viernes, 10 de mayo de 2013


Los productores de trigo no confían en la oferta de Cristina

¿Creerle o no creerle? Hasta ahora, los productores de trigo no le creen a la Administración Cristina: no están dispuestos a endeudarse, aumentar su riesgo y apostar a una gran producción con la promesa de rentabilidad futura. Algo se ha quebrado hace tiempo entre los productores y la Administración Cristina, que corre bastante tarde a intentar remediar la nueva campaña, cuando la siembra anterior fue la peor en 110 años… La Presidente de la Nación puso mucho empeño en anunciar beneficios de parte de una Administración en crisis económica abierta…
La presidente de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, se acordó tarde: demasiado tiempo perdido en otras cuestiones, algunas secundarias, que dejó pasar el tiempo para lo importante. La próxima campaña de trigo ya no la puede remontar. Sus anuncios van al fracaso.
¿No se pregunta la Presidente por qué en campañas recientes los productores preferían la cebada al trigo? ¿No será que el Estado castigaba, impiadosamente, a la producción del trigo con un derecho de exportación del 23% + la intervención del Estado en el mercado?
Mientras la Presidente de la Nación mendiga a los productores trigueros, uno de sus colaboradores, Artemio López, escribe para la agencia estatal de noticias Telam“Asistimos estas semanas a la mayor ofensiva de medios opositores para erosionar el poder político de Cristina Kirchner desde el inicio del conflicto por la resolución 125.”
Cristina Fernández de Kirchner solicita una mayor inversión de riesgo a los productores pero un consejero suyo, utilizando la agencia de noticias estatal, acusa al reclamo de los productores contra la Resolución 125 como un mero intento de “erosionar el poder político” presidencial, declaración no solamente incorrecta desde un punto de vista histórico sino agresiva para con los productores.
El ejemplo permite deslizar la pregunta elemental: ¿Por qué los productores deberían creerle a una Administración abundante en dobles discursos, que ha incumplido en reiteradas ocasiones sus compromisos con el campo, que lo ha menospreciado y que recurre ahora porque ‘el granero del mundo’ no solamente ya no le puede exportar a Brasil -que termina comprando en otros mercados- sino que corre peligro de importar trigo.
¿Por qué confiar en una Administración que les ha mentido, y miente, con descaro?
Por ejemplo, el mencionado López, con una impunidad similar a la de aquel domingo de 2009, cuando escribió que estaba ganando Néstor Kirchner los comicios que perdió, ahora afirma:
“El crecimiento económico para este año será de al menos el 4% anual y en el estratégico tercer trimestre alcanzará niveles superiores al 6% anualizado. El consumo sigue empinado hoy como en los años 2011 y 2012, cuando se galvanizara el triunfo presidencial con cifras contundentes.
La recaudación tributaria traccionada por el consumo interno fue récord y registró una nueva marca histórica al sumar $67.630 millones, lo que representa un incremento interanual del 36,8 por ciento como informara oportunamente Télam.
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El consumo en shoppings creció un 19,4% y en los súper un 14,5%, ambas comparaciones interanuales y a precios corrientes.
El nivel de desempleo perforó el 6% ubicándose en el 5,9% en el segundo semestre de 2012, y se sostendrá impulsado por el impulso de la inversión pública en infraestructura y planes de vivienda masivos como el Procrear que lleva ya desplegadas 25.000 viviendas y 75.000 puesto de trabajo.”
Un irresponsable. Pero, y esto es lo grave, es lo que espera la Administración Cristina, probablemente porque ha perdido contacto con la realidad.
La Presidente de la Nación informó sobre la creación de un “Certificado de Estímulo para la Producción” triguera, que se financiará con la totalidad de los derechos de exportación del cereal.
Todo lo recaudado con las retenciones al trigo irá destinado a un fondo fiduciario que administrará Nación Fideicomisos, dijo Cristina, “para distribuir entre todos los productores”. Cristina no otorgó mayores precisiones pero adelantó que cada agricultor podrá recuperar unos US$ 30 por tonelada.
¿Es posible creerle a una Administración en tan profunda crisis fiscal que emite moneda sin respaldo aún cuando provoque inflación y deteriore el peso? (Porque el dólar no aumenta, baja de valor el peso, están destruyendo la moneda argentina. Afirman que US$ 1 = $ 10 equivale a afirmar que US$ 0,10 = $ 1). ¿Una Administración que no puede frenar la fiebre emisora puede garantizar que le reintegrará dinero al productor, aún cuando el fondo fiduciario sea administrado en esta ocasión por entidades de exportadores? Otros reintegros prometidos por esta misma Administración no se cobraron en tiempo y forma…
“Queremos devolver rentabilidad a la producción trigera y preservar el suelo. El trigo siempre lo sostuvimos y no trasladamos su precio internacional al consumo interno”, aseguró Cristina. Los productores opinan que toda esta situación pudo evitarse con una política diferente tanto de derechos como de cupos de exportación.
Ahora es tarde, aún cuando en días más estará comenzando la siembra de trigo de la presente campaña. La anterior siembra fue la peor 110 años. Notable: una Administración que perdió el autoabastecimiento de hidrocarburos y que destroza la producción de trigo, mientras se pelea con los productores de soja, resulta que Artemio la declara exitosa, y la propia Presidente habló de “la década ganada”.
La estrategia gubernamental fracasará porque
> los productores no se encuentran líquidos y no asumirán riesgos adicionales (por ejemplo, han aparecido nuevas malezas cuyo control se realizaba naturalmente con el trigo o herbicidas de amplio espectro, y que hoy se lleva a cabo con agroquímicos más agresivos como los que se usaban en las décadas del ’70 y ’80) frente a una Administración que carece de seguridad jurídica;
> quienes tenían capacidad de inversión eran los ‘pooles de siembra’, que fueron perseguidos por esta Administración;
> el profesor Daniel Miralles de la Facultad de Agronomía, ya advirtió la situación, con una siembra estimada en 4 millones de hectáreas ( frente al promedio histórico de 6,5 millones):
** Hay falta de incentivos para revertir la pobre superficie sembrada con trigo, pese a que este año existen buenos contenidos de agua en el suelo para iniciar la siembra y una perspectiva hídrica favorable.
** El cepo a la comercialización a través de los cupos de exportación para el trigo argentino impuesto por el Estado, determina que el productor no pueda vender libremente a un precio internacional.
** Los cupos a las exportaciones desalientan la siembra porque el agricultor se encuentra con una sensación de incertidumbre, debido a que no sabe si va a poder comercializar sus granos una vez que los coseche

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