El escándalo de la carne de caballo lleva a un plan antifraude en la UE

BRUSELAS – La Comisión Europea propuso el lunes más inspecciones no anunciadas a la industria alimentaria y multas más duras para quienes cometan fraude en el etiquetado, tras descubrirse este año que millones de europeos comieron carne de caballo etiquetada como vacuno.

Si la aprueban los gobiernos y el Parlamento Europeo, las nuevas normas forzarían a los países miembros a imponer multas que equivalgan a las ganancias con los casos comprobados de fraude alimentario, dijeron las autoridades.

Se cree que las redes no identificadas a las que se responsabiliza del escándalo de carne de caballo en Europahan hecho grandes ganancias al emplear millones de toneladas de carne de caballo barata en lugar de vacuno, más caro, en productos como albóndigas y lasaña.

Los gobiernos de la UE se han mostrado reacios en el pasado a acordar las sanciones económicas mínimas impuestas por Bruselas, pero la Comisión cree que el deseo de dar seguridad a los consumidores tras el debate surgido por el escándalo de la carne de caballo podría alimentar el debate.

“Los delitos no deben compensar, pero si las sanciones son bajas, sí lo hacen”, dijo el comisario de Consumo de la UE, Tonio Borg, en rueda de prensa.

Las sanciones para el tipo de etiquetado fraudulento usado en el escándalo de carne de caballo varían de país en país. Una condena en Reino Unido podría conllevar una pena de cárcel de hasta dos años, mientras que la sanción máxima es una multa de 187.000 euros.

Las propuestas forzarían también a los gobiernos por primera vez a llevar a cabo una serie de inspecciones no anunciadas a los operadores de la industria alimentaria, para comprobar que el contenido de sus productos encaja con lo que se lee en el etiquetado.

El escándalo de la carne de caballo surgió en enero, cuando se halló ADN de caballo en hamburguesas congeladas vendidas en supermercados irlandeses y británicos.