domingo, 18 de agosto de 2013

Economía, empresas y Exportaciones del Agro.-




Los costos invisibles en siembra y cosecha
Cuáles son los factores desatendidos que definen entre el 30 y el 35% de la rentabilidad de los contratistas, responsables de plantar y levantar más del 70% de la producción agrícola. Lo presentó Andrés Méndez, del INTA Manfredi, en el XXI congreso de Aapresid..-
Los costos invisibles en siembra y cosecha
El Ing. Andres Méndez, en el Congreso Aapresid 2013
AGROMAQUINAS
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En horas de la mañana y de la noche, un cultivo de soja se trilla con 14% de humedad que, durante el resto del día, promedia el 12 o 13%. Este dato parecería trivial si no fuera porque esa variación genera una carga del motor en la cosechadora que se traslada a gastos de combustible. Así, un punto más o menos de humedad puede representar un 15% de diferencia en la rentabilidad.

Y es que existen factores poco atendidos que afectan los valores de labores como siembras, cosechas y pulverizaciones, capaces de representar hasta el 35% de las utilidades reales. Andrés Méndez, especialista del INTA Manfredi –Córdoba–, dio a conocer cuáles son esos costos invisibles, asociados directa o indirectamente a la maquinaria agrícola, en el marco del XXI congreso de Aapresid.

“Hay costos que se ven y hay costos que no se ven”, dijo Méndez al presentar un trabajo realizado por el INTA, el Ministerio de Agricultura de la Nación y la Federación Argentina de Contratistas de Maquinaria Agrícola (Facma), que asumió el desafío de establecer con claridad los precios de las labores vinculadas con este sector.

En la Argentina, alrededor de 20.000 contratistas siembran y cosechan aproximadamente el 80% de la producción nacional de granos.

“Muchas veces se cree que el único costo es el de la maquinaria agrícola y no se tienen en cuenta todos los demás, que realmente son muy importantes, porque representan entre el 30 y el 35% del costo final”, aseguró el técnico, quien añadió: “¿Por qué no se trabaja sobre un porcentaje de lo que rinde el campo? Porque el contratista no tiene que asumir el riesgo de la pérdida de un campo menos rentable por un mal manejo”.

Para Sergio Marinelli, contratista de la localidad santafesina de Venado Tuerto y docente de agricultura de precisión, “hoy realmente no se sabe cómo acomodar los números”.
Según su propia calificación, Marinelli es “un fierrero nato” y le resultó curioso explicar que “hoy, una cosechadora que antes valía 350 mil dólares, ahora vale 700 mil. Esto hace que tu máquina usada, cinco años después de haberla comprado, valga 100 mil dólares más. Eso no permite ser realista con los costos”.

En esta línea, el contratista afirmó que “no puedo prever un valor a cinco años porque no sé cómo estará el contexto. Sin conocer los costos reales, no podemos andar, ni saber qué tipo de descuento hacer, ni si le estoy arrancando la cabeza o le estoy regalando mi trabajo”.
Por esto, Méndez consideró que “con esta nueva información, el contratista puede basarse en un número de una entidad que analizó los costos y le ofrece una herramienta para fijar el precio de su servicio. Desde el INTA queremos contribuir a formar una interpretación de lo que está ocurriendo con los costos de siembra, cosecha o pulverización, porque es un punto crítico”.

La rentabilidad y los costos invisibles
De acuerdo con el técnico de Manfredi, la evaluación de costos debe incluir la amortización de la maquinaria, sus reparaciones y mantenimiento, pero además los tractores, tolvas, casillas, galpones, personal… Facma incluyó a todos esos factores en una máquina tipo de 280 caballos de fuerza y obtuvo los costos visibles, los invisibles, la utilidad y su comparación con el rendimiento. “La tarifa entonces tiene que incluir los costos que se ven, los que no se ven y luego la ganancia, que por lo general es del 20% y eso define la ganancia real del contratista, que no tiene nada que ver con los costos”, indicó.

Uno de los costos más visibles, dijo Méndez, es el gasoil: es fácil saber cuántos litros se gastan por hectárea. Pero el gasto de las cubiertas o reparaciones de la máquina por abolladuras, por ejemplo, no suele tenerse en cuenta.

Sin embargo, ¿cómo se establece una promedio de costos? En el caso de la siembra y la cosecha, los precios se definen por hectárea y varían según el cultivo, el tipo de máquina y sus características, aunque también hay más variables.

“Si vos le preguntas hoy a un contratista, te va a decir que trabaja por el 8% de la cosecha”, dijo Méndez y explicó que esa situación tiene una gran variabilidad: “En lotes con alto rendimiento, un 8% puede ser muy bueno, pero en un ambiente de bajo rendimiento, eso muchas veces no llega ni a cubrir el costo de las amortizaciones”.

