lunes, 8 de julio de 2013

CHILE: Reforestación v/s Erosión



Comienzan los días de invierno y con ellos llega la mejor época para plantar los árboles que distintos organismos públicos y privados  de nuestro país han donado a la  población con el objetivo fundamental de controlar la erosión y mejorar las expectativas de vida de los propietarios beneficiados.  Un ejemplo concreto es el trabajo que la Corporación Chilena de la Madera –CORMA-  desarrolla en el marco de las políticas ambientales y  acciones de buena vecindad junto con sus empresas forestales asociadas, las que actúan con la  comunidad en las zonas donde están insertas las operaciones forestales o industriales.

En este sentido, por medio de nuestro Programa de Forestación Campesina –el que venimos impulsando desde  hace 14 años- pretendemos recuperar alrededor de 1.250 hectáreas erosionadas este año en la Región del Biobío, puesto que estamos convencidos de que la mejor estrategia para recuperar los suelos erosionados es reforestar, ya que cuando no se cuenta con una capa vegetal, se pierde el suelo fértil transformándose en un suelo mineral en el que no crece ningún tipo de vegetación, convirtiéndose en una  zona irrecuperable y con erosión.

En ese sentido, nuestro plan de forestación  apunta precisamente a que ese terreno pueda ser recuperado a través de plantaciones que crecen en sectores extremos, con especies como el Pino radiata, reforestando las zonas donde ya no es posible realizar cultivos agrícolas producto de la erosión y se aprovechan tierras que  ya no son fértiles.

Es importante considerar que en nuestra región tenemos un gran desafío, ya que según las cifras entregadas por el  Centro de Información de Recursos Naturales (CIREN año 2010), todavía existe un millón de hectáreas con algún grado de erosión y si nos extendemos a la macro zona forestal, es decir, aquellas regiones comprendidas entre el  Maule y Los Lagos, la cifra supera los 5 millones  de hectáreas en esta condición.

Si a lo anterior  sumamos fenómenos como el cambio climático y consideramos una de las últimas investigaciones encargadas por el Ministerio del Medio Ambiente al Centro de Agricultura y Medio Ambiente de la Universidad de Chile, (dada a conocer en la prensa), en la cual se plantea que de no aplicarse medidas de mitigación, con el paso de los años, cada vez lloverá menos y muchos paisajes se modificarían, disminuyendo la cobertura vegetal,  de aquí al año 2050.

En este posible escenario futuro, iniciativas como el Programa de Forestación Campesina de CORMA, cobran más fuerza, sobre todo si consideramos que son un resultado concreto que ha probado ser beneficioso, ya que desde que se comenzó a  ejecutar este programa en 1998, hasta el próximo año, cuando finalice el Tercer Plan Quinquenal (2010- 2014), se habrán entregado sólo en la Región del Biobío más de 18 millones de plantas, beneficiando a 21 mil familias y recuperando alrededor de  15 mil hectáreas de suelos dañados.

Foto: Leonel Candia CORMA

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