domingo, 18 de agosto de 2013

El enfoque territorial como estrategia para enfrentar nuevos retos agroalimentarios
Los cambios en los sistemas productivos demandan cada vez más acciones para lograr entender los nuevos modelos. Desde el INTA se está trabajando en una nueva cartera de proyectos que incorpora una mirada ampliada para abordar la problemática del sector agroalimentario y agroindustrial: el enfoque territorial.-

El enfoque territorial como estrategia para enfrentar nuevos retos agroalimentarios
El enfoque territorial como estrategia para enfrentar nuevos retos agroalimentarios
 
 GENERALES
 Nueva resolución para extender certificados de origen 
 Segundo encuentro regional de escuelas agrotécnicas 
 Más controles sobre agroquímicos y depósitos en Córdoba 
 

El CeRBAS cuenta con 11 proyectos regionales con enfoque territorial (PRET), los cuales tienen como objetivo trabajar en el territorio, codo a codo con la sociedad, escuchando sus demandas, analizando alternativas de solución en forma conjunta y transformándolas en acciones.

“El nuevo enfoque de la Institución y por ende del CeRBAS es dar respuesta a la demanda de la gente que está en los territorios. Por eso para iniciar la planificación se partió desde las bases, desde los territorios, considerados como sistemas complejos con relaciones humanas. Lo que hicimos fue escuchar las demandas y necesidades de la gente, queríamos conocer qué le pide la sociedad al INTA” explica Eduardo Ezcurdia, Director del Centro Regional Buenos Aires Sur.

Por su parte, Enrique Viviani Rossi, Director de la EEA Balcarce, y responsable de 3 proyectos regionales destacó “son una propuesta innovadora e integradora de gestión de las actividades, acciones y vinculaciones, desplegadas territorialmente y que nos permitirán el abordaje de nuestras respuestas a las problemáticas, demandas y dinámicas de los territorios con una visión integral y sistémica e incorporando los componentes estratégicos de la institución: Investigación y Desarrollo, Transferencia y Extensión, Vinculación tecnológica y Relaciones Institucionales necesario para la innovación tecnológica”.

Cabe destacar que la nueva cartera de proyectos del INTA tiene una duración de 6 años, y que dentro de la EEA Balcarce se encuentran los proyectos regionales Sudeste, Centro Oeste y Mar y Sierra, cada uno de ellos con sus respectivos facilitadores y equipo de gestión.

La puesta en marcha de los proyectos consistió, en primera instancia, en la realización de talleres en cada uno de los territorios. El objetivo de estos encuentros fue la identificación de las demandas y requerimientos de la gente, estableciéndose un fluido intercambio entre todos, abarcando un amplio espectro de actores políticos, académicos, profesionales, productivos, empresariales, etc. De estas instancias participaron tanto los investigadores como los extensionistas del INTA.

La siguiente etapa fue la redacción del perfil de los proyectos donde se definieron los objetivos, las principales actividades y los participantes. Es importante destacar que en los proyectos regionales confluyen tanto investigadores como extensionistas generando entre ellos una sinergia que se traduce en beneficios para la sociedad. Luego se comenzó a trabajar en las relaciones de los proyectos regionales con los programas nacionales, motivando articulaciones de gran envergadura. Más tarde llegaron las evaluaciones tanto internas como externas, las cuales fueron muy enriquecedoras por los aportes brindados.

“Quisiera destacar especialmente lo que considero la mayor fortaleza del proyecto Sudeste: el equipo de trabajo, constituido por profesionales con vasta experiencia, muchos de ellos referentes a nivel nacional e internacional, seguidos por un numeroso grupo de jóvenes con gran capacidad y acompañados por técnicos y personal de apoyo que complementan la tarea eficazmente” manifestó Daniel Huarte, Facilitador del Proyecto Sudeste.

Paulo Recavarren, Facilitador del PRET Centro Oeste, manifestó “trabajar en esta nueva cartera de proyectos consistió en un proceso muy rico, participativo y abierto. Tuvimos libertad absoluta de la institución para trabajar. Y quiero destacar que puertas para adentro del INTA fue desafiante porque se generó un compromiso con la comunidad y también con otras instituciones”.

“De estos proyectos me pareció más que interesante y enriquecedor, por un lado, la posibilidades de transformación de los mismos y el desafío que esto implica; mantener un diagnóstico del territorio actualizado para poder responder a los cambios. Por otro lado,  la articulación entre extensionistas e investigadores. Porque aunque antes quizás manteníamos algún contacto más directo con algún área o sector específico, hoy tenemos una relación muy directa, metodológicamente formalizada” agregó Fanny Martens, Facilitadora de Mar y Sierras.

