lunes, 6 de mayo de 2013


Los productores cambian las camionetas como refugio contra la inflación

En lo que va del año las ventas de 4×4 y Pick Up crecieron un 20% impulsado, principalmente, por el sector agropecuario. El cambio de modelo de vehículo resulta un negocio atractivo ante la falta de alternativas de inversión. El déficit de la industria automotriz y el ranking de las camionetas más vendidas.
La Política Online viene haciendo referencia desde hace unos cuantos meses atrás al complejo panorama de inversiones que atraviesan la mayor parte de las actividades económicas argentinas en el marco del actual cepo cambiario.
En el sector agropecuario, puntualmente, este medio reflejó que los productores vienen refugiándose en la compra de dólares en el mercado paralelo y, aquellos con mayor espalda financiera, en el atesoramiento de soja como moneda de reserva de valor.
Pero en los últimos días LPO accedió a unos datos que circulan en el sector privado que muestran otra alternativa de inversión que vienen utilizando con cada vez mayor frecuencia los productores agropecuarios como refugio inflacionario.
Se trata de vehículos denominados en el rubro aturomotriz “comerciales livianos”, que incluye a las Pick Up y a las tradicionales 4×4, muy utilizadas en el interior del país, especialmente en áreas rurales.
Para tener una idea, en lo que va del presente año se vendieron unas 90.000 camionetas versus 74.000 durante los primeros cuatro meses de 2012 (es decir, un 20% más). En tanto, en 2012 se comercializaron en el mercado local más de 162.000 camionetas.
Pero, ¿cómo se explica semejante aumento en la venta de camionetas en un momento de enfriamiento de la economía? En el campo la respuesta a tal interrogante gira en torno al, en términos relativos, escaso valor de estos bienes.
Sucede que los automóviles en el país se venden en pesos a partir de una cotización al dólar oficial. “Al estar notablemente retrasado dicho tipo de cambio, y al no haber muchas opciones de inversión, resulta un buen negocio para los productores cambiar el modelo de camioneta”, comentó un dirigente del agro.
Cabe aclarar que en la Argentina las camionetas para los productores rurales representan una herramienta de trabajo, con lo cual, la compra de una unidad significa, si se quiere, una inversión en un bien de capital laboral (más ahora que los precios de los vehículos usados vienen aumentando casi al ritmo de la inflación).
Industria deficitaria
Más allá de los muy buenos números de ventas que se registran en estos momentos en la industria automotriz, vale mencionar que en la Argentina el valor de los automóviles es notablemente más alto que en el resto de los países.
Un ejemplo: el modelo 4×4 SRV 3.0, que en Chile puede adquirirse a un valor del orden de 42.100 dólares, en la Argentina cuesta 54.800 dólares (un 30% más), según indica un artículo publicado en valorsoja.com.
Sucede que la industria automotriz argentina, además de ser poco competitiva, genera un déficit de divisas que es similar al superávit generado por las exportaciones de todo el sector de alimentos y bebidas (se trata de una industria que sólo es viable por la súper-protección arancelaria y por los empleos que genera).
Ranking de camionetas
Del informe preliminar al que accedió LPO, se desprende que -por lejos- la Toyota Hilux es la camioneta más vendida del mercado argentino (lo que marca, en definitiva, la importancia del agro para la industria automotriz).
En segundo lugar se ubica la Ford Ranger; le siguen la Volkswagen Amarok, la Renault Kangoo, la Chevrolet S-10, la Peugeot Partner, la Fiat Strada, la Fiat Fiorino, la Volkswagen Saveiro, la Citroën Berlingo y la Mercedes Benz Sprinter.
En el ranking de camionetas más vendidas también aparecen, aunque más atrás de las antes mencionadas, la Renault Master, la Toyota Rav, la Honda CRV, la Renault Duster y la Hyundai Tucson.

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