viernes, 3 de mayo de 2013

Sin señales al mercado


No hay señales concretas sobre un plan económico que desincentive la suba del dólar blue. Con medidas que solo apuntan a prohibir, poco resultado se logro. Lo que viene, en esta nota.
En el primer cuatrimestre el dólar blue rompió todas las predicciones. El Banco Central miro la película desde una platea preferencial, mientras el dólar blue subía, no modifico la tasa de devaluación del dólar oficial, no emitió bonos para absorber pesos y tampoco subió la tasa. La consecuencia fue, más suba del blue.
En este escenario, primero los bonos y luego las acciones copiaron la suba del blue. El límite a la suba de bonos, es el posible fallo en Nueva York, que pone en vilo a los bonistas argentinos. En la bolsa, el límite está cifrado en las posibles ganancias de las compañías, ayer Tenaris decepcionó con sus resultados.
El Banco Central pareció despertarse de una larga siesta, los préstamos entre entidades financieras de primera línea paso del 10,5% al 19% y termino en el 14% anual. En otra oportunidad había amagado a una suba de la tasa, pero luego, ese movimiento, quedo truncado.
Los días pasan, sin medidas concretas, el dólar blue sigue trepando. La recaudación tributaria de abril muestra que el IVA consumo subió el 13,6% anual. Esto marca que las compras de marzo se ubicaron por debajo de la inflación anual, lo que indica un claro escenario de desaceleración económica.
Las últimas medidas que se están tomando son un cierre apresurado de las importaciones. El gobierno no logra recomponer las reservas, por ende sale a reprimir importaciones, para que el saldo de la balanza comercial mejore y por ende el Banco Central logre recomponer sus reservas.
En abril, el Banco Central siguió absorbiendo pesos, pero no fueron los necesarios para disciplinar al dólar blue.
Lo peligroso de lo que observamos, es que el Gobierno no se decide a cortar las expectativas negativas sobre sus políticas, el dólar blue sigue a la suba y la actividad económica no muestra signos de recuperación.
El mercado muestra arbitrajes, pero no un rumbo de fondo. La suba del dólar blue arrastra al resto de los activos financieros a la suba, mientras que los activos fijos caen de precio. Entre ellos se destacan las propiedades, que siguen su caída en dólares.
Los inversores ven por delante un escenario de deflación en precios de dólar blue, y postergan decisiones de inversión, lo que retroalimenta el escenario recesivo.
Estamos en un círculo vicioso que resulta necesario cortar cuanto antes. Mayo es el primer mes del año con un solo feriado, debería tener más actividad económica, pero las expectativas nos juegan en contra. Las paritarias no llegan, los consumidores no gastan con sus tarjetas y las financiaciones a los individuos siguen a la baja, ante un escenario de clara incertidumbre.
En los primeros 4 meses del año el dólar blue subió el 39,7%, mientras que el dólar oficial trepo el 5,4%. Esto es 9,50 versus 5,184, imposible no generar incertidumbre con este escenario. El Boden 2015, con el cupón de renta incluido, generó una ganancia del 35,2%, algo por debajo del dólar blue. El índice merval, gano el 39,5% anual, y casi emparda al dólar blue.
Es de destacar, que dentro del índice merval hubo una diversidad de resultados. Por ejemplo, Telecom en 4 meses mostró una ganancia del 93,55%, la empresa venia muy atrasada en el año 2012, y la posibilidad de distribuir dividendos inyecto una suba muy importante. Siderar, otra empresa olvidada, subió el 67,4%, la empresa exportadora generó expectativas positivas ante la posibilidad de una mejora en el tipo de cambio. La tercer acción que quedo en el podio fue Tenaris, que subió el 46,5%, pero que vio palidecer este rendimiento el primer día de mayo, ante un balance que no conformo a los inversores.
Lo que viene, lo que viene.
Muchos esperan una devaluación del dólar oficial, luego de una brecha tan amplia con el dólar blue. Desde nuestro punto de vista, sería un horror devaluar, se está vendiendo la cosecha gruesa a un dólar de 5,20, y una devaluación incrementaría el precio de los insumos en la próxima campaña, y dejaría descalzado a los principales exportadores argentinos, que son los emprendedores agropecuarios. Esto generaría problemas de financiamiento que podrían afectar la futura área a sembrar y generaría un efecto pobreza de cara al año 2014, que agravaría el escenario económico general. Una devaluación impactaría negativamente sobre el sector asalariado, que vería licuar su poder de compra, con la consecuente caída en el nivel de consumo. Ni hablar, el impacto sobre jubilaciones y pensiones, como en la asignación universal por hijo. Devaluar sería una catástrofe.
Si no hay espacio para la devaluación, bueno sería subir la tasa de interés, desincentivar la compra del blue, y ponerle techo al dólar blue. Como complemento, emitir menos pesos y ajustar el gasto público no vendría mal. En febrero el Estado volvió a un déficit fiscal elevado, y esto no es bueno para las expectativas futuras.
En conclusión, el mercado necesita señales, durante 4 meses quedo demostrado que prohibiendo prohibir, no vamos a ningún lado. Es hora de explicitar un plan más convincente y generar más confianza.

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