Vacas flacas: aseguran que la presión fiscal sobre el campo alcanza hasta 80% de ingresos.
Así lo manifestó Ricardo Negri, responsable de investigación y desarrollo el CREA, quién aseguró que "no se le puede sacar un mango más" al agro. Además, remarcó que en algunos sectores ese porcentaje puede llegar hasta el 120 por ciento.
La "presión fiscal" sobre el sector agropecuario alcanza al 80% de los ingresos, advirtió este miércoles el responsable de Investigación y Desarrollo de los Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA), Ricardo Negri.
En un análisis de CREA durante una jornada realizada en el Congreso de la Nación, Negri explicó que "a partir de la presentación" calcularon "la presión impositiva estimando los resultados, y qué porcentaje del resultado del productor se va para impuestos", informó NA.
"Es toda una metodología que es comparable con varios países del mundo", sostuvo, y acotó que "el resultado lo analizamos partido por partido en Buenos Aires, Entre Ríos y Santa Fe, que son las provincias que tuvieron cambios agrícolas más grandes".
"Íbamos a seguir con las otras provincias pero vimos que los cambios eran muy parecidos en todas. Básicamente, los que menos presión fiscal tienen es del 71% al 72%, tomando como base un año normal de resultados físicos en cuanto a producción y clima", expresó Negri.
Pero en general, destacó que "la presión fiscal va del 72% al 80% en todos esos departamentos. Eso quiere decir que del resultado del productor (ingresos menos gastos), por lo menos el 72% se lo transfiere al estado nacional, provincial o municipal".
"Además, por los efectos de la intervención sobre el mercado de trigo y maíz, depende cuál sea su composición de lotes, hay un 11% más en el caso del sudeste bonaerense o 7% más en el norte de Santa Fe que es como un impuesto privado. Como una transferencia del productor al siguiente eslabón de la cadena", explicó.
Con la presión tributaria, más el efecto "arbitrario de la discrecionalidad de la gestión del comercio exterior argentino, el productor tiene por lo menos 80% de presión sobre sus resultados en un año normal", remarcó.
Además, el especialista destacó que "cuando se tienen problemas climáticos como el año pasado, por ejemplo en Tapalqué, se pasó al 98 a 100%".
"Eso sobre campo propio. Si paso sobre campo alquilado, en un año con problemas como el 2012, en cualquier zona del oeste de la Provincia de Buenos Aires, la presión fiscal supera el 110%, y queda entre el 110% y el 120%", analizó.
Estas cifras indican que el productor en esa situación pierde capital operativo para pagar sus impuestos: "La presión fiscal sobre el agro es impresionante y está al límite de su poder contributivo. No se le puede sacar un mango más".
Ante esta situación, "se pierde capital operativo porque el 76% al 77% de los impuestos son retenciones. Y la mayoría son impuestos directos que afectan el flujo".
"Ingresos Brutos, retenciones y el IVA son impuestos que vos no ves la plata, nunca la tenés. La presión fiscal está y llegó para quedarse", concluyó Negri.
"Es toda una metodología que es comparable con varios países del mundo", sostuvo, y acotó que "el resultado lo analizamos partido por partido en Buenos Aires, Entre Ríos y Santa Fe, que son las provincias que tuvieron cambios agrícolas más grandes".
"Íbamos a seguir con las otras provincias pero vimos que los cambios eran muy parecidos en todas. Básicamente, los que menos presión fiscal tienen es del 71% al 72%, tomando como base un año normal de resultados físicos en cuanto a producción y clima", expresó Negri.
Pero en general, destacó que "la presión fiscal va del 72% al 80% en todos esos departamentos. Eso quiere decir que del resultado del productor (ingresos menos gastos), por lo menos el 72% se lo transfiere al estado nacional, provincial o municipal".
"Además, por los efectos de la intervención sobre el mercado de trigo y maíz, depende cuál sea su composición de lotes, hay un 11% más en el caso del sudeste bonaerense o 7% más en el norte de Santa Fe que es como un impuesto privado. Como una transferencia del productor al siguiente eslabón de la cadena", explicó.
Con la presión tributaria, más el efecto "arbitrario de la discrecionalidad de la gestión del comercio exterior argentino, el productor tiene por lo menos 80% de presión sobre sus resultados en un año normal", remarcó.
Además, el especialista destacó que "cuando se tienen problemas climáticos como el año pasado, por ejemplo en Tapalqué, se pasó al 98 a 100%".
"Eso sobre campo propio. Si paso sobre campo alquilado, en un año con problemas como el 2012, en cualquier zona del oeste de la Provincia de Buenos Aires, la presión fiscal supera el 110%, y queda entre el 110% y el 120%", analizó.
Estas cifras indican que el productor en esa situación pierde capital operativo para pagar sus impuestos: "La presión fiscal sobre el agro es impresionante y está al límite de su poder contributivo. No se le puede sacar un mango más".
Ante esta situación, "se pierde capital operativo porque el 76% al 77% de los impuestos son retenciones. Y la mayoría son impuestos directos que afectan el flujo".
"Ingresos Brutos, retenciones y el IVA son impuestos que vos no ves la plata, nunca la tenés. La presión fiscal está y llegó para quedarse", concluyó Negri.
Fuente: iProfesional.com
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