Aquí cabe destacar que esta semana presenta una demanda un tanto más tranquila. Consecuentemente, se hace dificil conservar una escala de precios que se acerque a las necesidades del empresariado local.
De ahí la importancia de los envíos al exterior. Para que en momentos donde la demanda del mercado local se encuentre retraída, el empresariado local pueda colocar los excedentes sin necesidad de malvender su producción.
Por supuesto que el sector productor –en su conjunto– no puede caer en el error de pensar que con el gran esfuerzo de algunas pocas empresas, que son las que en la actualidad exportan un porcentaje de sus producción, el problema está solucionado. Esto no es así. Para nada...
Aquí la medida que se impone con urgencia, es que todas las empresas que integran el mercado destinen un porcentaje de su producción a la exportación. Todas, ¡sin excepción!
Por supuesto, la mayoría de las empresas que hoy no exportan tendrán que comenzar de manera indirecta, canalizando los envíos a través de empresas que ya operan dentro del gran mercado internacional. Por una cuestión, básicamente de estructura. Pero de cualquier forma, deben dejar de tener como único objetivo el mercado interno.
Por supuesto que a nadie le gusta vender una parte de su producción a menores precios. Pero creo que mucho menos, a nadie le gusta perder plata. Y esto es lo que va a pasar si no tenemos la voluntad de corregir todo este cuadro de situación.
La mayor oferta determina que los precios se tornen más vulnerables, si no tratamos de eliminar el excedente de producción. Y la solución, nos referimos a la solución posible, pasa necesariamente por la exportación.
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