lunes, 12 de agosto de 2013

Agosto: sin amenaza climática, se consolida la idea de cosecha récord en EE.UU.

Iniciamos la semana con la expectativa de analizar el informe de OFERTA y DEMANDA que actualizará el USDA este lunes. Si bien no se esperan cambios relevantes con respecto al reporte de JULIO, son datos oficiales que van asimilando la proyección de una cosecha histórica, tanto en soja como en maíz, habiéndose atravesado, prácticamente, la etapa crucial para la definición de los rendimientos con clima favorable.
Con temperaturas por  apenas debajo del promedio y lluvias aisladas, pero constantes, durante julio y con un pronóstico también en esa línea al menos para los próximos 15 días, el reto productivo que se vivenció la campaña pasada para maíz pierde dimensión, apenas una  anécdota,  cuando se proyecta hoy un rendimiento promedio récord de 99 qq/ha, un 28% por encima del año pasado.

Si consideramos que la superficie sembrada estuvo también en los máximos (37,4 millones de hectáreas), se define cómodamente una cosecha norteamericana de maíz  13/14 por encima de los 350 millones de toneladas y unos inventarios finales que rondan los 50 millones. Super cosecha para Estados Unidos, liderando la producción con el 37% de la oferta y recuperando su liderazgo en el comercio mundial con una participación del 30% del mercado.

Por otro lado, hay que tener en cuenta que la maduración de la soja está demorada este año, por lo que va a ser difícil para el USDA hacer una estimación realista en cuento a los rendimientos. Apenas el 40% de la soja estaba en etapa de llenado de granos comenzando agosto, cuando el año pasado para esta época rondaba el 70%.

Concretamente, habrá que esperar a los informes de septiembre/octubre para tener una idea más acertada de los rendimientos finales y todavía persiste la vigilia por el rango de precipitaciones esperado para las últimas dos semanas de este mes, filtrándose, además, el temor de heladas tempranas, sobre todo considerando lo leve que fue este verano boreal.

Estas potenciales contingencias mantienen la expectativa y los fondos están todavía levemente comprados en soja, ostentan el 6% del Open Interest, mientras que en maíz dieron vuelta su posición pasando de estar comprados con un 5%, a vendidos con esa misma proporción del Interés Abierto en apenas un mes, aniquilando la prima climática a medida que avanzaban las semanas de condiciones ideales. Cambió dramáticamente el escenario de escasez a sobreoferta.

Técnicamente ambos cultivos se ven débiles, aunque buscando alguna consolidación considerando la extrema sobreventa, sobre todo en maíz. El soporte para la posición diciembre en Chicago está en niveles de 450 cents/bushel, mientras que para la soja noviembre 13/14 se ve en 1140, el mínimo del 2012.

Una variable que sigue también especialmente de cerca el mercado es la relación SOJA/MAIZ, que está en los máximos del año, rondando 2,60, reflejando un encarecimiento relativo de la soja, considerando que ese spread promedió en los últimos años en 2,30. Un recorte más profundo en la cotización del cereal, en este nuevo escenario de abundancia, limitaría la potencialidad de recuperación de la soja. Para tener en cuenta.

Si bien las noticias vinculadas con la oferta copan la escena, próximamente el mercado comenzará a concentrarse en lo que tenga que decir el consumo en este nuevo esquema de abastecimiento y de precios. La demanda sigue intacta.

Hay que considerar que comenzando agosto Estados Unidos ya tiene comprometido el 41% de sus ventas proyectadas de soja, máximo histórico para esta época del año, cuando el promedio de los últimos 5 fue de 27,5%. Evidentemente los bajos precios se ven como oportunidades de asegurar producto de un destino confiable como es Estados Unidos, más allá de la disponibilidad de que todavía tienen Argentina y Brasil de sus abundantes cosechas 12/13.

Brasil tiene actualmente un line-up de carga de maíz que ronda los 5 millones de toneladas, avanzando la trilla de la zafriña, en un año récord para el maíz con una cosecha que se estima en 80 millones de toneladas. Sus embarques septiembre cotizan a la par de Chicago, concentrando la atención de la importación, mientras que el maíz primicia en Estados Unidos todavía está caro, 60 over o 23 dólares arriba de la posición septiembre, y Argentina está fuera de juego cotizando 90 over, o con una prima de 35 dólares, que convalida una capacidad teórica de pago de 150 dólares, que coincide con el nivel de precios  FAS actual.

Conclusión, en este nuevo esquema de oferta el maíz argentino está caro. Qué sentido tiene discutir una nueva apertura de Roes a partir de la reunión prevista para el 11 de septiembre en base a las declaraciones de existencias que consideran la recolección del maíz de segunda, que este año fue muy significativo en nuestro país. Para lo que queda del año, la alternativa es el consumo doméstico y el armado artesanal de negocios con la industria local.

La siguiente reflexión indispensable es qué sentido tienen las retenciones a las exportaciones de maíz, en este contexto de oferta tan competitivo mundial, con la desventaja cambiaria de nuestro país vecino y productiva del líder mundial? Cómo pretenden pensar en una cosecha argentina de maíz 13/14 más cercana a los 30 millones que a los 20? Con este esquema, fuera de escenario de catástrofes climáticas en países referentes, los márgenes no cierran para apostar al desarrollo, y menos todavía sustentable, del maíz en Argentina.

Lamentablemente el horizonte es menor área, menos volumen, menos exportaciones, menos márgenes para toda la cadena, incluido el consumo que tendrá un panorama de originación complicado el año próximo, que podría recordar la situación extrema del trigo. Maíz 13/14 más caro en Baradero o en Gualeguay que en el Golfo de Mèxico o Brasil? En el mercado no hablamos de casualidades, trigo y energía en Argentina son causalidades

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