jueves, 30 de mayo de 2013

Trigo 2014, nuevo “canto de sirenas”

La devolución de las retenciones a las exportaciones de trigo, anunciada por el Gobierno, y la posterior implementación del pago a los productores a través de un fideicomiso con el propósito de incentivar el aumento de la superficie de siembra, se puede rebautizar como la resolución 521. A diferencia de la 125 que aumentaba el nivel de las retenciones conforme aumentaba el precio, en este caso el productor recibe cada vez más en concepto de devolución cuanto más produce y más se exporta.
Aunque cueste creerlo es así como está planteado. Se podrá discutir si no era mejor bajar las retenciones o eliminarlas, en lugar de cobrar y luego devolver, es válido, pero también es válido destacar que entre la opción de mantener las retenciones como están y esta nueva opción de poder tener la “esperanza” de poder cobrar algo, esta última aparece como la más adecuada para ayudar a paliar la difícil situación que vive hoy el productor.
Hay que destacar que la medida es una forma de reconocer el fuerte incremento de los costos de producción, consecuencia del atraso cambiario y el aumento de los costos en pesos, la caída de la competitividad del cultivo de trigo y, en suma, el fuerte aumento en el rinde de indiferencia que esta nueva campaña se proyecta en 3000 kilogramos por hectárea, dependiendo de la productividad y de las zonas que se consideren.
A su manera, el Gobierno les está diciendo a los productores “queremos que produzcan más pues necesitamos aumentar las exportaciones para tener una balanza comercial más favorable”. Con esta nueva medida el Gobierno sacrifica ingreso por retenciones y privilegia el ingreso de divisas.

Hipótesis

Veamos cómo impacta esta nueva medida en el negocio del productor si decide sembrar más trigo. En una hipótesis de producción de 15,3 millones de toneladas y un saldo exportable de 8,3 millones, el productor recibirá un reintegro de 35 dólares por tonelada (fuente Agricultores Federados Argentinos). Si el productor cosechó 3000 kilogramos por hectárea recibirá 105 dólares que pasarán a mejorar en forma sustancial el margen bruto por hectárea.
La gran duda es si el Gobierno cumplirá con su palabra y devolverá a los productores lo prometido. Estaremos ante un nuevo canto de la sirena.
Pero más allá de las medidas existen indicios muy sólidos en el mercado de trigo como para sugerir un aumento de la superficie de siembra. El factor más consistente es que el trigo es el único producto donde Chicago consolida una fuerte suba de 15 dólares por tonelada entre las posiciones lejanas 2014 y las posiciones cercanas julio 2013 .
A diferencia de la soja donde Chicago consolida un “inverse” (caída) de 95 dólares por tonelada entre la posición septiembre y julio, y el maíz con un “inverse” de 50 dólares entre diciembre y el julio.
Esta baja que prenuncia Chicago podría llegar a producirse si los norteamericanos logran, en primer lugar, sembrar todo el maíz y la soja que se han propuesto, luego de que los cultivos evolucionen en forma favorable durante todas sus etapas críticas, emergencia, macollaje, floración y madurez, que no tengan sequía o elevadas temperaturas en julio, que no les llueva durante la cosecha y finalmente que no tengan una helada temprana que frene el llenado de grano de los cultivos.
Si todo eso se logra en forma cronométrica, entonces si podremos ver chances que los mercados bajen. Mientras todo esto no suceda tendremos por delante mercados muy volátiles y con serruchos alcista para el corto plazo. Para la nueva cosecha 2014 falta todavía una eternidad.

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