jueves, 25 de julio de 2013

Se realizó el Simposio “No Malezas” de Syngenta

 


 La aparición de malezas resistentes y tolerantes cambiará el manejo de la tecnología y los costos de producción. Será necesario asumir una postura proactiva reconociendo que el problema es real, trasciende el lote individual y va más allá de una campaña. Será necesario comprender que los problemas de malezas no pueden solucionarse sólo con un herbicida, y se deberá aprender a emplear en forma inteligente y racional todas las herramientas químicas disponibles, ya que los beneficios de toda tecnología agrícola a futuro dependen de la forma en que se la utilice en el presente. Para abordar este tema, Syngenta organizó en Buenos Aires su Simposio “No Malezas” ante un auditorio de casi mil productores y técnicos de todo el país.

Como consecuencia de esta nueva realidad agrícola, el Ing. Mauricio Morabito, Director Customer Marketing LAS de Syngenta, se refirió a que hoy el productor deberá gastar un 40 por ciento más de lo que antes invertía en el control de malezas. En la Argentina la superficie afectada era del 23 por ciento en 2010 y se incrementó al 65 por ciento en 2012. El 71 por ciento de estas malezas se presenta en barbecho, el 26 por ciento en soja y sólo el 1 por ciento en maíz y trigo. Dentro de 4 años se espera que el porcentaje de las malezas en soja trepe al 40 por ciento si se sigue con este ritmo de monocultivo.

La erradicación no existe:

Las malezas van a convivir con el productor, y deberán ser consideradas como un problema de control permanente. Esta nueva situación impactará sobre el sistema de arrendamiento. ¿Cómo deberá manejar la situación quien alquile un lote en octubre (pasada la época de barbecho) y reciba el campo con malezas resistentes adultas instaladas? Preguntas como esta dejan en claro que todos los actores involucrados en la producción deberán cumplir bien con su papel. Tal como lo explicó el Dr. Kaundun Deepak, responsable del Estudio de resistencia en malezas de Syngenta en Inglaterra EE.UU., Una maleza tolerante es aquella que no es controlada a las dosis habituales de uso; en cambio, una maleza Resistente es aquella especie que tiene la capacidad de sobrevivir a dosis que en el pasado era letal. El carácter es heredable. Es importante identificar correctamente qué tipo de maleza es para adoptar la mejor estrategia de manejo.

En ese sentido, el Ing. Ian Zelaya, Syngenta Herbicide Product Biology Lead of Latam, Regulatory & Stewardship ACC, aclaró que los mecanismos de resistencia se producen por modificaciones biológicas de una enzima, o por cambios en translocación y absorción por la degradación del herbicida. “Nuestra experiencia en EE.UU., en campos de soja y maíz tratados con el mismo herbicida, indica que durante el tercer año de aplicaciones se tiene un 14 por ciento de individuos resistentes a herbicidas (en esta instancia generalmente el productor no nota el problema). En un cuarto año ya tenemos un 37 por ciento de plantas resistentes y es cuando el productor se da cuenta del problema. Para familias de herbicidas como las sulfonilureas vemos que la resistencia aparece después de 5 años de uso continuo. En otras familias como las de Bipiridilo (Gramoxone) el riesgo es menor y en muchos casos pueden pasar hasta 10 años sin generar resistencia”. De cara al futuro manifestó que Syngenta invierte mucho dinero en investigación buscando productos eficaces y seguros para los productores y la comunidad, sin embargo no es fácil encontrar nuevos herbicidas; estas búsquedas pueden demandar 10 años y mucho esfuerzo descartando y probando diferentes moléculas.

Según el Dr. Michael Owen, AssociateChair y Prosefor de Agronomía en la Universidad de Iowa, no existen las súpermalezas. Estas especies no son diferentes de las que hubo siempre, solo que encontraron la forma de sobrevivir. “Cuanto mejor se pueda controlar las malezas, más posibilidades se tendrá de seleccionar las especies problemáticas. Cuánta más diversidad haya en el sistema, mayor posibilidad de control y mayor uso de la tecnología. Las malezas responden a la tecnología como lo hacen los cultivos, por eso hay que aprender a convivir con las especies, la diversidad es clave”. “Todas las prácticas productivas y las estrategias de manejo de malezas imparten presión de selección que favorece determinados complejos de malezas y plagas.A menos que se incluya una diversidad de prácticas y estrategias en la producción de cultivos, la resistencia de las malezas es al final inevitable”.

“En la Argentina deberían usar la rotación de cultivos como táctica de manejo de malezas, tratar de reducir el banco de semillas del suelo, aprovechar la gran cantidad de hectáreas de barbecho, aislar lotes y manejar las malezas en cada lote independientemente de los otros, definir múltiples planes anuales de manejo de malezas, monitorear, explorar. Entender que el uso de herbicidas no es solamente parte de la solución sino parte del problema y considerar todas las tácticas mecánicas y culturales posibles. No esperen una nueva tecnología que solucione todo de golpe por el mismo precio. Es muy posible que el próximo nuevo mecanismo de acción ya haya muerto antes de ponerse a disposición del productor”, concluyó.

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