miércoles, 1 de mayo de 2013

Miel rica y levadura torula para cerdas en lactancia. I. Comportamiento reproductivo de las cerdas


Ciento tres cerdas primíparas fueron utilizadas durante tres ciclos reproductivos consecutivos para estudiar el efecto de la sustitución del 100 % del maíz de la dieta para cerdas en lacta­ción por miel rica sobre el comportamiento de las cerdas y para conocer el potencial de consumo de la dieta de miel rica.
Las mismas fueron distribuídas en tres tratamientos acorde con un diseño completamente aleatorizado: un tratamiento control a base de maíz, otro donde se sustituyó el maíz por miel rica y el último donde se ofreció la misma dieta de miel rica, pero con consumo ad libitum.
Para todos los tratamientos se utilizó levadura torula como única fuente proteica. El consumo de materia seca (kg) y las variaciones del peso vivo de las cerdas durante la lactancia (kg) fueron: 4.51 y -13.6; 4.94 y -7.3 y 7.14 y +7.4 para los tiramientos de maíz, miel rica restringida y ad libitum respectivamente. Con el uso de la dieta de miel rica ad libitum se mejoró (P<0 .05="" celo="" del="" la="" n="" p="" presentaci="">
postdestete. Se obtuvieron ganancias netas por ciclo superiores a los 15 kg para todos los tratamientos, aunque mayores (P<0 .01="" bajo="" cerdas="" de="" dieta="" dietas="" el="" en="" la="" lactancia="" las="" ma="" miel="" p="" para="" por="" recomienda="" restringido.="" rica.="" rica="" se="" sistema="" sustituir="" z="">
La utilización de la miel rica de caña de azúcar como única fuente de energía en la dieta para cerdas en lactancia brinda una alternativa de grandes perspectivas, tanto cuando la suplementa con levadura torula como única fuente proteica (Barrios et al 1987),como cuando utilizamos la harina de soya (Barrios et al 1990). En ambos sistemas, al compararlos con los cereales se logra un mejor comportamiento zootécnico de la cerda y su camada.
Otro aspecto sobre el cual pudiera lograrse algún beneficio al emplear la dieta basada en miel es el referente al consumo voluntario de alimentos por parte de la cerda. Es conocido que la cerda ve disminuído su apetito durante la lactancia, lo cual provoca importantes pérdidas de peso para poder mantener el nivel de producción láctea que demanda la camada (Noblet y Etienne 1987), pero en sistemas de alimentación donde se ha empleado el azúcar como principal fuente de energía durante la lactancia se ha logrado incrementar el consumo de alimentos en comparación con la dieta de cereales (Obando et al 1975 y Moncada et al 1970).

Por otra parte se tiene el antecedente de altos consumos de la dieta a base de miel rica cuando se ha utilizado en lechones entre 33 y 103 días de edad (Mederos 1991) o en cerdos en ceba (Figueroa 1987).
Los objetivos del presente trabajo fueron: sustituir el 100 % del maíz de la ración para cerdas en lactancia por miel rica, conocer el potencial de consumo de la dieta de miel rica y determinar su efecto sobre el comportamiento de la cerda.
Materiales y metodos
Se utilizaron 103 cerdas primíparas del nuevo tipo de cerdo cubano, denominado CC21 (Cuba, Min Agric, Inst Inv Porc, Emp Nac Gen Porc 1985), las cuales tenían un peso vivo promedio de 134.0 kg en el momento de realizarles la primera cubrición.
Las cerdas fueron distribuídas en tres tratamientos acorde con un diseño completamente aleatorizado. Se tuvo en cuenta el efecto de tratamiento en cada ciclo de forma individual. En el caso de los consumos, las variaciones de peso de las cerdas, y la MS de las heces fecales, fue de interés conocer el efecto de interacción ciclo x tratamiento y para ello se utilizó un diseño de parcelas divididas. Cuando dicha interacción no fue significativa, se agrupó toda la información de los tres ciclos para evaluar solamente el efecto de tratamiento.
Los tratamientos experimentales consistieron en evaluar dos dietas durante tres lactancias consecutivas una a base de maíz y la otra donde se sustituyó el 100 % del maíz por miel rica la que es jugo de caña concentrado mediante calor después de su clarificación e inversión, al cual no se le ha realizado aún la primera extracción de azúcar. Esta última dieta se ofreció de forma restringida o ad libitum. Para ambas dietas se utilizó levadura torula como única fuente proteica.
Las dietas de maíz y miel rica restringida fueron calculadas para un consumo que satisfaciera los requerimientos del NRC (1988) y que aportaran cantidades similares de proteína y energía metabolizable.
La descripción de las dietas experimentales se observa en la tabla 1.

