Más allá de la campaña

El campo está contento aunque expectante. El jueves abrió la 127° Exposición de Ganadería, Agricultura e Industria Internacional, el momento en que el sector se muestra a la ciudad y exhibe, orgulloso, sus logros. El evento trata de destacar la esencia de una actividad que va siempre para adelante, aunque las condiciones políticas no lo acompañen. Y eso no es poco.

En el corte de cinta, el Presidente de la SRA, Luis Miguel Etchevehere, se ocupó de señalar uno de los tantos puntos en la rueda (se espera que la larga lista que sigue sea comentada en la inauguración, el sábado próximo). Ante la ausencia de funcionarios del Gobierno, Etchevehere recordó que “ya pasaron siete meses desde el intento de confiscación del predio ferial de Palermo, cuando se quiso avanzar sobre la propiedad privada y la justicia independiente en desmedro de la pluralidad de voces”.

Además, el dirigente  resaltó el aporte que el campo hace a la economía argentina con la más alta tecnología y genética de punta “que en suma es el resultado de los hombres y mujeres que trabajan en el país”, y lanzó un mensaje de esperanza: “La Argentina podrá - en un futuro no muy lejano- aprovechar su potencial y la inmejorable oportunidad que el país tiene a raíz de la demanda mundial de alimentos y energía renovable. Estamos persuadidos de que no está lejos el día en que podremos transitar de una vez por todas y con indeclinable constancia un camino de realizaciones imprescindibles”.

En tanto, el ministro de agricultura, Norberto Yahuar, demostró tener otras preocupaciones. En plena campaña para las elecciones legislativas (el ministro es candidato a diputado por Chubut), debió salir a desmentir las versiones periodísticas que le atribuían haber dicho que “los pueblos originarios se están llenando de plata con la soja”.

El funcionario explicó: “He sido tergiversado con mala intención. Lo que verdaderamente expresé es que con las políticas activas desde el Estado nacional hemos dado a los pueblos originarios y a las economías regionales la posibilidad de incorporarse al sistema económico y con ello poder producir cultivos de alto precio, valor agregado y rentabilidad como la soja y la quinoa”.

El campo exige que el Gobierno reconozca su aporte y viceversa. Desde hace meses, el diálogo entre ambos se convirtió en un monólogo destinado a ganarse la simpatía de los argentinos. Lo cierto es que no hay país en el mundo que haya progresado dándole la espalda a un sector tan importante de la economía. Y en campaña o fuera de ella, ese debería ser el objetivo (compartido) más importante. 

Agro-noticias.com
Alejandro Cánepa