de septiembre.
Ese día pagará su último cupón de intereses, que serán del 3,5% en dólares, y restituirá todo el capital invertido. Es decir, quien haya hecho una inversión de u$s100 dólares, recibirá u$s103,5 billetes de esa moneda.
Para calcular el dólar implícito actual que obtendrá quien compre el Bonar VII en estos días, se debe tener en cuenta su precio de mercado y dividirlo por su valor técnico al vencimiento (los mencionados u$s103,5).
La cotización en bolsa ronda los $915. Ese es el precio que paga quien adquiere el derecho a cobrar aquel importe en el lapso de cuatro meses.
En este caso, el dólar implícito futuro de este bono (915/103,50) es de unos $8,74 por dólar.
Pero, al igual que en el caso del “conta con liqui”, también es factible hacerse de dólares al vencimiento delBoden 2015 y el Bonar X, este último con vencimiento en abril 2017.
En estos casos, para determinar el dólar implícito se requiere algún cálculo relativamente más complejo, ya que deben tomarse en cuenta cada uno de los vencimientos de intereses y las correspondientes devoluciones de capital.
En el caso del Boden 2015 (cuyo precio es $786), dicho dólar implícito -para quien esté dispuesto a esperar a su vencimiento- es de $7,01.
En tanto, para el caso del Bonar X arroja una cifra cercana a los $6,16.
El porqué de la diferencia entre ellos se debe, entre otros factores, al riesgo que representa cualquier operación financiera a mediano plazo.
Según Sabrina Corujo, economista de Portfolio Personal, “el Bonar VII es un título atractivo para comprar, al igual que todos los de corto plazo, como el Boden 2015 y Bonar X, entre otros, pues tiene una tasa atractiva en dólares, superior al 15% en esa moneda”.
Para Eduardo Fernández, analista de Rava Sociedad de Bolsa, “el Bonar VII es la opción más conservadora, segura y recomendable para el pequeño inversor porque paga en dólares, ante de las elecciones (el 12 de septiembre) y con un plus de 3,5% de tasa de interés”.
“Nosotros seguimos recomendando, de cara al mediano plazo, todos los títulos en dólares, porque el billete estadounidense tiene tendencia alcista”, agrega el analista de Rava.
“El más riesgoso es el Global 2017 porque vence a más largo plazo y, justamente, por ello paga más tasa”, concluye Fernández.
Estas alternativas financieras del mercado de capitales hacen posible proveerse de dólares de forma legal. Lo que no es poco en épocas de cepo.

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