Tabla 1. Descripción de las dietas experimentales

Fuente de energía
Ingredientes, % MS
Maíz
Miel rica
Maíz
75.6
-
Miel rica
-
64.6
Levadura torula
20.0
32.5
Hidrato de cal
1.5
1.1
Fosfato dicálcico
1.4
0.2
Premezcla vit. y min.
1.0
1.0
Cloruro de sodio
0.5
0.5
(DL) Metionina
-
0.1
Análisis, % MS
  
Proteína bruta
16.1
14.8
Cenizas
6.6
6.7
Energía metabolizable, MJ/kg MS (1)
14.15
13.68
(1) Calculada a partir de Figueroa et al (1988)
Las cerdas del tratamiento de miel rica ad libitum recibieron la misma dieta que las del restringido y con el mismo nivel de consumo durante los tres primeros días posteriores al parto. A partir del cuarto día de lactancia comenzaron a consumir ad libitum hasta el día antes del destete. La tecnología de ali­mentación empleada se detalla en la tabla 2.
Tabla 2. Tecnología de alimentación para cerdas en lactancia (kg MS/día)
Miel rica
Día
Maíz
Restringida
Ad libitum
0
-
-
-
1
1.80
2.11
2.11
2
2.70
3.13
3.13
3
3.60
4.15
4.15
4 - 32
4.68
5.46
Ad libitum
33
-
-
-
Las cerdas fueron asignadas a sus respectivos tratamientos después de realizar su primer parto y se mantuvieron en él durante las tres lactancias estudiadas. En el caso de los tratamientos de maíz y miel rica restringida los consumos plani­ficados fueron los mismos durante las tres lactancias evaluadas.
El número de cerdas por tratamientos fué el siguiente: 35-35-33 en el primer ciclo; 24-24-21 en el segundo y 23-21-21 en el tercero para los tratamientos de maíz, miel rica restringida y ad libitum respectivamente.
Durante la fase de gestación de cada uno de los tres ciclos reproductivos estudiados todas las cerdas, independientemente del tratamiento a que estuvieron sometidas durante la lactancia, reci­bieron 2.5 kg diarios de un pienso confeccionado a base de cereales con un contenido de proteína bruta (PB )de 14.7% y una concentración de energía metabolizable (EM) de 13.9 MJ/kg MS.
Para facilitar el manejo de la dieta de miel rica, ésta se diluyó con agua hasta alcanzar un 50 % de MS. Las raciones se ofrecieron dos veces al día (8:30 am y 3:00 pm) y se garantizó que las cerdas que consumieron la dieta de miel rica ad libitum ad libitum tuvieran siempre comida a su disposición. El agua se ofreció a voluntad mediante bebederos automáticos.
Las cerdas fueron pesadas en ayunas dentro de las 24 horas posteriores a la cubrición, al parto y el día del destete de las crías (33 días de edad). Diariamente se controló el consumo de alimentos mediante pesaje del sobrante del día anterior. Finalmente después del destete se controló la presentación del celo.
Se tomaron muestras de heces fecales durante las tres lactancias con el objetivo de comparar la concentración de MS de éstas en los diferentes tratamientos y asi despejar cualquier duda con respecto a la situación higiénica sanitaria de los cubículos de maternidad.
La determinación de MS y PB se realizaron según AOAC (1975). La EB se midió en un calorímetro de bomba adiabático.
Los datos fueron procesados estadísticamente empleando el paquete de programas para microcomputadoras desarrollado por Harvey (1979). Se utilizó la dócima de Duncan (1955) para discriminar diferencias entre medias de tratamiento.
Resultados y discusion
Los resultados muestran que las ganancias netas del peso vivo de las cerdas durante la fase de gestación no difirieron entre tratamientos, siendo los valores obtenidos como promedio para los tres ciclos los siguientes: 29.7; 27.3 y 28.3 kg para el maíz, la miel rica restringida y ad libitum respectivamente.
El hecho de haber obtenido iguales ganancias netas de gestación resulta lógico si se tiene en cuenta que todas las cerdas recibieron la misma dieta durante la gestación. Por lo demás, los valores de la ganancia neta están acordes con el consumo de energía que realizaron las cerdas según Etienne et al (1991a).
En relación con el consumo realizado por las cerdas durante la lactancia, como podemos comprobar en la tabla 3, la ingestión de materia seca (MS), proteína bruta (PB) y energía metabolizable (EM) fueron similares en los tratamientos de maíz y miel rica restringida.
Tabla 3. Consumo realizado por las cerdas (promedio de 3 lactancias consecutivas)
Miel Rica

