Daniel Ayçaguer se recibió de veterinario en La Plata y con sus 27 años, se sacó el diploma debajo del brazo, lo guardó en una maleta y partió hacia la pequeña localidad de Hinojo, cercana a la ciudad de Olavarría.
Allí, su familia es propietaria de 170 hectáreas, la mayoría dedicadas a la cría, con un rodeo de apenas unos 100 vientres.
"En el año de mi debut como criador nos carnearon 13 animales en sólo cuatro meses. No sólo a nosotros, los vecinos tienen campos de 80 a 100 vacas y sufrieron bajas similares", cuenta apesadumbrado el joven Ayçaguer.
"Al año siguiente, las dificultades en este sentido se repitieron y durante 2012 alcanzamos a contabilizar un número de vientres carneados que se acerca a la mitad de los 100 con los que empezamos."
Difícil arranque para Daniel, quien continúa su relato en medio de la desazón familiar: "Anoche (por el 6 de mayo) carnearon dos de un total de 10 en lo que va de 2013. El pesimismo nos está ganando y es como nos dijera que nos fuéramos de aquí.
"Hemos intentado trabajar con la policía, encerrando de noche, desde el consejo de seguridad municipal, el que integro por ser miembro de la comisión directiva de la Sociedad Rural de Olavarría" dice Ayçaguer y agrega que "no hay respuestas ni acciones por parte de quien debe cuidar nuestros intereses y brindarnos seguridad.
"Yo resisto porque estaría en contra de mis costumbres dedicarse a otras cosas que nada tienen que ver con la idiosincrasia del lugar.
"Sigo esperando un cambio que no me haga cambiar."
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