Para un maíz que rinda 7.000 kilos, ejemplificó el especialista, la cosecha costará 540 pesos por hectárea. No obstante, si el rendimiento aumenta, el costo también: “Porque la máquina va más despacio y trabaja más cargada, permanece más tiempo en el lote, consume más combustible y eso aumenta el costo y puede cobrarse hasta aproximadamente 680 pesos para un maíz de 13.000 kilos”, aseguró.

“Muchas veces somos la variable de ajuste de las empresas cuando los números no les dan bien”, consideró Marinelli, para quien “hay empresas que siembran 100 mil hectáreas y si te bajan 20 dólares por héctarea cosechada, ganan dos millones sin hacer nada, sólo por ahorrarse ese pago”.

Marinelli recuerda el mote de “empresas golondrina” que solía asignárseles: el movimiento típico es similar al de una compañía de circo que se mueve entre localidades, se instala fugazmente con sus carpas y, tras unos días de trabajo, continúa desplazándose.

“Comenzábamos la trilla en el norte y seguimos hacia el sur del país, siempre moviéndonos con el calendario productivo”, explicó. Sin embargo, esta modalidad casi nómade también implica costos que no suelen considerarse: el propio movimiento de las máquinas por las rutas argentinas. “El traslado es un problema, por eso hace cuatro o cinco años que nos dedicamos a trabajar en la zona de Venado Tuerto”, dijo Marinelli, para quien “la tendencia ahora va a ser cada vez más trabajar localmente, debido al costo del traslado de las maquinarias”.

“Hoy ya somos empresarios y necesitamos conocer nuestros costos”, afirmó Marinelli, “porque la reposición de nuestros equipos va de la mano de que cobremos bien y esto puede ser un problema productivo a largo plazo para la Argentina”.

Por otra parte, Méndez sostuvo que la tendencia para la próxima década no buscará incrementar el tamaño de las máquinas, sino aumentar las aplicaciones tecnológicas que permitirán reducir costos y ofrecer mayor eficiencia. De este modo, una máquina de más de 40 pies no estaría conducida por un operario, sino por un piloto automático.

Si bien las herramientas de agricultura de precisión (AP) implican también una inversión, es más fácil recuperar: “Una sembradora aumentó su precio prácticamente un 40% en la última década y las herramientas de AP lo mantuvieron estable y, en algunos casos, disminuyeron. Lo mismo ocurrió con las cosechadoras. Un piloto automático representaba el 10% del costo de una cosechadora y hoy representa el 5%. Esas diferencias hay que tenerlas en cuenta”, afirmó el técnico del INTA.-







Rizobacter alcanzó las 100 millones de dosis de inoculante vendidas

La cifra que surge de un total de 22 campañas, desde el surgimiento de los inoculantes líquidos en octubre de 1991.-Con esa cantidad de dosis, que incluye desde las tecnologías de primera generación hasta las más innovadoras,  se sembraron alrededor de 62.500.000 de hectáreas o el equivalente a dos veces la superficie de siembra de soja de la República Argentina, lo que para la empresa significa una meta alcanzada, y a su vez la renovación del compromiso con el sector agropecuario y con los objetivos que la movilizan desde sus inicios: las ganas de crecer e invertir en el país.

“Este es un año muy especial y significativo para Rizobacter. Un año en el que deseamos celebrar y compartir el logro con nuestros empleados, proveedores, distribuidores y productores de todo el país. Porque en este número hay grandes dosis de orgullo, de esfuerzos y de sueños compartidos”, expresó Ricardo Yapur, presidente  de Rizobacter Argentina y agregó que “Estamos orgullosos de la trayectoria de la empresa,  de su espíritu innovador y su alta capacidad para adaptarse a los cambios. Eso sumado a las buenas alianzas que construimos con los diferentes actores del sector, nos ha posibilitado crecer constante y exponencialmente en los últimos años, tanto en facturación como en cantidad de empleados y de ser líderes en mercados tan disímiles como Brasil y Estados Unidos”.

Para Rizobacter el dato más relevante es que el logro se alcanzó junto al productor, poniendo a su disposición tecnología e innovación en su campo y aumentando sus márgenes de rentabilidad. O como destaca Yapur “La cifra de 100 millones de dosis para nosotros significa un gran orgullo y a la vez, la confirmación de una estrategia que siempre ha sido estar en la frontera del conocimiento agrícola. Si consideramos que el valor de la Urea es de U$S 300 x tonelada, los productores ahorraron alrededor de  3.260 millones de dólares”.-









Se consolida el mercado de exportación de carne bovina hacia Israel
Una delegación del Servicio Veterinario de Sanidad Animal de Israel recorrió establecimientos exportadores de carne bovina de la Argentina habilitados por el Senasa, durante una visita oficial al país que se extendió del 30 de julio al 7 de agosto.-
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Durante su estadía, los agentes del Servicio Sanitario del país asiático recorrieron establecimientos de faena y depósito de frío ubicados en las jurisdicciones de los centros regionales Metropolitano, Buenos Aires Norte y La Pampa-San Luis del Senasa, en los que verificaron el sistema de control de faena. Además, visitaron un laboratorio de la Red Oficial del Organismo en los que auditaron el Plan Nacional de Control de Residuos e Higiene en Alimentos (Creha) del Senasa.
La delegación israelí estuvo encabezada por Sergio Dolev, quien fue acompañado por David Shitrit, responsable del Programa de Inocuidad Alimentaria.