Maíz
Restringida
Ad libitum
Sig.
Materia seca, kg/día
b
4.51 ± 0.10
b
4.94 ± 0.11
a
7.14 ± 0.11
***
Proteína bruta, g/día
b
728 ± 12
1
b
733 ± 13
a
1060 ± 13
***
EM, MJ/día
b
63.8 ± 1.1
b
67.6 ± 1.1
a
99.0 ± 1.2
***
Calculada a partir de Figueroa et al. (1988).
***P < 0.001
ab Medias en la misma línea sin letras en común difieren significativamente (P<0 .05="" 1955="" em="" uncan="">
Las cerdas que recibieron la dieta de miel rica ad libitum consumieron mayor cantidad de MS, PB y EM que las de los tratamientos restantes. El consumo de MS fué superior en un 45 y 58 % con respecto a los realizados por las cerdas de miel rica restringida y maíz respectivamente, lo que muestra el elevado potencial de consumo de esta dieta. Anteriormente el mismo efecto se había manifestado en cerdos en crecimiento y ceba (Figueroa et al 1990 y Mederos 1991).
Estos consumos de la dieta ad libitum son superiores en un 20 % a los que se reportan en la literatura para regímenes considerados altos o adlibitum en dietas de cereales (Van der Klis et al (1987) y Hernández et al (1987) o en dietas con alto contenido en azúcar de caña (Obando et al (1970) y Moncada et al (1975).
Las cerdas que recibieron la mezcla de miel rica ad libitum fueron incrementando el consumo de MS con una tendencia lineal en el transcurso de la lactancia hasta alcanzar valores máximos superiores a los 8.5 kg de MS por día (17 % del peso metabólico).La tendencia casi lineal al incremento del consumo nos hace pensar que en lactancias más prolongadas con este tipo de dieta, pudieran alcanzarse niveles de consumo aún mayores.
Con respecto al consumo realizado por las cerdas de maíz y de miel rica restringida, éste se suministró estable a partir de la primera semana durante toda la lactancia y no se encontraron diferencias significativas entre ambos tratamientos, aunque hay que señalar que las cerdas que recibieron la dieta de maíz consumieron el 95 % del volumen de dieta ofertado, pués aunque los sistemas eran restringidos, la oferta cubría los requerimientos del NRC (1988) con un margen de alrededor de un 10 % por encima.
Con relación a las variaciones de peso experimentadas por las cerdas durante la lactancia (ver tabla 4) se observó que tanto las que consumieron la dieta de maíz como la de miel rica restringida sufrieron pérdidas en su peso corporal, pero éstas últimas perdieron 6 kg menos que las de maíz(representa un 44 % de la pérdida total del tratamiento de maíz).
Tabla 4. Variaciones de peso durante la lactancia, kg.
Miel Rica

Maíz
Restringida
Ad libitum
Sig.
Lactancia 1
c
- 14.8 ± 2.4
b
- 7.9 ± 2.4
a
+4.4 ± 2.5
***
Lactancia 2
b
- 12.2 ± 2.8
b
- 9.7 ± 2.8
a
+10.6 ± 3.0
***
Lactancia 3
c
- 13.2 ± 2.8
b
- 3.5 ± 1.6
a
+9.0 ± 3.0
***
Todas
c
- 13.6 ± 1.6
b
- 7.3 ± 1.6
a
+7.4 ± 1.6
***
***P < 001
abc Medias en la misma línea sin letras en com'n difieren significativamente (P< 0,05) (Duncan 1955).
Esta tendencia a las menores pérdidas cuando las cerdas consumen raciones a base de miel rica fué observada por Barrios et al (1990) y al parecer a iguales cosumos de EM se produce para la miel rica una menor movilización de reservas corporales, que si no se afectan las ganancias de peso de las crías se puede asumir que la eficiencia con que la cerda utiliza la energía es superior cuando consume este tipo de dieta en comparación con el maíz.
Otro fenómeno que contribuye a explicar las menores pérdidas de peso de las cerdas que consumen la dieta de miel rica restringida en comparación con el maíz es que en dichas dietas todo el aporte proteico procede de la levadura torula, mientras que en las de maíz la torula aporta sólo el 57 % de la proteína total de la dieta.

Esto provoca que las dietas con mieles tengan una mayor concentración en lisina, que es el aminoácido limitante durante la lactancia (ver tabla 5), ya que según Etienne et al (1991a, 1991b) las normas del NRC (1988) no satisfacen los requerimientos de las cerdas. Estos autores recomiendan incrementar como mínimo a 43 g/día el consumo de lisina para tener un balance de nitrógeno nulo y reducir la movilización del tejido muscular y por ende las pérdidas de peso durante el período.
Tabla 5. Consumos (g/día) de aminoácidos esenciales con las dietas de levadura torula y maíz o miel rica en comparación con los requerimientos.

