sábado, 11 de mayo de 2013


¿Por qué la volatilidad 
en el sector agropecuario?

La volatilidad de los precios agropecuarios es un tema que sigue preocupando a los gobiernos de los países y a los participantes en la cadena de producción de alimentos por su relación con la seguridad alimentaria. La correcta definición del término ayuda a comprender el problema, dimensionar sus consecuencias y entender su evolución en el [...]
La volatilidad de los precios agropecuarios es un tema que sigue preocupando a los gobiernos de los países y a los participantes en la cadena de producción de alimentos por su relación con la seguridad alimentaria. La correcta definición del término ayuda a comprender el problema, dimensionar sus consecuencias y entender su evolución en el futuro.
En el estudio conjunto “Price Volatility in Food and Agricultural Markets: Policy Responses” publicado en el 2011 entre la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura (FAO), el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y otros organismos internacionales, se define la volatilidad como la variación de las variables económicas en el tiempo. El mismo año, Huchet-Bourdain en el estudio “Agricultural Commodity Price Volatility: An Overview” define la volatilidad como la variación en frecuencia y duración del cambio en el nivel de precios sobre su valor promedio.
Es decir, el movimiento en el nivel de precio de mercado existe pero puede ser aceptado cuando es moderado y corresponde a una tendencia estable; es decir, cuando es un reflejo de los fundamentales del mercado o sigue un patrón estacional.
De esta manera podemos entender que existe volatilidad en la economía cuando las variaciones se prolongan en el tiempo, crean incertidumbre e incrementan el nivel de riesgo, negando la posibilidad de anticipar el comportamiento de las variables.
De acuerdo con los autores, los mercados agropecuarios están sujetos intrínsecamente a mayores variaciones en sus precios que otros mercados y muchos de los productos están caracterizados por un alto nivel de volatilidad.
Tres principios fundamentales explican la razón: la producción agropecuaria varía de un periodo a otro debido a cambios en las condiciones naturales como el clima, cantidad de agua y plagas. La elasticidad de la demanda es relativamente baja con respecto al precio. La elasticidad de la oferta también es baja al menos en el corto plazo. El proceso de producción requiere de un tiempo considerable o ciclo, por lo que la oferta puede reaccionar a cambios en el nivel de precios cuando el ciclo de producción haya terminado e inicia el siguiente.
Diferentes factores externos pueden generar un movimiento en precio; sin embargo, el impacto de las fluctuaciones puede reducirse mediante instrumentos que mejoren la respuesta de la oferta como: mercados mejor informados, mayor inversión en tecnologías de almacenamiento, mejores canales de distribución de los alimentos, así como promoción de productos que se adapten al clima de las regiones y que permitan aprovechar las ventajas competitivas de cada zona.
La volatilidad tiene un menor impacto en países con políticas internas que se adapten a las fluctuaciones del precio internacional y agentes que tienen los activos y los conocimientos para responder rápidamente al cambio en el mercado.

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