lunes, 8 de julio de 2013

Lanera Austral exportó 10 mil kilos de hilado de lana peinada a Italia

 


 Al igual que el resto de las industrias de la región, Lanera Austral se vio obligada a realizar una reestructuración debido a la importante merma de la producción primaria que se viene registrando en los últimos años. Esta situación, sumada al retraso cambiario, ha vuelto una tarea imposible mantener los niveles de productividad de otros años.
Sin embargo, desde la firma -que tiene una trayectoria de 62 años en la región- aseguraron que «el objetivo es continuar manteniendo los canales de distribución que responden a los años de trayectoria y tradición de la empresa; esforzándose por mantener a los clientes y proveedores satisfechos; haciendo hincapié en las fuentes laborales, y cumpliendo con las obligaciones asumidas».



SUMAR VALOR AGREGADO
La empresa incrementó el valor agregado de su producción empleando una menor cantidad de lana debido a la situación crítica que atraviesa este sector. De esta manera, decidió expandir el sector de hilandería, un mercado que está poco explotado en la región, porque ninguna otra industria local lo trabaja. Según informaron desde la firma, desde hace tres años se está invirtiendo en maquinaria nueva para incrementar la producción de hilado, un proceso que es más largo y lleva más instancias de elaboración.


En este sentido, explicaron que este año se viene registrando un incremento de la demanda de lana sucia en los mercados, lo que no genera valor agregado. Al respecto, sostuvieron que esto afecta a aquellas industrias que cuentan con una estructura para completar toda la cadena productiva, que no pueden explotar sus recursos al máximo.
Por eso, manifestaron que el sector hilandería -que antes se trabajaba con menor frecuencia- aparece como una buena alternativa para sostener los niveles de productividad, mantener los puestos de trabajo y sumar calidad a la producción para exportar a otros mercados.



NEGOCIACIONES ESTANCADAS
Por otra parte, desde Lanera Austral informaron que si bien existe una muy buena predisposición de parte de la Provincia y de la Nación para sentarse a negociar, hasta el momento no se ha tomado ninguna medida concreta que pueda ayudar a contrarrestar esta «situación de emergencia», tal como la calificaron.
En este sentido, el retraso cambiario, el incremento en los costos de los insumos y la merma de producción primaria -un faltante de 1.500.000 ovinos- tuvo un fuerte impacto en las industrias locales, que se vieron obligadas a realizar reformas estructurales y a redefinir los mercados.


A raíz de esta situación, por primera vez, los tres sectores de la cadena productiva -el campo, la industria y los frigoríficos- reclamaron en forma conjunta ante autoridades provinciales y nacionales.
Las demandas apuntaban a que el Estado no incentiva al sector primario a vender su producción a las industrias, que se ven perjudicadas en sus niveles de producción. En este sentido, los tres sectores coincidieron en que el retraso cambiario -junto con las retenciones y las cargas sociales- no permite obtener ganancias que alcancen a cubrir los elevados costos de producción.


Por eso, durante las negociaciones se acordó buscar un mecanismo para disminuir el impacto de los altos costos de producción, que estaría enfocado en la reducción de cargas sociales al igual que las retenciones. Si embargo, hasta el momento no se ha implementado ninguna medida, según informaron desde la firma.

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