Requerimientos NRC (1988)
Maíz (1)
Miel Rica Restringida
Arginina
21.2
36.2
41.8
Histidina
13.0
17.0
15.2
Isoleucina
20.7
32.6
39.8
Leucina
25.4
71.7
61.0
Lisina
31.8
35.7
52.2
Metionina + cistina
19.1
37.8
26.1
Fenilalanina + tirosina
37.1
89.9
65.8
Treonina
22.8
35.4
44.6
Triptófano
6.4
9.0
11.4
Valina
31.8
40.6
46.9
(1) Calculado a partir de Maylin et al (1984)
Las ganancias de peso que experimentaron las cerdas que recibieron la dieta de miel rica ad libitum durante la lactancia se produjeron por el elevado consumo realizado (1.5 veces los requerimientos de energía y proteínas, según NRC (1988). Estos altos consumos nos brindan la posibilidad de estudiar en un futuro, la sustitución de la levadura torula por otra fuente proteica de menor valor biológico, así como otros tipos de mieles, con el objetivo de abaratar el costo de la dieta.
Durante la lactancia, las ganancias de peso de las cerdas han sido escasamente informadas para dietas a base de cereales. Sin embargo, en dietas con alto contenido en azúcar (Obando et al 1970; Moncada et al 1975) las cerdas han ganado peso o las pérdidas se han reducido prácticamente a cero, debido a un incremento del consumo.
Al valorar las ganancias de peso de las cerdas después de tres ciclos reproductivos (tabla 6) se aprecia un mayor incremento (P <0 .01="" 1986="" a="" aherne="" al="" categor="" cerdas="" ciclo="" coincide="" como="" con="" consumieron="" de="" debido="" del="" destacar="" dieta="" durante="" es="" ganancia="" informa="" la="" lactancias.="" las="" lo="" ma="" menores="" miel="" neta="" normal="" obtenida="" ocurridas="" p="" para="" por="" que="" rdidas="" respecto="" se="" tratamiento="" tres="" y="" ythgoe="" z="">
Tabla 6. Variaciones en el peso vivo de las cerdas alimentadas con maíz o miel rica.
Miel Rica

Maíz +
Restringida
Ad libitum
Sig
Peso a la 1ra. cubrición
134.2 ± 3.1
134.8 ± 3.1
133.1 ± 3.2
NS
Peso al 3er. destete
c
183.8 ± 4.7
b
194.3 ± 4.7
a
241.5 ± 4.8
***
Ganancia neta
c
49.6 ± 2.7
b
59.5 ± 2.7
a
108.4 ± 2.8
**
**P < 0.01 *** P < 0.001
abc Medias en la misma línea sin letras en común difieren significativamente (P< 0.05) (Duncan 1955).
Con respecto a la presentación del celo post destete, se corroboró el criterio de que el mayor consumo de energía durante la lactancia tiende a acortar el intervalo destete-celo (Lodge 1959 y Kirkwood et al 1987), pues como se aprecia en la tabla 7 las cerdas que recibieron la dieta de miel rica ad libitum presentaron celo 2 días antes que las de los tratamientos res­tringidos.
Tabla 7. Presentación del celo post-destete, días.

Maiz
Restringida
Ad libitum
Sig
Ciclo 1
a 10.1 ± 0.5 a
a 9.6 ± 0.5 a
b 7.7 ± 0.5 b
*
Ciclo 2
11.1 ± 0.8
10.7 ± 0.8
7.8 ± 0.8
*
Ciclo 3
7.3 ± 0.3
7.4 ± 0.3
6.7 ± 0.3
NS
* P<0 br="">ab Letras no comunes en la misma línea se corresponden con medias que difieren significativamente (P<0 duncan="" em="">
Con respecto a la situación higiénico-sanitaria de los cubículos de maternidad no se produjeron dificultades de consideración por el uso de la miel. Las MS de las heces fecales de las cerdas no arrojaron diferencias significativas entre tratamientos (31.9; 29.3 y 29.1 % para el maíz, la miel rica restringida y ad libitum respectivamente). Estos valores son similares a los informados por Mederos (1991) para las mismas dietas en lechones.
En los cubículos de las cerdas que recibieron la dieta de miel ad libitum había más humedad que en el resto, pero esto se debió al mayor volumen de orina que excretan los animales que consumen mieles (Figueroa y Ly 1990). A pesar de ello el comportamiento de las crías no se afectó.
Se concluye que al sustituir el 100 % del maíz de la dieta para cerdas en lactancia por miel rica se reducen las pérdidas de peso que ocurren durante el período. Así mismo al suministrar la dieta de miel rica + levadura torula ad libitum se conoció el alto potencial de consumo de esta dieta, lo cual permitió que las cerdas bajo ese régimen ganaran de peso durante la lactancia. Se recomienda la introducción de la dieta de miel rica y levadura torula bajo el sistema restringido para alimentar a las cerdas durante la lactancia.
A.Barrios, Vilda Figueroa, J.A.Lan, A.Alfonso y Maria Rosabal
Instituto de Investigaciones Porcinas

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