miércoles, 17 de julio de 2013

En la crisis, la producción de pollos saca ventaja

 
 La industria de alimentos y bebidas aporta el 25 por ciento del valor agregado industrial de nuestro país, y el 35 por ciento de las exportaciones totales en valores monetarios, según datos de la COPAL (Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios). La industria alimenticia agrupa grandes empresas y un importante número de pequeñas y medianas que, al considerar toda la cadena de producción y comercialización, generan muchos puestos de trabajo.

Dentro de la industria alimenticia, durante este año se registran subas en la producción de carne vacuna y carne aviar, mientras que la producción láctea y la industria aceitera presentan un menor nivel de actividad con respecto a los primeros meses del año pasado.

En el siguiente gráfico se presentan indicadores del desempeño de los rubros productores de carne vacuna, carne aviar, productos lácteos y de la industria aceitera en una visión de largo plazo que permite observar la evolución de estos sectores desde 1990 hasta 2012.

Actividad en rubros productores de alimentos
(Base: 1990=100)
[Producción alimentos]


Se destaca el extraordinario crecimiento de la producción de carne aviar que se incrementó casi un 400 por ciento desde 1990. También se distingue que, desde 2003, este crecimiento ha sido ininterrumpido y a una tasa promedio mayor que en el período 1990-2000. Este desempeño estuvo impulsado por un destacado incremento del consumo interno –el mercado local es el principal destino de la carne de pollo argentina– y también por las exportaciones de carne aviar, junto con la amplia disponibilidad de maíz y soja para alimento animal, el aumento de la productividad y el desarrollo de inversiones en la ampliación de la capacidad instalada del sector.

Según información de CEPA (Centro de Empresas Procesadoras Avícolas), en 2003 se produjeron 740.000 toneladas de pollo, con un consumo por habitante de casi 21 kilos anuales y una exportación que no superaba las 25.000 toneladas; mientras que en 2012 se obtuvo una producción de 2.060.000 toneladas, con un consumo de 42 kilos para el mercado interno y con exportaciones por 300.000 toneladas.

En el período enero-mayo de 2013, según datos del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, la producción de carne aviar registra un incremento del 3 por ciento con respecto al mismo período del año anterior continuando la tendencia de crecimiento. Para la misma comparación, el consumo interno per cápita se mantiene estable y se verifica un aumento de las exportaciones de productos avícolas en toneladas del orden del 20 por ciento. Dado el sostenido incremento que tuvo el consumo interno de carne aviar en los últimos años, el gran desafío para los próximos años es continuar aumentando los volúmenes colocados en el exterior. En este sentido, un problema que hoy se enfrenta es la creciente pérdida de competitividad internacional ante los mayores costos de producción internos, informa el Centro de Estudios de la Nueva Economía de la Universidad de Belgrano.

La industria aceitera es otro de los rubros que muestra un sustancial crecimiento en las últimas dos décadas. La producción de aceites y subproductos oleaginosos registra un destacado crecimiento del 250 por ciento entre 2012 y 1990, a partir de la mayor disponibilidad de granos oleaginosos – principalmente de soja– y de las inversiones desarrolladas para la ampliación de la capacidad instalada de molienda, junto con el crecimiento de las exportaciones que es el principal destino de colocación de los productos de la industria aceitera argentina. Nuestro país se ubica hoy en el tercer lugar en el nivel mundial en capacidad de molienda, superado por China y Estados Unidos (en primero y segundo lugar, respectivamente).

[Aceite de soja N]


En el período enero-mayo de 2013, la molienda de granos oleaginosos presenta una caída del 17 por ciento según datos del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, que continúa la disminución de la actividad registrada en 2012 respecto de 2011. En los primeros cinco meses de 2013, la molienda de soja presenta una caída del 17 por ciento y la molienda de girasol registra una disminución del 18 por ciento con respecto al mismo acumulado del año anterior.

Si bien en la campaña 2012/2013 se calcula una reducción de la cosecha de girasol con respecto a la campaña anterior, se estima, en cambio, una importante recuperación del orden del 20 por ciento para la cosecha de soja en la actual campaña respecto de la campaña anterior. Sin embargo, el crecimiento que se ha registrado en los últimos años en las exportaciones de poroto de soja a China ha originado que hoy la industria aceitera argentina esté operando con capacidad ociosa por falta de materia prima para procesar.

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