domingo, 7 de julio de 2013

Ley de la ausencia


La problemática por el aumento del precio del pan y la ausencia de trigo decantó en la aplicación de la ley de abastecimiento, que faculta al Gobierno a cerrar comercios y hasta a encarcelar a aquellas personas que entorpezcan el normal suministro de este alimento de la canasta básica.
La norma, que tendrá vigencia hasta fin de año, es el último recurso de la Secretaria de Comercio del Interior para frenar la inflación en los productos panificados. Y su alcance le permite al secretario Guillermo Moreno cumplir su amenaza de decomisar el cereal a los exportadores para volcarlo al mercado interno y que lo adquieran los molinos.
La verdad sea dicha, la medida tuvo un efecto inmediato. Fuentes del sector confirmaron que la oferta es mucho más dinámica que en días anteriores y aseguraron ésta provino de las grandes cerealeras.
Sin embargo, el sector agropecuario ya sabía que esto iba a suceder. Eduardo Buzzi, titular de la FAA, declaró que “en el corto plazo el trigo va a aparecer y probablemente el mercado tienda a normalizarse; pero los exportadores tienen  escasa disponibilidad del trigo. Hay riesgo de que lleguemos a diciembre (el mes en que se cosecha) y terminemos importando trigo de Uruguay. Las actitudes prepotentes de esta naturaleza surten algún efecto de corto plazo pero queda claro que el método es equivocado”.
En tanto, Luis Miguel Etchevehere de SRA señaló que “el año pasado se vendieron 9 millones de toneladas de trigo cuando el mercado interno necesitaba 6 millones para un correcto abastecimiento. Lamentablemente no sabemos dónde está el trigo. Eso hay que preguntárselo al secretario de comercio, a los exportadores y a los molineros”.
Desde el punto de vista de los panaderos, la decisión es, hasta el momento, acertada. El presidente de la Asociación de Panaderos de Buenos Aires, Luis Benito, afirmó que “por supuesto que se va a abaratar el precio de la harina y consecuentemente el pan con la aplicación de esta ley de abastecimiento”. En la misma línea el Presidente de la Asociación de Panaderos de Córdoba, Néstor Romero, dijo que la aplicación de esta ley “es un gran alivio”, e incluso subrayo que “si se hubiera hecho antes se hubiera evitado todo este nerviosismo generalizado”.
Lo que dice Romero es cierto, pero sólo en lo que se relaciona a la necesidad de previsibilidad. Si en lugar de la tardía ley de abastecimiento se hubiera aplicado una política a largo plazo, seria y lejos de los manoseos caprichosos de algunos funcionarios, no harían falta cuatro kilos de novillo en pie para comprar una docena de facturas. Ahora hay que esperar que lo sucedido sirva para que el Gobierno aprenda del error y que el clima acompañe.  
Agro-noticias.com
Alejandro Cánepa

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