sábado, 18 de mayo de 2013


El control de la tuberculosis bovina

En España, según el programa nacional de saneamiento ganadero, se exige el sacrificio del animal que haya dado positivo en los análisis de tuberculosis
La tuberculosis bovina está provocada por la bacteria Mycobacterium bovis. Es una enfermedad contagiosa que se propaga por contacto con animales infectados. Se transmite por vía respiratoria, por la inhalación de gotículas infectadas que un animal enfermo expulsa al toser o respirar. El problema de esta enfermedad es que un solo animal puede transmitirla a una gran cantidad de animales, incluso antes de que se manifiesten los signos clínicos. El pasado mes de abril se confirmó un foco de tuberculosis bovina en Asturias, casos esporádicos que no suponen ningún riesgo para el consumidor. El artículo explica qué es la tuberculosis bovina y cuál es el papel del saneamiento animal para poner cerco a la enfermedad.
Los principales signos que evidencian la presencia de tuberculosis bovina son variados, pero destaca ladebilidad progresiva del animal, pérdida de apetito y de peso, fiebre, tos seca, aceleración de la respiración o dificultad para respirar, diarrea y, a la larga, la muerte. Sin embargo, en ocasiones la bacteria permanece en el organismo del animal sin desencadenar la enfermedad. La aparición en las ganaderías de esta enfermedad representa una importante pérdida económica, tanto por el sacrificio de los animales como por la prohibición del movimiento o por las campañas de control y erradicación.
Según informaban las autoridades sanitarias asturianas, en el último año se han sacrificado más de 100 animales que han dado positivo en el control de tuberculosis y se ha detectado una mayor incidencia a la esperada en la zona desde finales del año 2011. Aunque no ha sido una situación alarmante, se pusieron en marcha campañas para evitar que la situación empeorase. Las medidas llevadas a cabo por el Ejecutivo regional de la zona han sido la aplicación de nuevas campañas de saneamiento de las ganaderías, donde se ha detectado el incremento de los casos de tuberculosis, y de los pastos de la misma zona ya que existen terrenos comunes donde se mezclan reses de diferentes explotaciones durante la época de pasto. Las acciones se han llevado a cabo de forma inmediata para poder preparar los pastos en los meses más calurosos, los más propicios a que las reses estén en el exterior.

Saneamiento animal

En España, según el programa nacional de saneamiento ganadero, se exige el sacrificio del animal que haya dado positivo en los análisis de tuberculosis. También se deben analizar los restos para certificar la presencia de la enfermedad. La prevención en estos casos resulta vital para los animales, sin duda, y para los ganaderos. Un programa de salud de alta calidad es esencial para el desarrollo del animal y para evitar la presencia de enfermedades. Es importante mantener un ambiente limpio y confortable, un adecuado programa de nutrición y de vacunas o tratamiento de enfermedades y un control exhaustivo en el registro de todos los tratamientos. Se recomienda:
  • Identificar todos los animales, también los que han sido tratados.
  • Registrar todos los tratamientos realizados con la fecha, identificación de los animales, producto utilizado, ruta de aplicación, dosis y tiempo de retirada.
  • Control exhaustivo de la alimentación.
  • Verificar el color, olor, humedad y posibles cuerpos extraños de los alimentos.
  • Almacenar por separado los alimentos medicados o los medicamentos que se agreguen en los alimentos.
  • Limpiar de forma adecuada los equipos de alimentación después de su uso.
  • Seguir los tiempos de retiro recomendados para los medicamentos que se agreguen en el alimento.
  • Prevenir la contaminación fecal de los alimentos.

Cerco a la tuberculosis

Para la prevención de la enfermedad, es imprescindible realizar una prueba individual para cada animal, seguida del sacrificio del mismo en caso de dar positivo. Se trata de evaluar de manera constante que no aparezca ningún brote en las ganaderías.
  • Aplicar medidas intensivas de vigilancia mediante la inspección de las explotaciones.
  • Realizar pruebas individuales de manera sistemática.
  • Eliminar los animales infectados.
  • Minimizar el tiempo de permanencia de los animales que hayan dado positivo.
  • Control de los desplazamientos de los animales.
  • Realización de un examen post mortem de la carne para evitar que entre en la cadena alimentaria.

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