El vicepresidente de CAIR, Cristian Beláustegui, analizó la actual situación del mercado de los arrendamientos. Retirada de grandes jugadores y un espacio que se abre para pequeños productores.
El incremento de costos y la baja en los rindes provoca que no sea tan rentable alquilar campos. Este hecho, que se demostró con la retirada de campos arrendados por parte de El Tejar, pone la lupa sobre la actual situación de los arrendamientos en Argentina. Cristian Beláustegui,
vicepresidente de la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR), aseguró que “no habrá que se quede sin alquilar”, pero que la retirada de grandes productores provoca un espacio para que vuelvan pequeños jugadores al mercado.
“En términos generales, se supone que la variable de ajuste va a ser el arrendamiento. Depende de las zonas y de los rindes, se van a renovar en los mismos valores o en menor precio. Los grandes serán los que definan los precios y los pequeños toman lo que va quedando”, detalló el titular de Compañía Argentina de Tierras S.A.
Beláustegui manifestó que “en muchas zonas, los fondos o pooles de siembra están invalidando el negocio del arrendamiento, por costos de alquiler y de producción muy altos. En muchas zonas, vuelve a pasar el negocio a los contratistas grandes. Para los chicos es una oportunidad. Durante todos estos años, cuando la agricultura ha sido el frente más buscado, el chico no tenía cabida o le costaba mantener sus negocios”.
“Habrá más campos en el mercado, al retirarse los grupos grandes, que se retiran por los costos, la suba de los mismos en dólares y el precio tan castigado por las retenciones, que ha invalidado el negocio. Es una oportunidad para volver a alquilar campos, porque no podía llegar al haber demasiada competencia”, agregó.
“Nunca queda un campo sin alquilar. Si los grandes se retiran, vienen otros”, puntualizó el operador inmobiliario, quien además explicó que “los rindes que uno escucha son muy buenos en unas zonas y en otros, muy malos. Los mercados de alquileres cambiarán según las circunstancias de cada región. En el NOA-por ejemplo- vienen con seca por segundo año”, pero “siempre hay formas de volver sobre el negocio, por ahí a porcentaje y compartir riesgo con el dueño. Hasta ahora, el dueño manejaba el negocio, porque tenía dos o tres posibilidades de alquiler. Hoy no”.
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