sábado, 20 de julio de 2013

Llegó la hora de recuperar la “época de oro” del ovino local


La raza Corriedale tiene un alto potencial de desarrollo para abastecer las necesidades domésticas y llegar a los mercados mundiales
La aldea global genera un aumento lento pero sostenido en el consumo de carnes y fibras y dentro del sector ovino en la Argentina la raza Corriedale tiene un alto potencial de desarrollo para abastecer las necesidades locales y llegar a todos los rincones del mundo con productos diferenciados del alta calidad, con trazabilidad y a precios competitivos.
Éste es el gran desafío que enfrentamos. Nuestros productores tienen la capacidad empresarial para crecer, más aun teniendo en cuenta que el Corriedale es un ovino de doble propósito (carne y lana) que además posee una gran adaptación a sistemas de producción extensivos y semiintensivos en la Patagonia, ya que puede transformar los pastos naturales en proteína cárnica y fibras con una elevada eficiencia, con la característica fundamental de resistir las condiciones climáticas adversas que se le presentan.
La raza tiene una fertilidad apropiada para las condiciones imperantes. Pese a que los promedios de parición son levemente superiores a 78%, con el uso de las buenas prácticas se puede aspirar al 90 por ciento.
Los corderos tienen una precocidad muy adecuada para transformar pastos naturales que les permite llegar a pesos vivos de 28 a 30 kilos a los 3 o 4 meses de edad dependiendo de la oferta forrajera. Su lana que es de grosor medio (27 a 28,5 micrones en las ovejas), mediante la incorporación de genética pueden alcanzar vellones de 5 o 6 kilos por cabeza y mejorar su finura tendiendo a los 25 micrones, siendo esto un anhelo para mejorar la calidad.

Potencial

La Argentina posee un gran potencial en esta raza. El objetivo primordial es impulsar inversiones para incorporar genética, buenas prácticas y una mayor y mejor calidad de oferta forrajera con el fin de ofrecer a la aldea global más cantidad y mejor calidad de carne y fibra, aumentando el ingreso de divisas al país, generando mayor empleo y arraigando a la población en regiones de importancia geopolítica.
Tenemos fortalezas importantes para enfrentar los desafíos que nos impone el mundo, entre ellas, el saber cómo del empresario rural, sistemas de producción basados en pastizales naturales que pueden identificarse como ecológicos, el país está libre de enfermedades como scrapie y BSE y la región patagónica es libre de aftosa sin vacunación.
Debemos estar preparados para cuando se presente un nuevo escenario amigable para invertir, que diezme las debilidades que hoy enfrentamos. Nuestros costos de producción pueden retomar competitividad, podemos recuperar un tipo de cambio más competitivo eliminando los derechos de exportación e implementando políticas para controlar la inflación.
Hoy desaprovechamos oportunidades y favoreciendo a competidores. Tenemos la ventaja de recibir una cuota de 23.000 toneladas anuales (equivalente res con hueso) libre de aranceles intracuota y de otro derecho de importación en el país de destino, para exportar carne, que representa el 8% del total del cupo distribuido por la Unión Europea. Además estamos habilitados para exportar carne ovina deshuesada.
Las autoridades europeas sólo requieren una certificación del origen de la mercadería para ingresar, más la certificación sanitaria. Esta oportunidad nos inspira a realizar el congreso mundial de nuestra raza en la Argentina, con la esperanza de generar las políticas idóneas en impulsar la producción y consolidar los canales comerciales.
A fines del siglo XIX se dio en el país lo que se conoció como la “época de oro” de la producción ovina.Llegó la hora de recuperarla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.