Para concluir Viviani Rossi apuntó “sin lugar a duda, para abordar la complejidad y la multifuncionalidad de la problemática territorial, es necesario que todos los participantes de los proyectos estén comprometidos, informados, capacitados, proactivos y con la “mente” abierta”.-










Avanza la creación de un observatorio nacional de producción forrajera
Investigadores de FAUBA, INTA y AACREA publicaron en forma online y gratuita información de campo y satelital para conocer la producción de diversos ambientes y recursos forrajeros, y así comparar resultados de gestión, implementar un sistema de alarmas y hacer prospecciones para mejorar el manejo del forraje.-
Avanza la creación de un observatorio nacional de producción forrajera
Avanza la creación de un observatorio nacional de producción forrajera
 
 GANADERIA - BOVINOS
 Nueva vacuna previene la diarrea viral bovina 
 Valor agregado a la industria cárnica con alimentos saludables 
 Se consolida el mercado de exportación de carne bovina hacia Israel 
 

Un consorcio de investigadores de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA), el INTA y AACREA están poniendo a disposición de todos los productores, de manera online y gratuita, información sobre la productividad forrajera de diferentes regiones del país, con datos de cortes recopilados de los últimos 50 años y otros tomados con satélites en la última década. La información permite conocer la producción forrajera de ciertos ambientes y recursos, comparar resultados actuales con campañas pasadas, implementar sistemas de alarma y hacer prospecciones para mejorar el manejo de los pastizales y pasturas.

Se trata de un proyecto impulsado por el Ministerio de Agricultura de la Nación y financiado por el Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), por las instituciones participantes y la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, que también apunta a brindar información útil para decisores políticos.
"Estamos trabajando para crear un observatorio nacional de producción forrajera", adelantó Martín Oesterheld, coordinador del proyecto por la FAUBA y codirector del Laboratorio de Análisis Regional y Teledetección (LART) de esa Facultad.

En marzo de 2013 el quipo de trabajo, conformado por referentes de instituciones públicas y privadas, terminó la segunda etapa del proyecto, puesto en marcha hace dos años. "Estimamos que la Argentina cuenta con una oferta forrajera anual de 303 millones de toneladas", informó Cristian Feldkamp, coordinador de Ganadería de AACREA y responsable del trabajo por esa asociación.
La segunda etapa de trabajo incorporó el uso de sensores remotos para hacer un análisis de la productividad forrajera por mes, y de su variabilidad entre años y potreros. La iniciativa logró reunir estimaciones recopiladas con satélites durante 12 años en diversas regiones del país y avanzó hacia zonas semiáridas que contaban con menos información."Ahora podemos realizar un seguimiento de la producción forrajera en zonas semiáridas con mucha mayor capacidad", sostuvo Lisandro Blanco, director del INTA La Rioja.

Además, explicó que el Índice Verde les permite conocer cuánta radiación solar absorbe la vegetación y generar información actualizada, cuantificada y representativa de la heterogeneidad, para que los productores mejoren el manejo de sus recursos forrajeros y que el Gobierno puedan evaluar el impacto de una sequía, por ejemplo, y tomar decisiones acordes.
"Los satélites nos permitieron saber mejor no sólo la producción anual de pasto, sino también la mensual y la variación espacial y temporal de esa productividad. Es un gran progreso, porque 30 días es una escala temporal más apropiada para tomar decisiones de manejo ganadero", añadió Mariano Oyarzabal, investigador del LART.
Y agregó: "Generamos un sistema con 66 combinaciones de tipos de recursos forrajeros y regiones, con una caracterización anual y mensual de la producción de los últimos 12 años. Un ganadero de Corrientes, por ejemplo, puede buscar su región en el sistema y ver cuál es la producción estacional de sus recursos forrajeros naturales y cultivados, algo que no podía hacer hasta ahora porque la información no estaba sistematizada, y la que sí lo estaba tenía un detalle anual".

Por último, Oesterheld se refirió al desarrollo de un sistema de alarma y prospección forrajera, que permite conocer cuál va a ser la productividad de un potrero con tres meses de anticipación, a partir de registros meteorológicos y datos del suelo. La prueba piloto, parte de la tesis doctoral de Martín Durante, de INTA Concepción del Uruguay, se llevó a cabo en el partido bonaerense de General La Madrid: "Allí encontramos que para un momento crítico del año para la ganadería, como es el inicio de la primavera, una buena parte de la productividad se podía predecir a partir de lo que había pasado durante el otoño", explicó.

Está disponible en http://produccionforrajes.org.ar








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