martes, 28 de mayo de 2013

Las exportaciones mundiales de carnes bovina aumentarían 6,7% en 2013


Las perspectivas para el 2013 indican que la expansión del comercio internacional de carne bovina continuará. De acuerdo con el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), las exportaciones mundiales de carne bovina crecerían 7,6% y se ubicarían cerca de las 9 millones de toneladas res con hueso.
El proceso se explica por la consolidación de India como principal exportador mundial. Se espera que este país exporte 2,16 millones de toneladas de res (28,6% más que en 2012), y que llegue a representar casi un cuarto de las exportaciones mundiales de carne bovina. Esto implicaría casi igualar el récord alcanzado por Brasil en 2007.
Por su parte, se espera que Brasil exporte casi 1,5 millones de toneladas de res, es decir 4% más que en 2012, y que llegue a explicar un 16% del total mundial. La disponibilidad de hacienda para enviar a faena, sumada a la debilidad esperada del Real, permitirían al principal socio comercial de Argentina incrementar su competitividad y, por lo tanto, sus ventas en el mercado mundial.
En lo que respecta a Estados Unidos, según la proyección del USDA sus exportaciones caerían 1% anual, hasta 1,1 millones de toneladas res. Si bien el dólar se mantendría débil en 2013, la rigidez de la oferta doméstica haría que los precios internos se mantengan altos y que ello anule la ventaja potencial ofrecida por el tipo de cambio.
En el Cono Sur de América, Paraguay y Uruguay, incrementarían sus ventas externas de carne bovina durante 2013. En el caso de Paraguay la recuperación sería de 4% (250 mil toneladas res con hueso) y Uruguay incrementaría un 3% (375 mil tn.).
Así como el rebrote de aftosa incrementó la dependencia de Paraguay de la dinámica del mercado ruso, Argentina y, principalmente, Uruguay continuarían viéndose beneficiados a través de mayores ventas a los mercados que perdió Paraguay: Chile e Israel, entre otros.
Entre los principales compradores de carne bovina, en 2013 Estados Unidos y México serían los más dinámicos. Estados Unidos elevaría sus compras 11% anual, hasta 1,2 millones de toneladas, compensando un menor nivel de faena doméstica, en un contexto de demanda estable. En el caso de México, crecerían 16,7% anual, hasta llegar a 350 mil toneladas equivalente a res con hueso, para compensar la baja de la producción y el aumento de las ventas externas. En cambio, Rusia mantendría sus compras en 1,1 millones de toneladas en 2013, pasando a ocupar el segundo lugar, detrás de EE.UU.
En tanto, se espera que los países de Medio Oriente y del Norte de África aumenten sus compras de carne bovina, las que beneficiarían principalmente a India y Brasil, los países en mejores condiciones de aprovechar la situación. El USDA proyectó subas del 20% anual para Argelia, 8% para Israel y 5% para Arabia Saudita. Al mismo tiempo, espera que crezcan las compras de países más pequeños, como Omán, Libia y Emiratos Árabes Unidos. Sólo Egipto reduciría sus importaciones cárnicas 2% anual, hasta 225 mil toneladas debido a que una mayor producción estaría en condiciones de abastecer el mayor consumo interno.
Cuando se apunta al mediano-largo plazo, las perspectivas alentadoras se potencian. En sus proyecciones a 10 años, la OCDE y la FAO consideraron que las variables que dinamizaron el mercado mundial en los últimos 10 años, continuarán operando en la década en curso, impactando positivamente en los consumos y el comercio internacional de las principales fuentes de proteína animal. La carne aviar sería la más beneficiada de todas, seguida por las carnes porcina y bovina en segundo y tercer lugar, respectivamente.
El crecimiento de la población y el continuo incremento del ingreso per cápita esperado en los países emergentes, que parten desde niveles muy bajos de consumo de carne, darán lugar a la consolidación del proceso de urbanización y al persistente cambio en la dieta alimentaria. Es decir, en la segunda década del siglo XXI seguirá creciendo la demanda de proteínas de origen animal en forma más que proporcional a la evolución del ingreso per cápita, en detrimento de las proteínas de origen vegetal.
Adicionalmente, en las perspectivas de corto plazo debería tenerse en cuenta el rol de los requisitos de sanidad e inocuidad. En particular, se considera que los aspectos de sanidad animal perderán relevancia en relación a los requerimientos de inocuidad (contaminantes y residuos de productos veterinarios y agroquímicos) que se incrementaran transformándose en condiciones de acceso a nivel de países exportadores así como criterios de inclusión y exclusión de empresas exportadoras.
Asimismo, los estándares privados de cadenas minoristas seguirán creciendo con estándares superiores a los gubernamentales. Por lo tanto, las condiciones de sanidad animal e inocuidad serán claves para la competitividad de los países exportadores.
Se estima que el 77% del crecimiento esperado de las producciones de carnes entre 2009/ 2011 y 2021 (aviar, porcina, vacuna y ovina) se registraría en el mundo en desarrollo, al tiempo que 56% del aumento de la demanda se daría en Asia y el Pacífico, 18% en América Latina y el Caribe, y 8% en África. En cambio, Estados Unidos absorbería sólo 8% del mayor consumo y la Unión Europea otro 6%.
En el caso particular de la carne bovina, el consumo mundial llegaría a 80 millones de toneladas (equivalente res con hueso) en 2021, lo que significaría un avance del 17% con relación al período base (2009-2011). En términos absolutos, el aumento sería de 11 millones de toneladas, 80,5% del cual se ubicaría en el mundo en desarrollo y sólo 19,5% en el mundo desarrollado.
Las exportaciones mundiales de carne vacuna se expandirían 21% entre los períodos señalados, hasta las 9 millones de toneladas equivalente res con hueso anuales. Entre los países en desarrollo que más aportarían a la expansión se encontrarían India y los tres países del Cono Sur de América, que en conjunto explicarían un 43% del aumento esperado. El país asiático explicaría 17% del crecimiento de las exportaciones mundiales, en tanto Brasil haría lo propio en 11,3%, Argentina en 9,2% y Uruguay en 5,4%. Del lado del mundo desarrollado, Estados Unidos y Australia realizarían también importantes (y similares) aportes (12,9% del aumento del comercio mundial en cada caso).

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