La cadena de frío es esencial para la inocuidad y calidad de los alimentos

Chile es uno de los países que más ha avanzado en manejar la cadena de frío de sus productos, debido a que también debe abastecer mercados distantes. En ACHIPIA sostienen que nuestro país, además, está en proceso de modernización de la gestión de la inocuidad de los alimentos, donde el cambio apunta a un enfoque preventivo.

El concepto de seguridad alimentaria puede tomarse desde diferentes puntos de vista. El primero se refiere a contar con alimentos de calidad microbiológica y sanitaria óptimas. Es decir, que un alimento pueda ser consumido sin riesgo alguno.

Otro concepto se refiere a tener la garantía de disponibilidad de un alimento para ser utilizado en la dieta.“Apunta al autoabastecimiento de alimentos de un país para su población. Significa que no dependa de las importaciones y que estos alimentos sean usados para consumo humano y no para otros fines, como alimentación animal o bioenergía”, explica José Antonio Olaeta, decano de la Facultad de Agronomía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, ingeniero agrónomo y Máster of Science en Tecnología de Alimentos.

Agrega el experto que la cadena de frío cumple un rol fundamental en la calidad y seguridad de los alimentos. “En aquellos frescos como frutas y hortalizas, la cadena de frío determina su vida útil al reducir el deterioro propio del producto y la acción de microorganismos como hongos y bacterias que deterioran la fruta y hortalizas en almacenamiento, impidiendo su comercialización”.

En cuanto a productos congelados, esta cadena debe ser realizada a temperaturas de -18ºC, ya que la descongelación y posterior congelación tiene efectos sobre la calidad. “Estos deben ser consumidos al momento de descongelarse, ya que su mantención por largo tiempo a temperatura ambiente produce contaminación y deterioro”.

Exportación

José Antonio Olaeta señala que Chile ha desarrollado una importante industria de exportación de productos frescos y procesados, los que se comercializan en mercados como Europa, Estados Unidos y el Sudeste Asiático, entre otros, lo que hace que la cadena de frío sea fundamental para lograr comercializar un producto que tenga altos estándares de calidad y que sea competitivo con otros productos. “En este sentido, Chile es el país que más ha avanzado en el mundo en manejar la cadena de frío de sus productos debido a que debe abastecer mercados distantes, siendo este aspecto fundamental para lograrlo”.

Considerando este panorama, sostiene Olaeta que los desafíos son llegar sin problemas con los productos a todos los mercados, independiente de las distancias. “Para ello, la investigación en el área de poscosecha e industrialización debe potenciarse y ser apoyada con fondos, ya que de ello depende nuestra competitividad futura”.
 
Fiscalización

La Agencia Chilena para la Calidad e Inocuidad Alimentaria (ACHIPIA) es una comisión asesora presidencial que tiene la tarea de ayudar al Presidente de la República en todo cuanto diga relación con la identificación, formulación y ejecución de políticas, planes, programas, medidas y demás actividades relativas a la calidad e inocuidad alimentaria, y también con el desarrollo de un sistema nacional en este ámbito, además de servir de instancia de coordinación entre los organismos con competencias asociadas a dichas materias.

Así lo señala Nuri Gras, secretaria ejecutiva de ACHIPIA. “La agencia busca constituirse en un organismo integrador con un enfoque global y preventivo de los procesos alimentarios, que coordine el Sistema Nacional de Inocuidad Alimentaria con herramientas de respuesta efectivas y que cuente con información con base científica que considere las necesidades reales del país, gracias a redes establecidas con la academia, con el sector productivo y los consumidores”.

Dice Nuri Gras que la necesidad de asegurar alimentos inocuos y de calidad a los consumidores, y generar una política nacional coherente con este fin, ha llevado a los distintos países a crear agencias dedicadas al desarrollo de un sistema de calidad e inocuidad alimentaria y coordinar a los organismos con competencias en esta materia.

“En 1997 Canadá crea la CFIA, mientras que el 2000 Reino Unido establece la FSA, y el 2002 la Unión Europea desarrolla la EFSA, por nombrar algunos ejemplos. Nuestro país en los últimos años ha aumentado el volumen de producción y de exportación de alimentos, los consumidores están más informados con respecto a lo que consumen, aparecen nuevas tecnologías y sistemas para la detección de parámetros para determinar la inocuidad de los alimentos, y los mercados van incrementando sus exigencias sanitarias oficiales, como también lo hacen los privados“, explica.

Hoy la ACHIPIA gestiona y coordina varios programas como el Sistema Integrado de Laboratorios de Alimentos, la Red de Científicos en Inocuidad Alimentaria, la Red de Información y Alertas Alimentarias, los Programas Nacionales Integrados en Inocuidad, las Comisiones Asesoras Regionales y la Secretaría y Punto de Contacto del Codex Alimentarius de Chile. 

Efectiva Gestión

Chile está en un proceso de modernización de la gestión de la inocuidad de los alimentos que se producen en el país, independiente si se consumen a nivel nacional o en los países donde se exportan, así como también de aquellos que se importan. “Los principales cambios son: de un enfoque reactivo y control en el producto final, a un enfoque preventivo con control en los procesos y a lo largo de toda la cadena productiva; desde el campo o el mar, a la mesa”, subraya Nuri Gras.

Fuente: Blueberries Chile

Comenta que esta gestión de la inocuidad deberá basarse en una adecuada institucionalidad integrada por los distintos ministerios y apoyada en una efectiva evaluación de riesgos con base científica, que permita la apropiada toma de decisiones.

“Además con una eficiente y eficaz articulación entre todos los actores involucrados, otorgando mayor responsabilidad a los productores y operadores para que entreguen un producto inocuo y de calidad. También, se debe fortalecer el Sistema Nacional para la Calidad e Inocuidad de los Alimentos, mediante la colaboración activa del sector público y privado“.