En la reunión inicial, Dolev destacó que “en los últimos años un 40% de la importación de carne de Israel proviene de la Argentina”. En este sentido, Leonardo Mascitelli, coordinador de Relaciones Internacionales del Senasa, reconoció la importancia de la visita para fortalecer y consolidar las relaciones comerciales con ese mercado.
Cabe destacar que Israel ocupa el segundo destino en la exportación de carne vacuna argentina a nivel mundial. En 2012, en total se exportaron cerca de 21 mil toneladas de productos cárnicos, mientras que en lo que va del presente año - entre enero y junio - se exportaron a ese destino más 9,5 mil toneladas.
Finalmente, durante la reunión de cierre de la visita realizada en la sede central del Senasa, los integrantes de la delegación de Israel compartieron con los agentes del Servicio Sanitario nacional el sistema de control y verificación online que tiene Israel para sus plantas.-






Casafe y Fedia firmaron un convenio por la mejora continua de los depósitos
La Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (CASAFE) y la Federación de Distribuidores de Insumos Agropecuarios (FeDIA) firmaron ayer un convenio con el fin de fortalecer la relación entre ambas entidades. Mediante este acuerdo, los depósitos de FeDIA ingresarán en el programa de mejora continua, Depósito OK.-
En este acto participaron los presidentes de ambas entidades, Sergio Rodriguez (CASAFE) y Martín Nocelli (FeDIA); Juan Cruz Jaime, Director Ejecutivo de CASAFE; Santiago Ballesty, Director Ejecutivo de FeDIA; y Roberto Coronel, presidente de la Cámara Empresaria de Distribuidores de Agroquímicos, Semillas y Afines Bonaerense (Cedasaba).

Depósito OK, es un programa de acceso voluntario que busca promover una gestión responsable, normas de trabajo seguras, y una estructura adecuada para el almacenamiento de productos fitosanitarios. Contempla la emisión de una Certificación Integral de la Seguridad de los depósitos de fitosanitarios elaborada sobre la base del Código de Conducta de la FAO. De este modo, CASAFE continúa fomentando las buenas prácticas agrícolas.-







Inmobiliarias rurales consideran que la Ley de Tierras es un avance
La Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR) aseguró que la normativa, sancionada en 2011, fue un "avance significativo" para determinar la titularidad catastral y dominal de las tierras rurales.-


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En un comunicado firmado por el titular de la Cámara, Roberto Frenkel Santillán, se indica que para que la norma sea de utilidad para todos los actores del campo "hay que determinar las equivalencias" de la tierra.

Recuerda que la Ley 26.737 de Régimen de Protección al Dominio Nacional sobre la Propiedad, Posesión o Tenencia de las Tierras Rurales, establece que los extranjeros no podrán tener más del 15 por ciento del total de las tierras a nivel país.

También establece para el futuro que ningún extranjero podrá adquirir más de mil hectáreas en la zona núcleo o la superficie equivalente, según la ubicación territorial.

"No es lo mismo mil hectáreas de tierra agrícola `buena´ de pampa húmeda que mil hectáreas de tierras `marginales´", expresó la Cámara.

En ese sentido, consideró que "se debería implementar con criterio y equidad las equivalencias para cada zona, verificando la calidad de sus suelos, su potencial, sus limitaciones y todos los ítems conocidos que resulten para volorar la tierra".

Para la Cámara, las equivalencias deberían permitir un "desarrollo agrícola ganadero sustentable, económico y posible", para darle más oportunidades a las tierras menos desarrolladas.

La entidad propone crear zonas "especiales" para promover el desarrollo, y "hacer resurgir hectáreas que se encuentran en un olvidado letargo y se incorporen a la Argentina productiva que tanto anhelan los lugareños", señala.

Recuerda que la ley creó el Registro Nacional de Tierras Rurales y el Consejo Interministerial de Tierras Rurales, que efectuaron relevamientos que permitieron verificar que "la Argentina es el octavo país del mundo con una superficie de 279.181.000 hectáreas".

Se estableció que el país tiene 267.679.474 hectáreas de tierras rurales, que significa el 95,88 por ciento de su territorio nacional, y se indicó que el total de hectáreas en manos de extranjeros es de 15.881,069, es decir 5,93 por ciento a nivel nacional.-


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