lunes, 1 de julio de 2013

Columna: La difícil transición de la sequía a las heladas

Por Santiago Farinati, Gerente de Marketing para BASF Chile y Perú
Santiago Farinati (2)La sequía se ha transformado, durante meses, en el mayor enemigo de miles de agricultores que trabajan a lo largo de Chile. Millonarias pérdidas, en cosechas y cultivos, se han visto en los campos entre la III y VIII región debido al vacío en los embalses y a la escasez de agua en los canales de regadío.
El gobierno local ha generado diversas medidas entre los meses de diciembre y mayo de este año 2013 para paliar la falta de agua, como bombardeos de nubes, acuerdos entre regantes y agricultores para el cuidado de la poca agua que llega, e incluso el nombramiento de un encargado nacional para el tema. Si bien algunas de ellas han logrado apaciguar la situación por la que atraviesa la agricultura en las zonas afectadas, sólo la lluvia podría repletar  los embalses y normalizar la situación.
Esa lluvia no ha llegado y, como han declarado expertos meteorológicos, no se espera en la cantidad necesaria.  Esta falta de agua sumada a las altas temperaturas experimentadas el último mes, cuando en general los agricultores y productores se preparan para tratar las heladas, han generado un escenario complejo.
Las plantas y cultivos viven en un ciclo climático, y a estas alturas del año ya se están preparando para recibir más frío y agua, pero no siempre llega en cantidades adecuadas. Por esto es necesario influir en ellas para prepararlas de la mejor manera posible  para enfrentar  golpes de frío.
BASF trabaja con dos productos que protegen  a los cultivos de las infecciones generadas por los golpes de frío. Se trata de Comet y Bellis, fungicidas de la tecnología AgCelence, la cual mejora el metabolismo de la planta y cuida su efecto del producto fitosanitario. Estos productos trabajan directamente en la energía y vitalidad que se necesita para soportar épocas heladas y golpes de frío sorpresivos, llegando directamente a los tallos y hojas, lugares donde se concentran la mayor cantidad de hongos e infecciones.
Cuidar los campos y el trabajo de miles de agricultores, quienes nos entregan sus productos día a día, es la labor más importante, especialmente en  esta época, donde el cambio climático influye de manera tan punzante. Un producto o programa que genere beneficios en los campos congelados o secos puede variar significativamente en la producción de frutas, verduras y plantas, y así lograr apaciguar los efectos climáticos de un país tan cambiante como Chile.

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