¨El gasto público es el 50% del PBI¨

El economista ligado a la SRA, Ezequiel De Freijo, analizó los resultados del último estudio en el que revelan el impacto de la carga fiscal en las principales provincias productivas del país.

Las principales provincias agropecuarias de la Argentina afrontan un aumento de los impuestos cercano al 200%. El dato se desprende del último estudio realizado por la Sociedad Rural Argentina (SRA) en el cual relevaron el impacto de los últimos aumentos del impuesto Inmobiliario Rural (IIR) y sus consecuencias en los impuestos nacionales, como Bienes Personales y Ganancias. Al respecto, el economista de la entidad, Ezequiel De Freijo, aseguró que esto se debe al creciente gasto público, el cual obliga a “succionar” más recursos de la actividad privada.

Para De Freijo, “el origen está en el fuerte aumento del gasto público en la última década. El gasto público consolidado hoy es el 50% del PBI, o sea, la mitad de lo que el país produce en el año. Esto genera necesidades de aumento de ingresos para financiar, lo cual genera presión sobre los precios porque no fue acompañado por aumento de la producción”.

“Las provincias no se han podido escapar de ajustar sus presupuestos al ritmo del aumento de salarios que marcaba la Nación, mientras que los recursos tributarios de las provincias han sido condicionados por las transferencias de la Nación. Esto, que era institucionalizado con la coparticipación, al introducirse las retenciones afectó fuertemente la recaudación que se coparticipaba con (el impuesto a las) Ganancias. Esos recursos se distribuyen en forma discrecional por el Gobierno nacional”, añadió.

En este contexto, se generó una situación que, “mientras la economía lo permitía, los gobiernos lo aprovecharon. Pero en 2012 esa situación se fue. Empezaron los problemas de financiación del gasto público creciente, y las provincias han tenido que ir aumentando la carga tributaria provincial”.

“Los aumentos no fueron solo de IIR, sino también del impuesto a los Sellos e Ingresos Brutos (IIBB). Cabe mencionar que todo este aumento de los impuestos no es la primera vez que lo hacen. Desde 2002, habían aumentado tres veces. El resultado de todo esto va a depender del nivel de productividad de cada región y la cercanía a los puertos”, aseveró.

Con aumentos de las valuaciones que van del 582% (Buenos Aires) o 120% (Santa Fe) “el productor no va a tener los recursos para tener insumos que permitirían una mayor cosecha”.

Así, concluye el economista, se generan distorsiones, como el caso del Sudoeste bonaerense, donde “el IIR tiene exención del 70% porque la provincia quiere impulsar el desarrollo de esa región, y por este revalúo hace que todo ese esfuerzo fiscal fluya en forma de otros impuestos”.

Además, se correría el riesgo de caer en impuestos confiscatorios, porque “ese activo se va a ver comprometido el pago del impuesto. Si uno debe reducir el activo para hacer frente al impuesto sería confiscatorio”.