viernes, 16 de agosto de 2013

El abadejo está en grave riesgo


El Consejo Federal Pesquero fijó la semana pasada la captura máxima permisible (CMP) para el recurso abadejo atendiendo las recomendaciones realizadas por el INIDEP que surgen del Informe Técnico N° 16, “Evaluación del estado actual del recurso abadejo y estimación de la captura biológicamente aceptable en el año 2013 y en el largo plazo”.
Los datos que arroja son alarmantes: una biomasa reproductiva muy por debajo de la catalogada como sustentable y capturas conformadas mayoritariamente por juveniles. Estos números cobran mayor relevancia si se tienen en cuenta las características biológicas de la especie de baja fecundidad, crecimiento lento, longevidad y una talla de primera madurez sexual que se alcanza recién a los 70,8 centímetros. Aquí brindamos una breve descripción de este recurso y un resumen del informe técnico que sirvió de base para la redacción de la Resolución 8/13 del CFP.
El abadejo es una especie de baja fecundidad, la puesta tiene lugar al sur de los 42° desde diciembre hasta mediados de marzo, fuera de los cañones submarinos donde habitualmente habita; en esa misma latitud, llegando hasta los 47° y en la misma época del año, se identificó una de sus áreas de crianza, la otra se encuentra al norte del paralelo de 42° donde la presencia de larvas se extiende entre los meses de abril y mayo. Los juveniles permanecen en aguas costeras, con frecuencia en el Golfo San Jorge. La talla de primera madurez sexual la alcanza recién entre los 4 y 5 años. La flota que actúa sobre el recurso está integrada por buques palangreros cuando se la tiene como especie objetivo pero fundamentalmente por buques arrastreros que lo capturan como especie acompañante de la merluza hubbsi, lo que lo ha mantenido sujeto a la presión ejercida sobre este recurso.
La evaluación realizada para estimar la captura biológicamente aceptable (CBA) en el año 2013 se llevó a cabo con un modelo de producción estructurado por edad, ajustado a las capturas desembarcadas entre 1980 y 2012 y calibrado con índices de abundancia con datos de captura por unidad de esfuerzo (CPUE) de la flota comercial y de campañas de investigación. Además, se incorporó al ajuste el patrón de captura por edad de los años 2010, 2011 y 2012, cuya fuente fue el muestreo realizado en el puerto de Mar del Plata.
Al igual que anterior, se realizó otra evaluación con el mismo modelo pero comprendiendo el período 1986 a 2012, abandonando la situación de equilibrio en 1980. Los estudios realizados por el investigador Héctor Cordo concluyen que la relación stock-recluta observada entre ambos modelos tiene una “única diferencia notable” que se encuentra en el valor estimado del parámetro que define la -denso- dependencia de los reclutamientos, considerándose como más lógico el estimado para la serie histórica 1980-2012. De todas formas se consideró conveniente utilizar los dos modelos para estimar la CBA.
En el informe se señala que la paralización de las actividades en el puerto de Mar del Plata durante los meses de mayo a julio de 2012, redujo la captura de abadejo en un 38% en la Argentina respecto de 2011, motivo por el cual no se alcanzó la captura máxima permisible establecida por el CFP. Sin embargo, “esto no fue así respecto de la captura total” que involucra lo pescado por Uruguay y otros países. Durante el año pasado el Consejo también produjo resoluciones tendientes a disminuir la pesca dirigida, pero según señala el autor, no ha “dado los resultados esperados de disminuir la captura de este recurso”.
En el documento se destaca que la captura desembarcada en primer trimestre “disminuyó en un 60% respecto del mismo período del año anterior”, lo que se atribuye a las medidas restrictivas impuestas desde enero del corriente año y “los problemas de competitividad que aquejan a la industria y que están produciendo una importante disminución de la actividad de la flota”. De continuar esta tendencia se espera que en 2013 “la captura de abadejo vuelva a caer significativamente por debajo del promedio histórico”.
Pese a la disminución de las capturas y las medidas restrictivas, al estimar los parámetros de evaluación sobre el estado actual del recurso, en lo que se refiere a las relaciones entre la biomasa de reproductores y la de equilibrio (1980) o de inicio de la serie (1986), muestran que la biomasa reproductiva (BR) se encuentran en un “12% de la BR virgen”. Señalan que respecto del 2012 esta relación empeoró, dado que se encontraba en el 15%. Para el autor esto debe atribuirse parcialmente a que los pesos por edad resultaron inferiores en un 5% si se los compara con el período 2009-2011, “lo cual impacta directamente en las estimaciones de biomasas y rendimientos”.
A la luz de “los estudios realizados por varios autores y aplicando el criterio precautorio” la biomasa reproductiva no debe ser “inferior al 30%” de la biomasa reproductiva virgen. Es por ello y “por las características biológicas del abadejo, como ser, muy baja fecundidad, alta longevidad y edad de primera madurez sexual”, que los investigadores eligieron este nivel para recomendar las CBA para cualquiera de los dos modelos utilizados.
Si bien los investigadores dan a consideración de la autoridad escenarios que contemplan un nivel del 20% de BR en relación con la BR virgen, aclaran que “se realizó para obtener capturas proyectadas a las cuáles nunca se debería llegar dado que ese límite podría comprometer seriamente la sustentabilidad del recurso”. De ello y a sabiendas de que el nivel actual de BR en relación a la BR virgen es del 12%, se puede inferir que el abadejo se encuentra en un estado muy complicado y su sustentabilidad parece pender de un hilo.
“Con el objetivo de recuperar la BR al 30% de la biomasa virgen en el largo plazo, la captura biológicamente aceptable 2013 fluctúa entre 3.648 toneladas y 9.285 toneladas”, dependiendo si se trata del modelo que toma periodo histórico desde 1980 o 1986. Si se hubiese optado por recomendar la proyección de recuperación en el mediano plazo, como ha ocurrido en los últimos años con la merluza hubbsi por su crítico estado y por considerarlo un escenario más precuatorio, la captura recomendada hubiese estado entre 160 toneladas y 8.137 toneladas respectivamente.
La fragilidad que ostenta el abadejo no solo queda evidenciada en la proporción existente entre la BR y BR virgen sino también en la estructura de tallas, que “demuestran nuevamente la escasa presencia de ejemplares adultos, o sea, mayores de 70 centímetros de longitud total”. En el informe advierten que del análisis total se refleja, “la alta proporción de juveniles desembarcados, que aunque fue menor a los dos años anteriores igualmente es muy elevada (cercana al 70%) y podría estar influenciada por la falta de muestreos entre mayo y julio, meses en los cuales predominan los juveniles en el desembarque”. Los datos surgen del muestreo de desembarques realizados en 2012 en el puerto de Mar del Plata.
La semana pasada el Consejo Federal trató la CBA de abadejo para la cual se sirvió de este informe técnico y de una “nota complementaria”, según consta en el acta 29/13, en la que se sugirió, teniéndose en cuenta “la captura y la estructura de tallas”, una captura máxima “que se ubique en valores cercanos a las 9000 y 1000 toneladas”. Finalmente por recomendación del INIDEP decidieron fijarla en 9000 toneladas mediante la Resolución 8 del CFP.

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